Investigadores eafitenses buscan refinar, con datos precisos, el proceso de toma de decisiones de los entes gubernamentales del Valle de Aburrá, para la
Se trata de la iniciativa
ExPoR2 (Investigación Regional sobre Exposición a Contaminantes, por sus siglas en inglés), que fue galardonada en diciembre pasado con un estímulo económico otorgado Colciencias, tras ser seleccionada por el comité de expertos como una de las investigaciones más sobresalientes en la última convocatoria de la entidad.
En este programa, que comenzó a desarrollarse en febrero de 2020, participan profesores y estudiantes de pregrado y posgrado de las escuelas de Ciencias e Ingeniería de la Universidad; además de investigadores y estudiantes de la Universidad de Antioquia, de la Fundación Universitaria del Norte y de la Universidad CES. Su objetivo es construir un modelo que permita determinar la cantidad de contaminación a la que están expuestas las personas del Valle de Aburrá, de acuerdo con su ubicación geográfica y las actividades que realizan.
La investigación, que es predecesora del proyecto
MaUi (Medellín Air Quiality Iniciative), también impulsado por
EAFIT y la Universidad de Antioquia, está basada en un
modelo matemático predictivo mediante el cual es posible conocer cómo viaja el material particulado a través del aire. Este modelo será usado dentro de la investigación para, entre otras cosas, desarrollar una nanofibra que permita capturar los compuestos contaminantes y analizar su composición, con el objetivo de calcular el daño molecular que produce en el ecosistema.
ExPoR2 busca, además, entregarle sus resultados a los entes gubernamentales, con el objetivo de que estos sirvan para crear nuevas políticas públicas
que disminuyan la exposición a los agentes contaminantes con la utilización de nuevas medidas de anticipación, atención y monitoreo. Olga Lucía Quintero Montoya, doctora en Ingeniería de Sistemas de Control y docente investigadora del programa, comenta que la iniciativa surgió de una reunión informal entre colegas de distintas áreas, pero que compartían una misma preocupación a causa de las alertas por contaminación que se han presentado en la región.
Quintero señala que “el valor científico de esta investigación es la interdisciplinariedad, debido a que incluye matemáticos, biólogos e ingenieros, lo cual demuestra que en la ciencia no hay nada aislado”. La docente resalta también que otro de los elementos diferenciales de este programa es el análisis de los compuestos a nivel molecular, factor que hasta ahora no se había tenido en cuenta en iniciativas de este tipo.
Otro de los docentes eafitenses encargados del programa es
Nicolás Pinel Peláez, doctor en Microbiología,
quien fue el encargado de trasladar el enfoque de la investigación hacia los ecosistemas, para conocer el grado de contaminación al que se exponen las personas, y no enfocarse exclusivamente en el modelo matemático. “Se sabe que la contaminación atmosférica es una de las principales causas de muerte, debido a que crea las condiciones para que surjan muchas afectaciones como problemas respiratorios, cardiovasculares y oncológicos”, comenta.
Pinel explica que es fundamental conocer cómo circulan los compuestos más dañinos con el propósito de entender cuáles son los grupos poblacionales más expuestos, dado a que puede ser incluso más perjudicial permanecer en un lugar de baja exposición, que transitar solo diez minutos al día por un lugar de alta exposición.
Esta investigación refleja la consolidación de esfuerzos que se ha logrado desde distintas escuelas para establecer el tema de la contaminación atmosférica como uno de los grandes focos de investigación de la
Universidad EAFIT, obteniendo el reconocimiento de Colciencias y el apoyo de otras entidades como la Fuerza Aérea Colombiana para la realización de experimentos en el aire, en tiempo real.
Para finalizar,
una de las proyecciones que tiene ExPoR2 es la de integrar los resultados de la investigación a una aplicación móvil que permita a sus usuarios conocer, en tiempo real, qué tan expuesto están a la contaminación; al igual que hacer un trabajo de apropiación social en niños y padres con el que puedan aprender sobre nanotecnología, química y biología molecular a través de un personaje de ficción llamado Hermilda, la ratona.