La Línea, concebida en 1987, reúne un conjunto de esfuerzos institucionales de investigación y desarrollo relacionados con el uso del computador como medio de apoyo a la docencia. Además, está integrada por un equipo interdisciplinario de ingenieros de sistemas, pedagogos, profesores y estudiantes de la Institución, quienes realizan proyectos investigativos y de aplicación académica, por ejemplo, tutoriales, cursos asistidos por computador, juegos, simuladores, entre otros.
Hacer parte de esta iniciativa significó para Walter la oportunidad de “tocar” por primera vez un computador y, además, navegar en Internet: “Fue muy emocionante, tanto que nos manteníamos en el colegio aprendiendo y no teníamos tiempo de estar en la calle”. Pero más que acceder a un computador, las actividades iban más allá y este estudiante conoció también sobre el trabajo colaborativo, con base en roles, que le permitió relacionarse con alumnos de otros colegios del mundo e intercambiar saberes con los profesores.
Como líder del Club de Tecnología de su colegio, Restrepo empezó a visitar otros planteles para contar dicha experiencia: “Hice mi primer viaje en avión, a Bucaramanga. A través de correo electrónico hice contactos con gente de otros países. Entendí el término globalización. Conexiones me enseñó a abrirme al mundo. Aprendí lo que era estudiar y pensé en cursar una carrera”.
De esta manera, así como a Walter a través de Conexiones, la Línea comenzó a impactar a estudiantes, docentes, directivos, padres de familia y comunidades. “El foco siempre fue trabajar por proyectos colaborativos que eran vitales para el aprendizaje y determinaban claramente la filosofía de trabajo de Conexiones”, asegura María del Rosario Atuesta Venegas, investigadora de la Línea.
Estos proyectos colaborativos contribuían a usar la tecnología para conectarse con gente de otros países. “Íbamos a cada institución para recoger y llevar los correos electrónicos que movíamos a través de disquetes, ya que las instituciones no tenían la posibilidad de tener conectados los computadores a Internet. ¡Nosotros éramos el coreo!", recuerda la profesora Atuesta.
De esta manera, Conexiones se convirtió en el primer proyecto de la Línea que tuvo impacto institucional, local, nacional e internacional, y marcó el camino para la innovación educativa con TIC.
Además, Conexiones lideró actividades estudiantiles asociadas con el uso de TIC, entre las que se destaca, en 1999, el Concurso de cuentos en la red: un país mágico, apoyado por la Unesco y dirigido a los estudiantes de los planteles Conexiones. En 2000, el proyecto fue finalista en el Stockholm Challenge Award (categoría Educación), Suecia, y en el Junior Challenge Award, Roma (Italia).
Repetir el ciclo
En 2003, el Ministerio de Educación Nacional (MEN) los convocó para replicar el modelo Conexiones en todo el país. A partir de esta experiencia, la Línea y el MEN dieron vida al Portal Educativo Colombia Aprende, así como al Plan Nacional de Medios y Nuevas Tecnologías entre 2003 y 2010.
Con este Plan se creó el primer congreso, ciento por ciento virtual, en proyectos colaborativos. Este evento dirigido a docentes congregó durante dos semanas a más de 8.700 personas de 35 países. Colombia representó el 60 por ciento de la participación con una cobertura de 620 municipios y 32 secretarías de educación.
En 2012 se plantearon un nuevo reto con el Plan Digital Teso, que los investigadores de la Línea ven como una nueva etapa del modelo Conexiones, orientado a las instituciones educativas del municipio de Itagüí.
Para Claudia Zea, coordinadora de la Línea, Teso va más allá del uso de la tecnología y busca generar en esa localidad una cultura de innovación y de aprendizaje a lo largo de la vida, “aprender a aprender, en una cultura de innovar, de explorar y de nuevas propuestas y transformaciones”.
Mientras implementaban este Plan, en 2015 se repitió una situación similar a lo ocurrido con Conexiones: el Ministerio de Educación Nacional les propuso que Teso se expandiera a todo el país como parte del Plan Nacional Colegio 10 TIC que, en la actualidad, trabaja la Línea de I+D en Informática Educativa.
Con este proyecto se quiere lograr un “uso apropiado e inteligente de la tecnología en los procesos de la educación básica y media, que generen impactos a corto, mediano y largo plazo en las competencias básicas y del siglo XXI de nuestros estudiantes, y en la calidad educativa en general”, afirma Carlos Lugo Silva, jefe de Innovación Educativa del Ministerio de Educación.
De esta manera, manifiesta Lugo Silva, EAFIT no solo ha demostrado brindar educación superior de calidad, sino que a través de los servicios de innovación e investigación aporta a las buenas prácticas de la educación preescolar, básica y media.
Laboratorio para la educación en Colombia
Walter Restrepo, quien se benefició con la Línea cuando era estudiante de colegio en Itagüí, hoy está cerca de graduarse como abogado, trabaja con esta desde 2014 y se siente muy motivado al poder aportar en esta iniciativa que, según él, le abrió la visión: “Trabajar con gente es un reto importante y es una tarea que me quedó, porque si uno se queda con el conocimiento no hace nada, se trata de replicar”.
Así como a Walter, los proyectos de la Línea han impactado a cerca de 100.000 estudiantes de educación básica, alrededor de 18.000 docentes y 2.000 directivos en más de 1.200 instituciones educativas en el país.
Por todo lo anterior, afirma el rector Juan Luis Mejía Arango, “la Línea se ha convertido en un laboratorio de un gran impacto en la educación colombiana, en relación con las nuevas tecnologías. No solo ha impactado de manera profunda en la sociedad, sino que también ha contribuido al mejoramiento pedagógico del quehacer de la Universidad EAFIT”.
A esto se suman las propuestas de la Línea que se han divulgado en más de 300 eventos nacionales e internacionales, así como más de 70 proyectos de investigación aplicada. (Ver ‘Proyectos destacados de la Línea de I+D en Informática Educativa’).
Además, su labor ha sido reconocida en el exterior por entidades como la Unesco, InfoDev del Banco Mundial y el International Development Research Centre (IDRC), que han financiado algunas iniciativas.
Respecto a todos estos logros y aportes institucionales para el avance de la informática educativa en Colombia, el Rector recuerda que no en vano la Universidad ha sido una de las pioneras en el país en el área de sistemas.
Un camino que comenzó en 1971 cuando se dio el salto de escuela a universidad y, específicamente, con la creación de Ingeniería de Sistemas (1976), “vocación que se mantuvo también con la llegada de Internet a Colombia gracias a las universidades de los Andes, del Valle y EAFIT. Desde entonces, una de las preocupaciones y, tal vez, una de las líneas más ricas en el área de Ingeniería de Sistemas en la Institución ha sido la que se ocupa de la relación entre nuevas tecnologías y educación”, puntualiza el rector Juan Luis Mejía.
El origen
El origen de la Línea de I+D en Informática Educativa se remonta a 1985, cuando la estudiante Claudia María Zea Restrepo buscaba un tema novedoso para su proyecto de grado como ingeniera de sistemas.
El rector de esa época, Luis Guillermo Sanín Arango, se enteró e invitó a Claudia Zea y a sus compañeras María del Rosario Atuesta Venegas y Gloria Inés Maya Tobón, a quienes les propuso sistematizar los acetatos, ayudas didácticas de la época, de su curso de física estática.
La propuesta fue todo un reto, ya que en ese entonces la Universidad contaba con computadores Tandy 1000, TRS-80 Color Computer de Radio Shack y Apple IIe, muy complejos para programar.
“Durante todo este tiempo se ha tratado de mantener el foco en la pregunta de cómo las TIC pueden transformar la educación sin perder de vista la problemática real del país”: Juan Guillermo Lalinde.
De esta manera, comenzaron a investigar sobre las potencialidades del computador como instrumento que permitiría, a través del desarrollo de software educativo, facilitar aprendizajes y mejorar el proceso de trasmisión del conocimiento. Así construyeron 10 módulos para el curso Estática asistido por computador (Cestac), para los programas de Ingeniería Civil, Mecánica y Producción.
El proyecto avanzaba y, con esto, la necesidad de saber de educación e implementar metodologías y pedagogías, temas en los que contaron con el apoyo de los profesores Santiago Correa y Héctor Jairo Gómez Montoya. La asesoría en diseño instruccional estuvo a cargo de Bernardo Restrepo, quien era asesor del Ministerio de Educación Nacional.
Por su parte, la ingeniera Silvia Eugenia Sierra Botero apoyó los temas tecnológicos, y los profesores Rodrigo Osorio Mora y Germán Concha Reina aportaron en el diseño de los contenidos y llevaron los desarrollos a los cursos de Estática.
Paralelamente, el rector Sanín Arango manifestó la necesidad de un curso para capacitar a los docentes de la Universidad en pedagogía con el uso del computador. Así surgió el Curso Multimedial de Docencia Universitaria (Cumdedun), el primero de carácter virtual diseñado para formar profesores mediante la estrategia de aprendizaje individualizado.
Paso a paso, los docentes de EAFIT comenzaron a incorporar las TIC para crear nuevos productos para sus cursos. Así es como más de 70 de profesores diseñaron tutoriales, simuladores, solucionadores de problemas y juegos, insumos que se agruparon en la Serie Tutor, recuerda la investigadora Claudia Zea.
De esta manera, en 1987 nace oficialmente la Línea I+D en Informática Educativa, que en 2017 conmemora tres décadas de investigación e innovación con un evento académico en el que esperan reunir a los tutores internacionales que los han acompañado en las distintas experiencias, de países como Chile, Estados Unidos, Noruega y Canadá.
Proyectos destacados de la Línea de I+D en Informática Educativa
Investigadores
CLAUDIA MARÍA ZEA RESTREPO
Ingeniera de Sistemas, Universidad EAFIT, y magíster en Educación, Universidad de Antioquia. Es profesora del Departamento de Sistemas de EAFIT. Directora del Grupo de Investigación, Desarrollo e Innovación en Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (Giditic). Coordina la Línea de I+D en Informática Educativa. Ha sido científica visitante en el Institute for Human & Machine Cognition (IHMC).
MARÍA DEL ROSARIO ATUESTA VENEGAS
Ingeniera de Sistemas y magíster en Ingeniería Informática, Universidad EAFIT. Es profesora titular de EAFIT, donde integra la Línea de I+D en Informática Educativa y el Grupo de Investigación, Desarrollo e Innovación en Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (Giditic). Coordina la especialidad de Tecnologías de Información para Educación en la maestría en Ingeniería.
GLORIA PATRICIA TORO PÉREZ
Licenciada en Didácticas y Dificultades del Aprendizaje Escolar, Fundación Universitaria (Ceipa); magíster en Educación, Universidad de Antioquia. En la actualidad es candidata a doctora en Didáctica de las Matemáticas y de las Ciencias, Universidad Autónoma de Barcelona (España). Integra la Línea de I+D en Informática Educativa y el Grupo de Investigación, Desarrollo e Innovación en Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (Giditic).
DIEGO ERNESTO LEAL FONSECA
Ingeniero de Sistemas y Computación y magíster en Ingeniería de Sistemas y Computación, Universidad de los Andes. Integra la Línea de I+D en Informática Educativa y el Grupo de Investigación, Desarrollo e Innovación en Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (Giditic).
JUAN GUILLERMO LALINDE PULIDO
Matemático, Universidad Nacional de Colombia (sede Medellín); ingeniero de sistemas, Universidad EAFIT, y doctor en Telecomunicación, Universidad Politécnica de Valencia (España). Profesor-investigador y director científico del Centro de Computación Científica Apolo de EAFIT. Integra la Línea de I+D en Informática Educativa y el Grupo de Investigación, Desarrollo e Innovación en Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (Giditic).
ÁNGELA MARÍA SÁNCHEZ GÓMEZ
Coordinadora del postítulo en Informática Educativa de la Universidad. Asistente administrativa y financiera de la Línea de I+D en Informática Educativa. Coordinadora de Proyectos Cofinanciados, de la Dirección de Investigación de EAFIT.