¿Está temblando más últimamente? 

Los terremotos, sismos o temblores (tres palabras para un mismo fenómeno) son una muestra de que la tierra está viva, de que la tierra se mueve.

Última actualización

Agosto 20, 2025

Hace pocos días a más de un colombiano lo despertó el movimiento de la cama. Mi papá pensó que el movimiento provenía de mi mamá, pero no, ella dormía profundamente mientras la cama se movía de un lado para otro.

“Está temblando” –pensó mi papá. Mientras esto ocurría yo estaba manejando camino a la Universidad, razón por la cual no lo sentí; pero supe que tembló, pues en la emisora el presentador mencionó que había acabado de temblar.

A los pocos segundos de enterarme del temblor recibí por WhatsApp el siguiente mensaje de un familiar: “Tembló. Se sintió duro, yo estaba acostado y sentí un movimiento horizontal moderado a fuerte, pero cortico”. En otros grupos de WhatsApp también mencionaron el temblor, y en la Universidad parte de las conversaciones incluyeron al temblor, que se sintió en gran parte del país.

Para acabar de ajustar ¡a los tres días volvió a temblar! Esta vez, en el grupo de WhatsApp de los primos uno de ellos envío el reporte del nuevo terremoto junto con la frase “Van muchos en poquitos días”. Es verdad, van muchos en poquitos días, ¿será que está temblando más? Pues no, no está temblando más, está temblando más o menos lo mismo.

Si miramos periodos largos, podemos notar que los terremotos siempre han ocurrido y que, además, tienen frecuencias similares (ocurren aproximadamente con los mismos intervalos de tiempo). Eso sí, hay años particulares donde pareciera que la tierra decidió generar más terremotos, pero también hay años donde hay “más calma”; pero al verlo a largo plazo, el promedio de terremotos por año se mantiene relativamente constante.

Los terremotos, sismos o temblores (tres palabras para un mismo fenómeno) son una muestra de que la tierra está viva, de que la tierra se mueve.

El interior de la tierra es mucho más caliente en el centro y esta temperatura va disminuyendo a medida que nos acercamos a la superficie. Y esta superficie, que se llama corteza, está agrietada en lo que se llaman placas tectónicas, las cuales están sobre un material que permite que se muevan.

El movimiento de las placas tectónicas (acercamiento, separación o deslizamiento) hace que se acumule energía que con el tiempo se libera en lo que llamamos terremoto, sismo o temblor.  Entonces, en aquellos lugares donde interactúan las placas tectónicas es donde ocurren los terremotos. Colombia se encuentra en un lugar donde interactúan las placas tectónicas Nazca, Suramericana y Caribe, razón por la cual es un país sísmicamente activo.

Sin embargo, no todos los terremotos que ocurren en nuestro territorio son iguales: hay unos terremotos que ocurren frecuentemente y que liberan poca energía (la mayoría ni los sentimos), mientras que hay otros que no son muy frecuentes y que liberan tanta energía que pueden generar daños en la infraestructura y afectaciones en los humanos (muertos, heridos, desplazados).  

A nivel mundial cada año ocurren aproximadamente: un millón de terremotos que usualmente no se sienten; cien mil terremotos menores que se sienten la mayoría de las veces; diez mil terremotos “ligeros” que generan un movimiento perceptible; mil terremotos moderados de los que algunos generan daños en la infraestructura; cien terremotos fuertes que generan daños; 20 terremotos que generan daños importantes y pérdidas de vidas; un terremoto severo que genera un gran impacto económico y grandes pérdidas de vidas; y menos de un terremoto que genera destrucción en áreas grandes y pérdida masiva de vidas.1

Según el Servicio Geológico Colombiano, entidad que monitorea los terremotos en el país, en Colombia ocurren, en promedio, 2,500 terremotos al mes; sin embargo, la mayoría de estos terremotos pasan desapercibidos.

Yo dicto una materia que se llama ingeniería sísmica, donde estudiamos qué son los terremotos y cómo estos terremotos se relacionan con las personas y la infraestructura, buscando conocer los efectos que pueden generar los terremotos futuros en un lugar.

El primer día de clase siempre le digo a mis alumnos: “este semestre tendremos a nivel mundial un terremoto importante que va a generar daños en la infraestructura y afectaciones humanas (muertos y heridos), y también tendremos un terremoto que nos moverá el piso en el país”. ¡En los casi veinte semestres que he dictado la materia nunca he fallado!, y no es porque yo anticipe el futuro, es porque no está temblando más, está temblando más o menos lo mismo.

Aprovecho que hablé de anticipar un terremoto para aclarar que los terremotos no se pueden predecir: los conocimientos científicos actuales no permiten identificar con antelación el lugar y el día en que va a ocurrir un terremoto. Tal vez en un futuro se logre, pero por ahora no se puede.  

Lo que hacemos quienes nos dedicamos a los terremotos es estudiar la sismicidad pasada: registramos los terremotos que han ocurrido, cuánta energía han liberado, dónde se generaron y cada cuánto ocurrieron.

Toda esta información la analizamos y de esta manera podemos identificar dónde puede temblar, cada cuánto y qué tipo de movimiento van a generar los terremotos que puedan ocurrir. Con esta información podemos decir si en un lugar se espera que los terremotos generen movimientos importantes del terreno.

¿Recuerdas que mencione que en nuestro país no todos los terremotos son iguales? En Colombia los lugares que tienen mayor ocurrencia de terremotos se encuentran en las costas, alrededor de las cordilleras, y en un sitio muy especial ubicado en el departamento de Santander y conocido como el Nido Sísmico de Bucaramanga, donde tiembla casi todos los días (seis de cada diez terremotos que ocurren en el país son generados en el Nido de Bucaramanga).

Ahora, es importante tener en cuenta que el movimiento del terreno que genera un terremoto no depende únicamente de la energía que se libera (lo que conocemos como magnitud), sino también de que tan profundo es el lugar donde se libera la energía.

El efecto de los terremotos en nuestro entorno depende, además del movimiento en el terreno que genera la energía liberada, de cuántas personas e infraestructura están en un lugar y de la capacidad de las personas y de la infraestructura para resistir las fuerzas que imponen los terremotos. Entonces, no necesariamente porque un terremoto es muy fuerte va a generar muchos daños, o porque es moderado no va a pasar nada.

¿Aún después de leer lo anterior sientes que está temblando más? ¿Has pensado que últimamente tenemos mayor acceso a la información? Esta es una de las principales razones por la que en los últimos años sentimos que está temblando más.

Anteriormente no era tan sencillo enterarse rápidamente de lo ocurría globalmente, ahora todo está a un click. Sin la facilidad de información que tenemos actualmente solo nos enterábamos de los terremotos que generaban consecuencias importantes; en cambio ahora nos enteramos de esos terremotos y también de aquellos en donde “no pasa nada”.

Adicionalmente, en las últimas décadas se ha aumentado considerablemente el número y la capacidad de los equipos de monitoreo sísmico, lo que ha aumentado el número de terremotos que registramos, incluyendo muchos terremotos que ni siquiera son perceptibles por los humanos.

 

Autora

Ana Beatriz Acevedo 

Investigadora de la Escuela de Ciencias Aplicadas e Ingeniería EAFIT

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