Omitir los comandos de cinta
Saltar al contenido principal
Inicio de sesión
Universidad EAFIT
Carrera 49 # 7 sur -50 Medellín Antioquia Colombia
Carrera 12 # 96-23, oficina 304 Bogotá Cundinamarca Colombia
(57)(4) 2619500 contacto@eafit.edu.co

Ediciones Skip Navigation Linksghosteada Ghosteada

Ghosteada

Por: Juliana Heredia @julianaheredia8
Ilustración: Sofía Osuna @cuerpobaldio

Era sábado. Como era costumbre, salí con mis amigas y me terminé rumbeando a uno que conocí esa misma noche. Me pidió mi Instagram y se lo di. Genial, un seguidor más al que probablemente ignoraría. A la mañana siguiente, recibí un archivo que él me envió. No lo quise abrir; pensé que sería una de esas imágenes asquerosas que los hombres mandan y que nosotras nunca pedimos. Lo dejé pasar, hasta este instante, que justo me llega otra foto.
Cuando la abro, lista para insultarlo, también se abre la del domingo. La primera me muestra saliendo del Uber que me dejó en la puerta de mi casa. La otra soy yo dormida, anoche. No entiendo nada. “¿Cómo conseguiste esas fotos?”, escribo. Leído. No obtengo respuesta y lo bloqueo. Le cuento a mi amiga y sólo me responde: “tú no bailaste con nadie el sábado”. ¿Qué? Claro que conocí a alguien: alto, delgado, cabello negro y algo largo, ojos oscuros y hermosos, hipnotizantes durante toda la noche. “Obvio sí, ¿tan borracha estabas que no te acuerdas?”, le digo.  Ella insiste en que no existió tal persona. Claro que sí, su nombre era... ¿cuál era? 
Lo desbloqueo y busco algo que me indique su nombre. Su única publicación es del 2017. Es una foto de él y sale exactamente como lo recuerdo del sábado en la noche. Los comentarios han sido desactivados y tiene pocos seguidores. Reviso nuestro chat y las fotos ya no aparecen. Le escribo para preguntar su nombre, e inmediatamente envía otra foto. La abro y veo a una mujer de espaldas con cabello rojo a la cintura. Está apoyada sobre el escritorio de su cuarto y con la mirada hacia abajo, como leyendo algo. Volteo inmediatamente quedando de frente con mi espejo y recibo otra foto. Soy yo, en este instante, mirándome al espejo.