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Opinión / 02/11/2021

Producción del sector minero colombiano

​​​​​​​​

La minería en Colombia ha sido golpeada de forma significativa por la acción de grupos armados, que han impedido su desarrollo de varios departamentos del país, que tienen un gran potencial económico y que podrían participar activamente en la generación de regalías del sector. Sin embargo, las expectativas para los próximos años son positivas, principalmente en níquel y carbón.

​Por: María Fernanda Echeverri Valencia1, Santiago Navas Gómez2 y Maria Antonia Suárez Ramírez​3.


I. Panorama general de la situación minera en Colombia​​

La minería en Colombia ha dado pie a grandes controversias, pues en el país se han presentado múltiples antecedentes que, durante décadas, han condicionado de manera drástica la extracción minera, entre los cuales predomina el impacto ambiental y la intervención de grupos armados. Estos factores han tornado más difícil la labor de cuantificar el impacto del sector en la economía colombiana e impiden que se lleve una contabilidad clara y real sobre la cantidad de minerales producidos al interior del territorio.  Sin embargo, el Estado ha tratado de realizar una intervención efectiva para (i) proteger al medio ambiente a través de nuevas disposiciones normativas estipuladas en la Constitución Política de 1991 y la adhesión a tratados ambientales internacionales, y (ii) controlar la situación provocada por grupos insurgentes, enfrentándolos o avanzando en procesos de paz, cuando ello ha sido posible.

En cuanto al impacto ambiental de la minería en Colombia, el gobierno ha tomado una postura bastante clara, pues el objetivo principal de todas las acciones realizadas hasta la actualidad es contrarrestar las problemáticas generadas por la extracción de minería. A pesar de esto, Castellanos (2017) afirma que la normatividad no ha sido suficiente para disminuir el impacto generado por la actividad económica, así que se debe seguir mejorando las acciones para disminuir todo tipo de situaciones que atenten directa o indirectamente contra el medio ambiente. 

De igual modo, el conflicto armado existente en el país ha sido el principal responsable del manejo de las malas políticas ambientales, puesto que, si bien es cierto que el Estado es el encargado de regularlas, la presencia de grupos ilegales en zonas mineras dificulta su intervención efectiva y ocasiona el estancamiento social y económico del territorio en cuestión. Por ejemplo, Antioquia es el mayor productor de oro en Colombia, pero a su vez, es el departamento con mayor número de víctimas del conflicto armado como consecuencia de disputas por recursos mineros por parte de grupos armados. Otros departamentos productores de oro que también se ven afectados por la presencia de grupos al margen de la ley son Chocó y Cauca, pues a 2019 se tenía registro de 6 grupos armados activos, entre los cuales se encuentran el Ejército de Liberación Nacional (ELN), Grupos Armados Postfarc (GAPG), Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), entre otros (Betancur, 2019, pág. 23). 

Dadas las problemáticas mencionadas, el objetivo de este informe es, más allá de mencionar el panorama general de la minería en Colombia, estudiar el comportamiento de la producción de los commodities más relevantes, exceptuando el petróleo crudo, sus derivados y el gas natural. Para esto, en la Figura 1 se puede observar la composición del sector en cuanto a la producción de diferentes minerales, evidenciando que el níquel es el principal mineral producido al interior del país, seguido por el carbón y el oro, y representando un 32,96 %, 20,64 % y 19, 73 % del total de la producción anual respectivamente.

Figura 1: Participación de commodities en la producción anual minera de Colombia (2020).​

Fuente: Elaboración propia, datos del Sistema de Información Minero Colombiano (SIMCO). ​

II. Evolución de la minería extractiva en el país​ 

Un indicador importante para analizar la evolución del sector minero es el Índice de Producción Industrial (IPI). Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), el resultado anual para las actividades de explotación de minas y canteras ha venido mejorando, pasando de un crecimiento negativo del 0.7% en julio de 2021, a un crecimiento positivo del 1,5% en agosto. El acumulado anual es todavía negativo (-1,4%), pero la extracción de hulla muestra sólo un decrecimiento del 0,2%. En este punto es importante aclarar que la extracción de petróleo y gas natural no se analiza en este informe, que se concentra en las demás actividades mineras, como la extracción de hulla (carbón de piedra) y de otros minerales.

Tabla 1: Variación anual del IPI por clases industriales de julio y agosto de 2021.​​

Fuente: Elaboración propia, datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE).

La oferta total a precios de comprador del sector minero ascendió en 2019 a 99,1 billones de pesos (un 4,5% de la oferta total), de acuerdo al cuadro de utilización de las Cuentas Nacionales del DANE. En la clasificación a 2 dígitos la minería, abarca 5 productos: “carbón de hulla, lignito y turba”, “petróleo crudo y gas natural; minerales y concentrados de uranio y torio”, “minerales metálicos”, “piedra, arena y arcilla”, y “otros minerales”. Las diferentes actividades económicas demandaron estos productos por una cifra de 38,9 billones  en 2019, y se exportaron 59,7 billones, siendo el petróleo crudo el producto más importante, seguido del carbón de hulla, lignito y turba. 

Los primeros dos productos (carbón de hulla, lignito y turba, y petróleo crudo y gas natural; minerales y concentrados de uranio y torio) se utilizan principalmente en la coquización, fabricación de productos de la refinación del petróleo y actividades de mezcla de combustibles, que consume 760 y 18.129 mil millones de pesos de cada uno respectivamente. Los minerales metálicos se emplean en la fabricación de productos metalúrgicos básicos y en la fabricación de productos elaborados de metal, excepto maquinaria y equipo, pues esta actividad consume 5.653 mil millones de pesos. La piedra arena y arcilla es consumida en su mayoría en la construcción de carreteras y vías de ferrocarril, de proyectos de servicio público y de obras de ingeniería civil, con una cifra de 5.278 mil millones de pesos. Por último, los demás minerales son empleados en diversas actividades, entre las que se la fabricación de sustancias químicas básicas, abonos y compuestos inorgánicos (294 mil millones).

En cuanto al crecimiento del sector minero colombiano, se ha mantenido la mayor parte del tiempo entre -5 y 5 %, alcanzando su mejor desempeño en 2011, para luego presentar un decrecimiento en 2014 del 4,3%. Como lo afirma Ortiz (2014) a no ser por la desorganización del sector, Colombia podría ser el paraíso de las multinacionales mineras. Sin embargo, tal como se puede ver en la Figura 2, 2020 fue el año en el cual se presentó la caída más grande en el sector de minas y canteras, en gran parte por la crisis vivida a nivel mundial a raíz de la pandemia del Covid-19. 
De igual modo, en la figura se pueden evidenciar 3 tendencias principales en el comportamiento de esta variable desde el 2005 hasta los datos provisionales de 2021p : (i) el primer tramo abarca desde 2005 hasta 2011, pues muestra un alza en la explotación del sector por el aumento de la demanda de muchos minerales en diversos sectores. Luego se tiene (ii) el segundo tramo en el que se evidencia un comportamiento más estable entre 2011 y 2020, y finalmente (iii) se observa el tercer tramo en el que hay una caída abrupta la explotación, seguida de una leve recuperación, según los datos provisionales de 2021.

Figura 2: Explotación y crecimiento del sector minas y canteras en Colombia.​​​

Fuente: Elaboración propia, datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE).​​

En cuanto a la extracción de carbón de piedra y lignito, muestra un mayor aporte en la cifra de explotación de minas y canteras que la extracción de minerales metalíferos, incrementado en los primeros años (2006-2007) hasta representar aproximadamente un 27 % y decreciendo de manera paulatina en los periodos siguientes. Sin embargo, se presentó una gran disminución al 11 % durante el 2020 a causa de la crisis del Covid-19. A su vez, la extracción de minerales metalíferos muestra un comportamiento similar, aunque con menos volatilidad que la serie anterior, marcando la diferencia en 2020 porque durante la coyuntura aportaron un mayor porcentaje al Producto Interno Bruto (PIB) del sector minero (Figura 3).

Figura 3: Aporte porcentual de la extracción de carbón de piedra y lignito, y de minerales metalíferos a la explotación de minas y canteras.​​

Fuente: Elaboración propia, datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE).

El sector minero en Colombia ha tenido grandes transformaciones en los últimos años. En el 2020 se pudieron observar notables cambios de la actividad minera, no solo asociados a los efectos de la pandemia sino también a cambios estructurales en la composición de la demanda y los mercados internacionales, efectos que se pueden evidenciar en cambios drásticos de la composición del PIB minero. Durante el 2020 el carbón redujo sus niveles de producción hasta llegar a niveles mínimos generando efectos importantes en términos de regalías del sector y en la participación del sector minero en la proporción de las exportaciones. Sin embargo, el oro tuvo gran impacto, debido a su repunte en materia de exportaciones alcanzando niveles no vistos desde 2017.  Además, se pudo observar una importante reducción en la producción de materiales de construcción y Níquel. Respecto al resto de minerales se observó un crecimiento durante el 2020 destacando la recuperación en producción de esmeraldas y el repunte en sus exportaciones principalmente en la segunda mitad del año (Unidad de Planeación Minero Energética [UPME], 2021, párr. 1-2).

III. Aportes de la minería al presupuesto nacional​​

El sector ha representado una proporción importante de las exportaciones del país. Según las últimas cifras, el 34,8 % de las exportaciones totales se atribuyen a la minería, cifra evidenciada en la Figura 4. Ha representado además grandes aportes en términos de ingresos a la nación. Como las demás actividades productivas, la minería contribuye a las finanzas públicas a través de impuestos de renta, Impuesto al Valor Agregado (IVA) e impuestos al patrimonio, pero también genera un aporte específico del sector que son las regalías. 

Figura 4: Participación anual del sector minero en las exportaciones colombianas.​​

Fuente: Elaboración propia, datos del Departamento Nacional de Estadística (DANE).

Por otro lado, un determinante importante para un sector y el desarrollo económico de un país está asociado a la Inversión Extranjera Directa (IED). Se puede observar que el sector minero fue bastante atractivo durante la primera década del siglo XXI llegando a representar el 40 % de la IED en el 2004. Sin embargo, en los últimos años no ha logrado superar el umbral del 11 %, generando un estancamiento alrededor del 5 % y 10 %. Al igual que las variables anteriores, en la Figura 5 se puede evidenciar una reducción en los últimos años. Para lo que va del 2021 se ha evidenciado que la participación del sector minero en IED ha sido del 8,61 %. 

Figura 5: Inversión extranjera directa por el sector minero.​​

Fuente: Elaboración propia, datos del Banco de la República.

Un elemento importante del sector son las regalías, entendidas como el pago que realizan las compañías petroleras, de gas y mineras al Estado colombiano por explotar yacimientos de un recurso general no renovable. Relacionándose directamente con los montos de producción y precios de venta, en cuanto a la distribución y formas de inversión de las regalías, EITI (2020, pág.20) presenta una breve descripción:

Conforme con el Artículo 361 de la Constitución Política de Colombia, los ingresos del Sistema General de Regalías se destinarán al financiamiento de proyectos para el desarrollo social, económico y ambiental de las entidades territoriales; al ahorro para su pasivo pensional; para inversiones físicas en educación para inversiones en ciencia, tecnología e innovación; para la generación de ahorro público; para la fiscalización de la exploración y explotación de los yacimientos y conocimiento y cartografía geológica del subsuelo; y para aumentar la competitividad general de la economía buscando mejorar las condiciones sociales de la población. El Artículo 18 de la Ley 1530 de 2012 señala que se entiende por “distribución” a la aplicación de los porcentajes, señalados en la Constitución Política en los artículos 360 y 361 y en la Ley 1530 de 2012 para cada una de las destinaciones del Sistema General de Regalías.

Como se dijo anteriormente, la importancia de las regalías surge de sus contribuciones a las finanzas públicas, sobre todo cuando estas generan beneficios económicos para departamentos y municipios. Como se observa en la Figura 6 para el año 2020 hubo una reducción importante en las regalías del 33,6 % asociado a la reducción de producción de carbón y níquel, de la se hablará más adelante. En lo que va del 2021 se han distribuido 0,3 trillones de pesos de los cuales el 63,7 % lo ha generado el Carbón, 12,2 % el Níquel y 22,6 % el Oro (Figura 7).

Figura 6: Regalías anuales del sector minero en Colombia.​

Fuente: Elaboración propia, datos del Sistema de Información Minero Colombiano (SIMCO).

Figura 7: Participación de minerales en las regalías anuales en Colombia.​​

Fuente: Elaboración propia, datos del Sistema de Información Minero Colombiano (SIMCO).

IV. Análisis de la producción de minerales​

Como se evidencia en figuras anteriores, la producción de minerales en Colombia es bastante variada. Sin embargo, a continuación, se aborda el análisis de los principales commodities producidos al interior del territorio, teniendo en cuenta factores propios del país y otras variables internacionales que influyen de manera directa en la cantidad producida.

Para comenzar, la oferta y la demanda del níquel está determinada por los mercados asiáticos, pues es una materia prima que se emplea principalmente en la fabricación de baterías y acero inoxidable. Para el caso colombiano, este mineral es uno de los tres materiales que más aportan a las regalías del sector con un valor para el 2021 del 12,2 %. 

Figura 8: Producción de níquel en Colombia

Fuente: Elaboración propia, datos del Sistema de Información Minero Colombiano (SIMCO).

Como se observa en le Figura 8 la producción de níquel durante el 2020 fue de 79.573.145 libras, mostrando una reducción de un 11 % aproximadamente con respecto al valor alcanzado en 2019. Esto se debió se debido a la disminución de la producción durante el cuarto trimestre de 2020, causado por el mantenimiento de uno de los hornos que permiten su procesamiento. La reducción en el cuarto trimestre de 2020 fue de 38,5 % respecto al cuarto trimestre de 2019. Sin embargo, durante el 2020 hubo una estabilidad en la producción con un incremento del 10,3 % en primer trimestre y reducciones del 9 % y 6 % para el segundo y tercer trimestre. Esta estabilidad está asociada al comportamiento poco volátil del precio del níquel durante el 2020 y a la rápida recuperación de la actividad económica en los mercados asiáticos permitiendo que se mantuvieran las metas de producción. Para el primer trimestre de 2021 se presentó una producción de 15.453.445 libras teniendo una reducción del 32 %, 14 % y 25 % respecto al primer trimestre del 2020, al trimestre inmediatamente anterior y al primer trimestre del 2019.

Se debe tener en cuenta que la producción de níquel en Colombia se encuentra altamente concentrada en el departamento de Córdoba, siendo el municipio de Montelíbano el principal producto, debido a que en este municipio se encuentra el proyecto Cerro Matoso de la firma South32, el cual es el proyecto de explotación a cielo abierto más grande y de menor costo en el mundo (Iniciativa para la Transparencia de las Industrias Extractivas [EITI], 2020, pág. 8). Desde 2018 se ha incrementado en 4.000 toneladas anuales la producción de níquel, debido a la explotación del yacimiento de La Esmeralda. Según las exploraciones realizadas, existen potenciales yacimientos en los departamentos de Antioquia, Córdoba y algunos sectores de la Cordillera Occidental.  (ACM, 2020, pág. 20).

El segundo mineral más importante en Colombia es el carbón, pues actualmente es el país que posee las mayores reservas de carbón probadas en América Latina, teniendo sus principales proyectos a gran escala en los departamentos de Cesar y La Guajira, los cuales son a cielo abierto. Por otra parte, los proyectos de mediana y pequeña escala se encuentran en los departamentos de Cundinamarca y Boyacá los cuales en su gran mayoría son subterráneos. Ahora, es importante aclarar que en Colombia la producción de carbón puede dividirse en dos tipos; carbón térmico y carbón metalúrgico.

El carbón metalúrgico también es conocido como carbón coque cuando es procesado y es principalmente empleado como un reductor químico en la industria metalúrgica y constituye una parte fundamental en la elaboración de acero, por lo cual su demanda está dada en gran parte por el sector industrial. Al tener un uso bastante específico, la Unidad de Planeación Minero Energética (2018) estima que la demanda de este recurso disminuirá un 0,5 % anual hasta 2035 por restricciones ambientales impuestas en varios países, principalmente China. El carbón térmico también es conocido como termal y es utilizado como combustible, el cual se quema para generar vapor de agua y posteriormente este pasa por una turbina para generar electricidad. Además, el vapor que expide también se usa en una gran cantidad de procesos industriales de forma directa, siendo el usuario principal de este tipo de carbón las centrales eléctricas, seguidas por las industrias de fabricación de cemento y ladrillo.

Sin embargo, a diferencia del carbón metalúrgico el carbón térmico tiene una gran limitante ya que solo una fracción de éste es adecuada para el comercio internacional de largas distancias.  Ya que las centrales eléctricas están interesadas en el contenido térmico que puede aportar, un carbón con bajo contenido térmico puede ser demandado a un precio incluso menor que los costos de transporte que requiere (UPME, 2018, pág.7-8).

En la Figura 9 se puede observar como el carbón en 2020 tuvo una reducción en la producción, pues cayó un 41,3 % respecto a 2019, esto asociado a diversos factores que afectaron la producción de carbón térmico.  Estas pueden ser abordadas desde tres frentes: el primero está asociado a un cambio estructural en el destino de las exportaciones de carbón térmico debido a que en el 2020 se realizaron diversos cierres de los mercados europeos como consecuencia de las metas de reducción de emisiones, generando que la demanda se concentre en algunos países asiáticos. El segundo son los diferentes procesos y decisiones judiciales que se dieron en 2020, generando aumentos en los costos de producción, poniendo en jaque al sector. Para terminar, el tercero, es la complicada situación asociada a la huelga más larga en el en Cerrejón, una de las principales operaciones mineras del país (91 días de duración), bajando su producción un 58% respecto a 2019 (UPME,2021, párr. 11).

Figura 9: Producción anual de carbón en Colombia​.​

 

Fuente: Elaboración propia, datos del Sistema de Información Minero Colombiano (SIMCO).


En cuanto al oro, si bien puede tener usos bastante diversos, se usa principalmente en joyería, tecnología y fabricación de monedas, pero además puede ser transado como una unidad de reserva o commodity. En el panorama internacional actual, la producción de oro es liderada por China, Australia, Rusia y Estados Unidos, presentando el 40% mundial en 2011. Para finales de 2020 el suministro anual mundial se redujo un 4% explicado en gran medida por la interrupción de producción minera producida por la pandemia. Por el lado de la demanda un 78 % de los usos del oro están asociados a la joyería seguido por un 10 % en electrónica para 2017, además China lidera la lista como el mayor demandante de oro con un 24% seguido muy de cerca por india con un 23 % (UPME, 2021, pág. 9). Según la UPME (2021), Colombia tiene grandes depósitos de oro que todavía no ha entrado en etapa de producción. 

Figura 10: Producción de oro en Colombia.​

Fuente: Elaboración propia, datos del Sistema de Información Minero Colombiano (SIMCO).

Como se observa en la Figura 10 durante los últimos años la producción de oro en Colombia se había reducido desde su gran desempeño en 2016 con un valor de 63.157.330 gramos (2.227.809,2553 onzas), para el año 2020 se ha observado una producción de 47.635.187 gramos (1.680.281,7737 onzas) incrementando un 27,1 % respecto a 2019. Para el primer trimestre de 2021 se tuvo una producción de 11.708.948 gramos (413.020,98622 onzas) generando un incremento del 22,8 % respecto al primer trimestre del 2020 y un 31,5 % respecto al primer trimestre de 2019. Dados estos importantes incrementos para el primer trimestre se espera que para el resto del año se continúe con un crecimiento importante teniendo como expectativas de crecimiento un 15% para el sector (ACM, 2021).

Al ser considerado un metal precioso, la plata es uno de los commodities más demandados en todo el mundo por inversionistas y fabricantes de diferentes sectores económicos por sus propiedades (resistencia a la corrosión y oxidación, conductividad térmica, maleabilidad, entre otras). Para los próximos años se estima que la demanda de este recurso aumente frente a la caída en los precios, pues para 2035 el consumo sería 48 % mayor al de 2017. En cuanto a la oferta, se espera que disminuya en consecuencia del comportamiento de los precios, afectando a países como México, Perú, China, Rusia y Chile.

Colombia no es una referencia a nivel internacional en cuanto a producción y exportación de plata, pero en la Figura 11 hay evidencia de que la producción del commodity estuvo cerca de alcanzar la cifra más alta en los últimos 9 años, pues en 2012 la producción fue de 19,45 millones de gramos y en 2020 fue de 19,02 millones de gramos. De igual forma, mediante la figura mencionada anteriormente también se puede realizar un análisis sobre la extracción de plata en el país por trimestre. Esto es bastante importante, ya que demuestra que, aunque la plata es una de las materias primas más volátiles del mercado en términos de nivel de producción y de precios, Colombia logró llegar a niveles muy altos de extracción del mineral.

Figura 11: Producción de plata en Colombia.​​

Fuente: Elaboración propia, datos del Sistema de Información Minero Colombiano (SIMCO).

Continuando con el platino, la demanda de este commodity está dada principalmente por la fabricación de algunas partes para automóviles y por las necesidades existentes en la industria de la joyería. Teniendo en cuenta lo anterior y que varios países han estado presentando un crecimiento acelerado en la industria automotriz, la demanda global del platino tiene previsto para el 2035 un incremento del 33 % con respecto al 2017. En cuanto a su producción, se espera que también aumente, pero los oferentes principales seguirán siendo Sudáfrica, Zimbabue y Rusia, monopolizando el 91 % de la oferta mundial.

Aunque Colombia no se encuentra, ni se encontrará para el 2035 entre los principales productores y exportadores de platino en el mercado internacional, en la Figura 12 se evidencia como la producción de platino en el país ha respondido a la reactivación del mercado, ya que la producción anual en gramos de este mineral superó en el 2020 la cifra alcanzada en el 2018 en casi 140.000 gramos.

Figura 12: Producción anual del platino en Colombia.​​

Fuente: Elaboración propia, datos del Sistema de Información Minero Colombiano (SIMCO).

El hierro es una de las materias primas que más se comercializan en los mercados financieros a pesar de su escaso uso, pues solo se emplea de manera importante en la producción del acero. Dado esto, la Unidad de Planeación Minero Energética (2018) sostiene que su demanda está fuertemente ligada al estado económico mundial, pues si bien el hierro en su forma pura no es muy utilizado, el acero es fundamental en los procesos industriales.

La demanda del hierro se localiza en un futuro en los países que tengan economías en desarrollo para poder realizar proyectos de urbanización e industrialización, pero se debe tener en cuenta que la demanda neta de este commodity experimentará un leve descenso anual del 0,2 % (UPME, 2018), ocasionando una reacción contraccionista por parte de los principales productores de este recurso: China, Japón, India, Rusia y Corea del Sur. Aunque Colombia no se encuentre entre los principales oferentes a nivel mundial de hierro, en la Figura 13 se puede observar cómo desde el 2019 la producción del país ha vuelto a incrementarse, superando incluso los niveles de producción de los 5 años anteriores. 

Figura 13: Producción anual de hierro en Colombia.​


Fuente: Elaboración propia, datos del Sistema de Información Minero Colombiano (SIMCO).

Continuando con otros minerales, las esmeraldas no tienen un comportamiento similar al de un commodity pero tampoco se considera uno. Así entonces la demanda por esmeraldas solo está ligada a factores culturales y religiosos, combinado con la capacidad adquisitiva que tiene la población y sus preferencias por adquirir bienes de lujo.
Las dinámicas pueden variar entre los mercados, generando que no se puedan tener precios internacionales para la esmeralda, ya que no se puede estimar la calidad y percepción de valor que puede tener cada cliente ante una cantidad determinada de quilates.  Sin embargo, se sabe que los mercados en economías desarrolladas como Estados Unidos suelen tener exigencias asociadas a la calidad y belleza de la piedra, por el contrario, en economías en desarrollo como es el caso de la India se adquieren por tradición y significado cultural. Respecto a la oferta, se puede decir que solo existen 3 oferentes de esmeraldas relevantes en el mundo que son Zambia, Brasil y Colombia.  

Figura 14: Producción anual de esmeraldas en Colombia.​​

Fuente: Elaboración propia, datos del Sistema de Información Minero Colombiano (SIMCO).

Como se observa en la Figura 14 en el año 2020 las esmeraldas tuvieron una excelente recuperación logrando producir 1.585.122 quilates generando un incremento del 142,2 % en comparación al 2019 donde solo se produjeron 654.558 quilates, pero el sector aún se encuentra lejos del promedio que se tiene en la última década el cual es de 2.121.038 quilates. De igual modo, se espera que para el 2021 se incrementen las demandas por bienes de lujo a nivel mundial, generando una reactivación parcial del sector. 

Por otro lado, los materiales de construcción se sometieron a una reducción importante en términos de producción en 2020 dada la contracción del sector industrial. Como se observa en la Figura 15 en 2019 la producción fue de 30.564.224 metros cúbicos, en cambio en 2020 solo se produjeron 19.192.739 metros cúbicos, lo que indica una reducción del 37,2 %. Esta reducción durante el 2020 ha tenido efectos importantes en el sector de la construcción generando un incremento en los costos. Sin embargo, se puede esperar una recuperación de la producción de materiales durante el 2021 asociado a la recuperación que se ha visto en el sector construcción, que ha retomado el dinamismo y los niveles pre pandemia. 

Figura 15: Producción anual de materiales de construcción en Colombia.​​

Fuente: Elaboración propia, datos del Sistema de Información Minero Colombiano (SIMCO).

Finalmente se tiene el cobre, el cual es una materia prima que se utiliza frecuentemente en la elaboración de productos que pasan por un proceso de fabricación y que están destinados a diferentes industrias. En la Figura 16 se puede observar cómo hasta 2018 fue un material altamente demandado, pues a nivel mundial las redes de cableado estaban cobrando gran importancia. Sin embargo, para 2019 la producción de cobre en Colombia cayó dado que China se estaba perfilando para aumentar su ranking en los productores mundiales de cobre, lo cual afectó al resto del mundo, sumado a la baja en el precio que tuvo lugar en dicho año. A pesar de esto, la caída en el precio no tuvo repercusiones a largo plazo, pues para 2020 comenzó el proceso de recuperación, fomentando nuevamente la producción del mineral.

Figura 16: Producción anual de cobre en Colombia.​​

Fuente: Elaboración propia, datos de la Asociación Colombiana de Minería (ACM).

V. Consideraciones finales​​
Como se expresó al inicio del informe, la minería en Colombia ha sido golpeada de forma significativa por el conflicto, pues este impide el desarrollo de varios departamentos del país que tienen un gran potencial económico y que participan activamente en la generación de regalías del sector. Según Dube y Vargas (2013) los incrementos en los precios de commodities suelen impactar a la población de las zonas mineras, ya que se evidencia una relación directa entre los cambios de los precios y la violencia experimentada por las personas de las regiones productoras. Esto genera grandes inconvenientes al momento de extraer los minerales, pues es un incentivo a los grupos al margen de la ley para tomar control de dichos territorios, ya sea para explotar los yacimientos de forma ilegal o beneficiarse de las regalías que producen. 

Así, la minería ilegal y la presencia de grupos al margen de la ley son dos temas importantes que se deben abordar para conocer a plenitud la situación minera en Colombia, haciendo énfasis en que son dos aspectos en los que el gobierno debe trabajar para poder obtener mayores beneficios del sector sin afectar el bienestar de las poblaciones involucradas. En cuanto a cifras, 2020 fue un año bastante complejo para el país, evidenciando un decrecimiento del 19,4 % en el PIB minero, de un 33,6 % en las regalías, y de un 10,7 % y 3,52 % en la participación de las exportaciones y la inversión extranjera directa respectivamente. 

Sin embargo, las expectativas para el 2021 y para los próximos años son bastante positivas, liderados principalmente por dos minerales: níquel y carbón. Respecto al níquel, se espera que la demanda futura de este mineral incremente, según S&P Global (2021), en un 84 % para abastecer la generación de fuentes renovables, ya que es usado para fabricar acero inoxidable y baterías, dos elementos importantes para la implementación de sistemas de generación eléctrica no convencional y otro tipo de tecnologías que son amigables con el medio ambiente. Además de los potenciales yacimientos en los departamentos de Antioquia, Córdoba y algunos sectores de la Cordillera Occidental, asegurando no solo la producción sino además una mejor distribución del níquel, puesto que en la actualidad se concentra en el departamento de Córdoba. 

Para el caso del carbón, su importancia no solo está asociada a la cantidad de reservas que se tienen probadas en el país, las cuales según la Agencia Colombiana de Minería “le permitirán mantener su posición como productor de carbón por más de 54 años, a niveles de producción como los registrados en los últimos años” (2020, pág. 12), además de su importante aporte a las regalías representado el 63,7 % de lo generado por sector minero. Sin duda alguna, el carbón puede potenciar fuertemente el sector minero, pues, aunque es un combustible fósil, contribuye a la generación de energías limpias como el hidrógeno azul, el cual es una gran oportunidad de expandir el sector energético y potenciarlo con el sector minero, haciendo énfasis en que su costo de generación suele ser 8 veces menor que el de otras energías limpias tales como el hidrógeno verde (Agencia Colombiana de Minería [ACM], 2021b).

Finalmente, la minería en Colombia es y seguirá siendo un pilar fundamental que aporta en gran medida al desarrollo del país y a la transición energética. El gobierno debe (i) reconocer todos aquellos aspectos que se presentan hoy en día como amenazas para desarrollar planes y proyectos que le permitan transformarlos en oportunidades de crecimiento económico y social, y (ii) buscar la forma de tener una mayor participación internacional en la producción de minerales con el fin de darle mayor protagonismo a commodities como el níquel y carbón, los cuales son los mayores contribuyentes al PIB minero y los que tienen mayores posibilidades de expansión productiva.

Referencias​

Agencia Colombiana de Minería (2020). Colombia: Explorando oportunidades. https://acmineria.com.co/acm/wp-content/uploads/2020/02/Cartilla-ANM-2020.pdf
Agencia Colombiana de Minería (2021). Boletín económico: La recuperación de la actividad minera vendrá en 2021. https://acmineria.com.co/boletin-economico-la-recuperacion-de-la-actividad-minera-vendra-en-2021/
Agencia Colombiana de Minería (2021b). El papel del carbón en la realidad energética. https://acmineria.com.co/acm-blog-minero-3/
Betancur, M (2019). Minería del oro, territorio y conflicto en Colombia: retos y recomendaciones para la protección de los derechos humanos y del medio ambiente. https://co.boell.org/sites/default/files/2019-12/20190612_Mineri%CC%81a%20del%20oro%2C%20territorio%20y%20conflicto%20en%20colombia%20para%20web.pdf
Castellanos, G (2017). Las problemáticas socio-ambientales generadas por la explotación minera en los páramos de Colombia. Revista Misión Jurídica, 10(13), https://www.revistamisionjuridica.com/wp-content/uploads/2020/09/16-Las-problematicas-socio-ambientales.pdf
Departamento Administrativo Nacional de Estadística (2021). Índice de Producción Industrial IPI. https://www.dane.gov.co/files/investigaciones/boletines/ipi/bol_ipi_julio_21.pdf
Dube, O., & Vargas, J. F. (2013). Commodity price shocks and civil conflict: Evidence from Colombia. The review of economic studies, 80(4), 1384-1421. https://academic.oup.com/restud/article-abstract/80/4/1384/1579342
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1  Estudiante de economía de cuarto semestre. Contacto: mfecheverv@eafit.edu.co​
2 Estudiante de Economía de séptimo semestre. Contacto: snavasg@eafit.edu.co​
3  Estudiante de maestría en economía.Contacto: msuare22@eafit.edu.co​​
Última modificación: 03/11/2021 15:55

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