PEAK Urban trajo 40 posdoctores a Medellín

Septiembre 10, 2020

El encuentro académico PEAK Retreat Medellín 2020 estudió tres territorios con experiencias exitosas de intervención urbana. Hizo parte del programa Peak Urban, investigación en la que participan universidades de China, Sudáfrica, Reino Unido, India y, por Colombia, EAFIT.

El reto está planteado. El desafío es claro. Cómo mirar la ciudad moderna, con sus particularidades y con sus complejidades, desde una óptica interdisciplinaria. Una visión que se alimente desde diferentes saberes e intereses y desde la experiencia adquirida en muchos lugares del mundo. Todo esto para crear capacidad cualificada para la toma de decisiones sobre el futuro de las ciudades. Además, generar nuevas investigaciones basadas en la lógica de la complejidad urbana y aumentar la capacidad de las ciudades para comprender y planificar su propio futuro.

Ese es el objetivo del proyecto PEAK Urban, una investigación financiada por el UK Research and Innovation (Reino Unido) y liderado por la Universidad de Oxford, en alianza con la Universidad de Pekín (China), Universidad de Cape Town (Sudáfrica), Indian Institute for Human Settlements (India) y la Universidad EAFIT, que participa con investigadores adscritos al grupo de investigación Research in Spatial Economics (Rise), de la Escuela de Ciencias, y al Centro de Estudios Urbanos y Ambientales (Urbam).

Esta es una investigación sin precedentes en la que además de contar con cerca de 40 investigadores posdoctores de diferentes partes del mundo, se invierten
cerca de 28.000 millones de pesos para profundizar el conocimiento científico, estudiar y proponer soluciones en el proceso de urbanización de las ciudades en países en vía de desarrollo pertenecientes al Sur Global y en los fenómenos asociados que impactan el crecimiento de las urbes.

Cinco grandes iniciativas

Esta fase del proyecto deberá terminar en 2021 y durante la etapa final del proceso se publicarán los hallazgos en revistas académicas internacionales. Los siguientes son los cinco proyectos de investigación de EAFIT en PEAK Urban, cada uno a cargo de un posdoctor de la Institución:

Desafíos económicos de las ciudades latinoamericanas: una visión disruptiva de cómo abordarlas.

Morfología urbana del desplazamiento.

La forma urbana y su impacto en el desarrollo sostenible.

Pasado, presente y futuro del crecimiento de la huella urbana de las ciudades latinoamericanas.

Ciudades de transición en el Sur Global: gobernanza y relaciones de poder en Medellín.

Con esta premisa, 40 posdoctores que hacen parte del proyecto PEAK Urban visitaron, entre el 3 y el 7 de febrero de 2020, tres territorios definidos como experiencias exitosas de intervención urbana en Medellín: el barrio Moravia, la consolidación habitacional en las orillas de la quebrada Juan Bobo (en el sector Nororiental de la ciudad) y la Comuna 13 (en la parte occidental de esta capital).

En estos tres sectores, los investigadores realizaron trabajo de campo guiado por líderes de la comunidad e investigadores líderes de PEAK en lo que fue el encuentro académico PEAK Retreat Medellín 2020.

La academia en terreno

Positivas, desde diferentes miradas interdisciplinarias, fueron las conclusiones iniciales que dejó el PEAK Retreat Medellín 2020 que se efectuó en los territorios mencionados y en el campus de EAFIT.

El certamen fue el segundo de este tipo dentro de PEAK Urban, el primero fue en Bangalore (India), y centró su agenda en dos actividades principales. “En la primera, más académica, los profesores senior ofrecieron clases a los investigadores posdoctores sobre la forma de comunicar los resultados de la investigación al público general, cómo redactar propuestas de sus líneas de trabajo para obtener recursos externos y la importancia de cómo escribir colaborativamente desde diferentes disciplinas y especialidades, entre otros aspectos”, expresó Juan Carlos Duque Cardona, coordinador del grupo Rise y líder de PEAK Urban por parte de la Universidad EAFIT.

En la segunda parte de la agenda se conformaron tres grupos con un número equivalente de investigadores de diferentes disciplinas y áreas de trabajo. Tras las visitas y la interacción con líderes sociales y la comunidad en terreno, los investigadores regresaron a EAFIT para poner en común esos trabajos de campo y sus respectivas miradas.

Las vivencias fueron expuestas, el viernes 7 de febrero pasado, en un panel abierto a líderes de los barrios, representantes del gobierno local, medios de comunicación y a la comunidad académica en general.

“Queremos seguir trabajando con EAFIT. Hay una excelencia en la investigación y doy las gracias por todo el trabajo realizado durante esa semana en Medellín”. Michael Keith, director del Centro sobre Migración Política y Sociedad de la Universidad de Oxford e investigador principal de Peak Urban. 

Organizaciones sociales, protagonistas

Además, la visita de los investigadores recordó que las comunidades tienen iniciativas y que esas acciones no son solo de los gobiernos locales, desde el punto de vista técnico. Por ello, destacaron que los espacios de discusión, socialización y participación se constituyen en el mecanismo de superación de estas tensiones, las cuales no se resuelven en el corto plazo. Sin la comunidad, no funcionarían las iniciativas. Ejemplos exitosos de intervenciones comunitarias en estos territorio son: 

Comuna 13

Colectivo Agroarte y Partido de las Doñas.
El primero está conformado por personas del campo que llegaron a Medellín víctimas del desplazamiento forzado y que trabajan en el intercambio de semillas y plántulas.
Entre tanto, el Partido de las Doñas es una agrupación de mujeres que han sufrido diferentes formas de violencia y que buscan mostrar la importancia de estar unidas para superar el miedo.

Quebrada Juan Bobo

La Corporación Convivamos es una organización comunitaria que nació en 1990 y que “promueve el fortalecimiento del movimiento comunitario, el desarrollo local y los derechos humanos en diferentes comunas de Medellín”, según explica su sitio web.

Moravia

Movimiento Moravia Resiste, creado en 2018 ante la propuesta de la administración municipal de desarrollar un proyecto de renovación urbana que, según la comunidad, afectaría en forma negativa el sector.

Otro aspecto destacado es que las acciones emprendidas por las mujeres, como representantes de las comunidades, son claves para llevar a cabo las iniciativas de consolidación de los territorios.

Esto solo por mencionar algunas de las conclusiones a las que llegaron los investigadores, ya que la dinámica de la actividad se enfocaba en ofrecerles una experiencia personal con los territorios para entender cómo las perspectivas y acercamientos académicos impactan la vida de quienes los habitan. Según los posdoctores, es importante iniciar conversaciones y darse cuenta de las distintas realidades y maneras de entender las intervenciones como exitosas o no.

El resultado macro

Para el profesor Duque, “se puede aprender mucho de casos como los que abordamos. Sin embargo, tal vez más importante es identificar los retos que resultan de intervenir los territorios, muchos de ellos no anticipados. ¿Cómo prepararse para lo que viene después? ¿Cómo involucrar más a los habitantes del territorio? ¿Cómo construir redes que hagan estos territorios más resilientes?” “Pienso que el tiempo que pasaron los investigadores y la interacción con profesionales de otras disciplinas fue muy enriquecedor”, aseguró Francisco Obando, investigador en Política Pública y Urbanismo adscrito a la Universidad de Oxford.

Y anotó: “Además, el salir a las diferentes zonas y conocer las comunidades les da una visión de la problemática real y más ideas para abordar sus investigaciones. La experiencia fue invaluable por el trabajo en grupo y saber cómo se comprenden las ciudades desde diferentes miradas”.

Desde el Comité Directivo de PEAK Urban se destacan los resultados conseguidos por los investigadores durante este año de trabajo al lograr un discurso unificado, lo que es muy halagador por lo presentado en el Retreat 2020.

“Fue una muy buena experiencia por la forma en la que se manejaron los páneles que se hicieron en el campus durante las jornadas de socialización los cuales reflejaron un avance concreto de esta cohorte de posdoctores que hacen parte del proyecto”, agregó el profesor Duque. 

El grupo de invitados internacionales en EAFIT. Foto: Róbinson Henao.

De estas jornadas de trabajo, a la Universidad EAFIT le queda un grupo de posdoctores que están asentados en el campus con toda la experiencia que brinda trabajar en un proyecto multidisciplinario como PEAK Urban, sin antecedentes en el país y la región por la calidad de las instituciones involucradas, la valía de los investigadores y por el capital económico con el que cuenta.

Para Juan Luis Mejía Arango, rector de EAFIT, fue un motivo de orgullo contar durante una semana con las delegaciones de investigadores del proyecto: 

“En Medellín estamos reescribiendo la ciudad como en un palimpsesto. Esa es la metáfora más importante que tenemos de una urbe como esta. Reescribimos una ciudad nueva sobre problemas sociales que no se resolvieron definitivamente. En estas ciudades hay más sociedad que Estado. Valoramos y agradecemos este proceso que se lleva con PEAK Urban porque compartir problemas de estas ciudades del Sur Global nos permite incorporar nuevas ideas para mejorar el bienestar de los ciudadanos”

Y a la institución, como centro académico, formativo y de pensamiento, le quedan muchos aspectos positivos. Entre ellos dejar clara la intención de trabajar en proyectos futuros similares a PEAK Urban con universidades de distintas partes del mundo, ante la comunidad académica internacional. Y, claro está, hacerparte en una nueva fase de este proyecto después de 2021.

Autores

Rafael González Toro

Colaborador.

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Crece la cosecha de patentes

Septiembre 10, 2020

Proteger las invenciones y productos resultado de avances investigativos es un propósito institucional. Estos son los nuevos desarrollos que obtuvieron patentes y que son producto del esfuerzo eafitense y de sus aliados en los sectores empresarial, gubernamental y académico.

Estos ladrillos no se pegan con cemento, se entrelazan

 Como si se tratara de fichas de lego o de bloques plásticos de un juego de construcción, pero con su propia ciencia y complejidad, investigadores crearon unos ladrillos que no necesitan cemento ni ningún tipo de pega para adherirse, basta entrelazarlos para que queden juntos y permitan la construcción de una estructura resistente.

Ese modelo de ensamblaje recibió dos patentes este año. “Las geometrías o la forma de trabar los ladrillos de las dos propuestas patentadas son completamente diferentes, pero cumplen la misma función: trabar y entrelazar las piezas de ladrillo de manera que un muro construido sea capaz de soportar las cargas a las que normalmente se somete”, comenta Juan Diego Jaramillo Fernández, profesor del Departamento de Ingeniería Civil de EAFIT y uno de los creadores de esta innovación.

Ambos mecanismos tienen como base ladrillos de arcilla cocida que, por su geometría, pueden entrelazarse y resistir cargas frontales y laterales.


Este es el diseño novedoso de los ladrillos. En la invención participaron importantes entidades nacionales

En esa línea, pueden utilizarse en la construcción de edificaciones de uno o dos pisos y como muros divisorios en el interior de edificaciones.

Los sistemas patentados tienen mejores prestaciones sismorresistentes, es decir, mejoran el desempeño de las estructuras ante eventos sísmicos, ya que los muros pueden transmitir las cargas o las fuerzas de un movimiento de la Tierra hacia las vigas superiores, inferiores y columnas de una edificación.

De igual forma, tienen ventajas como la disminución de los tiempos de construcción, la reducción de las curvas de aprendizaje del personal encargado de usarlos y, como no se requiere pega, el proceso es más limpio, barato y eficiente.

Electroimán para usos académicos e industriales

 Estudiar las propiedades de los materiales magnéticos que pueden ser utilizados como materia prima en sectores académicos e industriales  es  el  objetivo de este electroimán ideado por investigadores de la Universidad EAFIT.

La invención puede aplicarse para estudiar las propiedades magnéticas de materiales micro y nanoestructurados, utilizados para la fabricación de  tecnologías  que requieran imanes en diferentes dimensiones como, por  ejemplo, parlantes, motores eléctricos y discos duros de los computadores.

Este dispositivo puede alcanzar un campo magnético similar al de sus referentes comerciales más cercanos, pero con un menor consumo de potencia y menores dimensiones, gracias a un diseño estructural muy específico soportado por leyes físicas del electromagnetismo.

El electroimán permite obtener las curvas de histéresis para estudiar las propiedades magnéticas de los materiales y caracterizar materias primas,  tales como partículas de hierro en escala micro y nanométrica.

Imagen Noticia EAFIT
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Este es el diseño novedoso de los ladrillos. En la invención participaron importantes entidades nacionales.

El electroectroimán está oficializado con la resolución número 929 del 21 de enero de 2020 de la Superintendencia de Industria y Comercio.

Además, puede separar materiales magnéticos  para  descontaminar  diferentes tipos de materiales usados en procesos industriales.

Todo esto es  posible por las novedades de este electroimán dipolar tipo H, de sus polos, su núcleo magnético y sus bobinas. La principal es la geometría, ya que con la forma del circuito magnético (bordes redondeados y no rectos) se logró incrementar la densidad del flujo magnético, explican los investigadores.

El electroimán alcanza un campo magnético uniforme de aproximadamente 1.6 T (Teslas), campo que es superior al que se puede obtener con el modelo comercial disponible en el Laboratorio de Instrumentación y Espectroscopía de la Universidad.Para la obtención de la patente, los investigadores contaron con el apoyo de la Fundación Educación Suiza y del ecosistema de Innovación de EAFIT.

Prótesis a la medida para pacientes con afectación en la articulación mandibular

El dispositivo es una prótesis total de la articulación temporomandibular (situada entre la mandíbula y el hueso temporal del cráneo) que permite realizar movimientos de lateralidad de la mandíbula. Esa es una característica que no tienen los implantes que se comercializan en la actualidad.

De acuerdo con los investigadores que la desarrollaron, simular el movimiento mandibular es desafiante, por lo que el reto fue reproducirlo de la manera más precisa posible. El dispositivo tiene un diseño que también permite el cambio de la superficie articular sin afectar el resto de la prótesis. Fue creada por ingenieros de EAFIT y médicos cirujanos de la Universidad CES integrantes del Grupo de Investigación en Bioingeniería (GIB).

El dispositivo es parte del portafolio de Smartbone, spin off impulsada por EAFIT que diseña aparatos biomédicos e implantes cráneo-maxilofaciales a la medida de los pacientes y que utiliza materiales biocompatibles y tecnología de impresión tridimensional.

 

Una innovación de la prótesis es que permite a quienes la tengan implantada realizar movimientos de lateralidad.

Dispositivos que facilitan procesos,en especial, en minería aurífera

Las dos patentes de invención en el área de ingeniería son desarrollos tecnológicos susceptibles de ser aplicados a diversos sectores de la industria, en particular aquellos dedicados a la minería de oro.

Los dispositivos fueron creados por los investigadores Diego Andrés Acosta Maya y Carlos Alberto González Mejía, integrantes del grupo de investigación en Desarrollo y Diseño de Procesos (DDP) de EAFIT, con el apoyo de la Dirección de Innovación de la Universidad. Las dos invenciones constituyen equipos independientes con sus propias particularidades dentro del estado del arte tecnológico, los que se complementan en su función.

En el caso de emplearse para la extracción del oro, el reactor multifásico es el encargado de crear la solución enriquecida –sea de oro u otro líquido–, sustancia que pasa luego al dispositivo de dosificación, con el que se suministra otro mineral como el zinc para hacer la recuperación del metal precioso.

 

El investigador Diego Andrés Acosta ha participado en la creación de cuatro productos que recibieron patentes durante el último año. Foto: Róbinson Henao.

 

"No solo funciona para esto. Hay otras aplicaciones para tratamiento de aguas y para reactores de polimerización. Esto ahorra mucho en equipos porque es un proceso demasiado simple”, manifiesta el investigador Diego Andrés Acosta.

El Grupo de Investigación en Desarrollo y Diseño de Procesos “busca la creación de nuevos productos de alto valor agregado y enfocados en el aprovechamiento de la diversidad colombiana. Además, implementa, desarrolla y aplica nuevas herramientas de aprendizaje para el desarrollo y diseño de procesos y productos”.

​Sistema tipo báscula ayuda a cultivo de microalgas a transformar dióxido de carbono

Un mecanismo que utiliza la fuerza de gravedad y la energía  solar  ayuda  a  ser  más eficiente y sostenible un cultivo de microalgas en una importante tarea que realizan esas plantas: capturar el gas dióxido de carbono (CO2).

La patente de este dispositivo, llamado Mecanismo basculante de bombeo, la comparten el ingeniero David Vallejo Mejía y EAFIT. Consiste en un engranaje que funciona como una báscula: un cilindro que cae por su peso y, en ese movimiento, impulsa  a  otro  cilindro  hacia  arriba.

El sube y baja genera las burbujas necesarias para mantener vivas a las microalgas que capturan y transforman el dióxido de carbono.

Aunque pueda parecer algo simple e intuitivo, tomó tiempo descubrir cómo lograr que el sistema funcionara según lo planeado. El desarrollo del cultivo comenzó en el año 2010 entre EAFIT y la empresa Argos.

El ingeniero Vallejo ideó este mecanismo para disminutir el consumo de energía que permitía generar el oxígeno que se requiere en la red de cilindros en que están metidas las microalgas.

 

Autores

Revista Universidad EAFIT.

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Oportunidades y debilidades para el campo colombiano

Septiembre 10, 2020

Jorge Enrique Bedoya Vizcaya. Presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC).

Colombia puede convertirse en una potencia en producción agropecuaria porque tiene muchas condiciones favorables para lograrlo. Para empezar, la frontera agrícola del país es de 40 millones de hectáreas de las cuales solo se están utilizando siete, es decir, posee un potencial muy importante representado en buena cantidad y calidad de tierras y aguas.

Una de las ventajas que tenemos, y que de pronto puede sonar demasiado holística, si se permite la expresión, es la resiliencia del pueblo colombiano. El campo fue tal vez el sector más afectado por la violencia debido a medio siglo de conflicto armado, al terrorismo, presencia del narcotráfico, de bandas criminales...

Y a pesar de eso, tiene una producción que, en muchos casos, es competitiva en el ámbito internacional, pero que igualmente ha demostrado liderazgo para llegar a la mesa de los colombianos.

Eso se debe a la tenacidad de la gente, por lo que yo apelo a esa primera característica como una de las mayores ventajas del país. Lo segundo es que tenemos dos costas, más de cinco puertos marítimos grandes, una infraestructura de aeropuertos en la que hemos avanzado, por lo que ahí está una opción enorme de llegar a los mercados internacionales. Tercero, la democracia colombiana es vibrante, obviamente con los problemas que todos conocemos; pero es un sistema que respeta el derecho a la propiedad privada y eso facilita la inversión nacional y la presencia de la inversión extranjera.

Tenemos muchas dificultades, pero menciono las más críticas y están en lo que en la SAC hemos llamado “la deficiencia de los bienes públicos rurales”. Una de las restricciones más complejas es la falta de carreteras: el país tiene 175.000 kilómetros de vías terciarias para esos 40 millones de hectáreas y solo el 10 % está en buen estado. Esa falta de comunicación entre lo rural y urbano, si no se resuelve, va a ser un cuello de botella que siempre tendremos como lastre.

Otro punto es la conectividad de internet y la señal de telefonía celular para dispositivos inteligentes porque hoy, más que nunca, debemos impulsar para que lleguen la educación, la telemedicina, las nuevas tecnologías que apoyan la producción agropecuaria...

En conjunto, esos factores son clave para permitir la buena calidad de vida de los habitantes rurales. El momento actual ha permitido que el mundo urbano esté dando una mayor importancia a lo que pasa en la ruralidad.

En ese marco, las univesidades, junto a otras entidades como el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) y los gremios de la producción pueden jugar un papel interesante en el empeño de impulsar el campo colombiano a niveles superiores.

La educación puede fortalecer a quienes trabajan en el campo, a los emprendedores nuevos y futuros, en tanto la investigación científica conduce a la mejora de tecnologías para que podamos hacer un campo más productivo y rentable.

Otro problema es la alta tasa de informalidad laboral, una restricción que se puede volver una oportunidad: la mano de obra de la ruralidad se ha envejecido, los jóvenes se han ido para las ciudades y la tasa de informalidad laboral es del 86 %. Esto último tiene solución en una serie de reformas sencillas que requieren la decisión política por parte del Estado. Si se resuelven estos cuellos de botella, sumados a la resiliencia mencionada y a las fortalezas institucionales, podemos dar un impulso fuerte.

En este marco, todos los subsectores agropecuarios tienen una gran oportunidad porque Colombia tiene una clase media emergente y eso significa que consume productos de mayor valor agregado. Asimismo, nuestra ubicación  en  el  trópico  permite  la  producción de muchos alimentos y frutas que son una maravilla no solo para el mercado doméstico sino para el internacional. Y en este último, con los acuerdos comerciales que hemos negociado, hay oportunidades para todos los sectores de la producción agropecuaria.

El mercado interno como lo conocemos en Colombia, donde la fruta, los hortalizas y las proteínas de origen animal son principales en la dieta alimentaria, representa oportunidades y nichos de mercado a los que se les puede apostar en función de las regiones con vocación productiva. Eso redundará en la generación de empleo, bienestar, divisas por vía de las exportaciones y una mejor nutrición para nuestra población.

Frente a los temas de la seguridad jurídica de la propiedad rural tenemos un proyecto de ley que trabajamos con el gobierno anterior y que este gobierno adoptó. Es el proyecto de Ley de Tierras que, sin embargo, no ha sido discutido por el Congreso de la República: la Comisión Quinta del Senado lo dejó morir en el período previo al comienzo del nuevo gobierno y hasta el momento no se ha movido.

Esa ley daría claridad jurídica en relación con temas como la expropiación de tierras, la claridad para los ocupantes de buena fe y la extinción del derecho de dominio por inexplotación, por mencionar algunos puntos álgidos. Pero el país también debe trabajar en los sistemas de titulación de tierras y en la identificación de los baldíos de la Nación.

De ese modo, además de ir de la mano de la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, se permitirá que campesinos sin tierra se vuelvan propietarios y, por esa misma vía, tener una ley de crédito que favorezca a la ruralidad en su conjunto. Si juntamos todas las posibilidades y potencialidades, el campo dará un salto muy importante porque es un territorio promisorio para el desarrollo.

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Ciencia, tecnología e innovación para dinamizar relaciones en el entorno

Enero 26, 2022

Bienvenidos a la nueva edición de la Revista Universidad EAFIT, con la cual los invitamos a conocer los más recientes procesos y resultados de investigación de una institución que le apuesta al desarrollo científico y tecnológico. Antonio Copete, Vicerrector de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Universidad EAFIT.

Apreciados lectores de la Revista Universidad EAFIT – Descubre y Crea, en esta primera ocasión en que me dirijo a ustedes como vicerrector de Ciencia,
Tecnología e Innovación quiero agradecerles su interés en este trabajo de periodismo científico que busca recoger una muestra representativa de la riqueza intelectual de nuestra Universidad y presentarla de una manera pedagógica y atractiva para ustedes.

Al mismo tiempo, queremos que marque la apertura de una nueva era para el Ecosistema de Ciencia, Tecnología e Innovación (CTeI) de EAFIT en la que buscamos construir sobre lo construido en etapas anteriores y trazar un nuevo rumbo con la llegada de nuestra rectora Claudia Restrepo Montoya, acompañada de un renovado equipo directivo que quiere reimaginar nuestra Universidad desde sus fundamentos.

En esta era buscamos consolidar el Ecosistema de Ciencia, Tecnología e Innovación de EAFIT, anclado en la investigación como la actividad fundacional que busca definir y expandir las fronteras del conocimiento, pero que se afianza a través de las actividades de uso, transferencia y apropiación social del conocimiento, así como las de formación en capacidades y saberes en CTeI.

Para lograr su mayor potencial, estas actividades no deben ser vistas como aisladas e independientes entre sí, sino como interdependientes, en diálogo e interacción constante, desde la misma etapa de concepción de políticas, planes, programas y proyectos. En otras palabras, el éxito en una actividad de CTeI necesariamente contribuirá y requerirá del éxito en las otras.

Esta edición de la Revista Universidad EAFIT – Descubre y Crea encapsula en buena parte lo que me atrajo a hacer una apuesta personal por EAFIT y a convertirme en miembro de esta comunidad. Por una parte, recoge una muestra de la actividad científica e investigativa de nuestra Universidad, con una fuerte conexión a problemas tangibles de nuestra sociedad, a través de sus comunidades y organizaciones, en este caso con énfasis en las ciencias del cuidado, en el contexto de una pandemia que ha supuesto un gran reto para todos como humanidad.

En consonancia con lo que nos identifica, lo hace desde el abordaje de diferentes áreas del conocimiento, incluyendo la salud física y mental, las ciencias sociales, la economía, el medio ambiente, entre otros, conexiones que buscaremos seguir estimulando a través de una aproximación transdisciplinar a los retos que
presenta nuestra sociedad.

Esta revista busca abrir una ventana que estimule diálogos y conversaciones tanto dentro como fuera de nuestra institución sobre el rumbo de nuestro quehacer intelectual y su impacto en nuestro entorno. En la búsqueda de ese objetivo, quiero reafirmar el compromiso de la Vicerrectoría de Ciencia, Tecnología e Innovación de ser un catalizador y un vehículo para dinamizar estas actividades en nuestra comunidad, de cara a las organizaciones de diferente naturaleza con las que nos relacionamos con las cuales buscamos generar valor en diversas dimensiones.

Espero que encuentren este número tan estimulante como lo he encontrado yo y que no solo nos continúen leyendo, sino que nos hagan llegar todas las observaciones y aportes que busquen fortalecer el desarrollo de nuestra misión.

Autores

Antonio Copete

Vicerrector de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Universidad EAFIT

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Patentes: una clara evidencia del desarrollo científico y tecnológico de EAFIT

Enero 26, 2022

Diversos proyectos de la Universidad EAFIT siguen demostrando su compromiso con los desafíos del entorno. Agencia de noticias EAFIT.

Inspirados en la naturaleza y con el fin de alcanzar una mayor protección, flexibilidad y resistencia contra cargas explosivas de alta energía, investigadores de EAFIT y de la empresa Tecnologías Marte crearon un novedoso material sintético que se asemeja a las escamas de los peces.

Aplicaciones en productos industriales como chalecos antibalas y trajes antiexplosivos, el caso de unas plantillas para botas que absorben la energía de las minas antipersona, así como equipamiento deportivo que requiera de implementos de seguridad con estas características son algunas de las potencialidades de esta tecnología desarrollada por la spin off, un avance que es producto del asocio entre la Universidad y la empresa privada.

"Entendiendo cómo funcionan y qué beneficios tienen nos dimos cuenta de que las escamas son un sistema, una especie de grabado si se quiere en la piel del animal, que tiene la configuración de un material compuesto y que permite la protección contra el ataque de depredadores. Al estudiar esto, empezamos a trabajar en busca de materiales sintéticos que se parecieran a lo que fueran las escamas, buscando flexibilidad y disminución de peso en sistemas de protección balística", explica Alexander Ossa, doctor en Materiales Compuestos Particulados y coordinador del Grupo de Investigación en Materiales de Ingeniería de EAFIT.

El proceso comenzó desde el año 2011 cuando el grupo de investigación y Tecnologías Marte se encontraron trabajando de forma independiente en el diseño de subsistemas de blindaje, coincidiendo en convocatorias científicas para el desarrollo de nuevos dispositivos con este enfoque.

"Vimos que había sinergia porque estábamos en el desarrollo de materiales nuevos, muy enfocados a cargas de alta potencia en munición. Nosotros en ese momento estábamos diseñando lo que sería el desarrollo nacional de los pisos para el helicóptero Arpía y él estaba trabajando en biomimética, en absorber los impactos de explosiones", recuerda Javier Mauricio Betancur, gerente de Tecnologías Marte.

Así lucen los prototipos de los chalecos. Foto: Róbinson Henao.

Desde este momento, los inventores se conectaron y empezaron a buscar la financiación de un proyecto que tenía el objetivo de desarrollar blindajes biomiméticos, algo finalmente aprobado por Colciencias (actualmente Ministerio de Ciencias, Tecnología e Innovación).

"La invención es muy buena porque permite hacer varias cosas. Si se compara con blindajes del mismo nivel con un impacto de la misma fuerza, podemos bajar al mismo tiempo el peso del blindaje y la fuerza que llega al cuerpo
de la persona. Hemos visto que tiene aplicaciones en blindajes de vehículos y puede tener, incluso, aplicaciones en absorción de impactos de otro tipo, no solo disparos. En teoría, esto lo podríamos usar hasta para deportes extremos
o motocicletas".

Así lo destaca Javier Mauricio, quien señala que luego de recibir la patente la empresa continúa el proceso habitual de certificación y manufactura para comercializar los productos.

Basado en la bioinspiración

“Esta patente nos parece muy interesante por su concepto de bioinspiración y por cómo los investigadores tomaron los patrones y la inteligencia de la naturaleza para diseñar elementos de protección para hacer blindajes de todo tipo: chalecos, plantillas, insertos, placas para vehículos o helicópteros. Dada su versatilidad, desempeño y bajo peso es una tecnología con gran potencial”, afirma Sara Hernández Hernández, jefa de Transferencia de Tecnología y Conocimiento en Innovación EAFIT.

Con este dispositivo contra impactos, una de las posibles aplicaciones es el diseño de chalecos antibalas biomiméticos, que han evidenciado ser un sistema de protección no tan rígido como otros existentes en el mercado, es decir, con menor peso, mucho más flexible y cómodo para los usuarios, manteniendo a su vez un nivel alto de protección a impactos balísticos y antiexplosivos.

"Consiste en un material compuesto que es polimérico con unos grabados superficiales. Estos grabados se hacen dependiendo de la zona en la que se quiere que haya mayor flexibilidad. Este sistema de material lo hemos ensayado en chalecos antibalas y también desarrollamos unas plantillas antiexplosivos para minas antipersona. También está pensado para ser utilizado, por ejemplo, en puertas de blindaje de vehículos", comenta Alexander Ossa, profesor del Departamento de Ingeniería de Producción de EAFIT, quien se ha especializado en biomimética y en observar las ventajas evolutivas de la naturaleza para diseñar nuevos productos.

Una de las investigadoras que participó de este avance, la doctora en Ingeniería Susana Estrada, quien en el momento del desarrollo era estudiante de la maestría en Ingeniería de la Universidad, destaca las características de este dispositivo de protección que combina la rigidez de las fibras sintéticas con la flexibilidad apropiada de otros materiales naturales.

"Es muy bueno que proyectos que se hacen en laboratorio tengan realmente un impacto sobre la industria. Es un material que, en comparación con el material sin grabar, es más resistente y flexible, lo que es maravilloso para aplicaciones básicamente de impacto pero que requieren de movimiento, como los chalecos antibalas o chaquetas de motociclistas, e incluso otros elementos deportivos", resalta Susana Estrada, experta en ciencia de los materiales y biomimética, quien se vinculó al grupo de investigación en Materiales de Ingeniería para trabajar en el proyecto de Protección Antiexplosivos Biomimética (PANEB), como parte
de la convocatoria promovida por la Gobernación de Antioquia en 2011, llamada Por una Antioquia sin MAP –Minas antipersona–.

La invención tiene aplicaciones en chalecos antibalas y trajes antiexplosivos, así como para equipamiento deportivo que  requiera de implementos de seguridad con estas características como, por ejemplo, el motociclismo.

Biopesticida para el control biológico de plagas de banano

Un nuevo biopesticida que puede emplearse para el control de algunos hongos y bacterias patógenos de las plantas de banano, que mejora la producción en este cultivo en la agroindustria, fue patentado por investigadores del grupo de investigación en Ciencias Biológicas y Bioprocesos (Cibiop) de EAFIT y de la
Asociación de Bananeros de Colombia (Augura) a través del Centro de Investigaciones del Banano (Cenibanano).

La patente de invención es un pesticida que tiene como ingrediente activo la cepa bacteriana bacillus subtilis EA-CB0015 y sus metabolitos o compuestos químicos que resultan de su metabolismo, lo que difiere del estado de la técnica más cercana y es susceptible de aplicación industrial.

Este desarrollo biotecnológico podría favorecer a algunos agricultores, en particular aquellos que cultivan banano ya que es donde más estudios han adelantado como parte de la alianza entre EAFIT y Augura. También podría emplearse en otros cultivos, aunque se necesitarían más evaluaciones que respalden su eficacia.

"Si se logra comercializar y poder llevar el pesticida a los agricultores sería una alternativa entre las ya existentes para el control de algunas enfermedades. Se estaría aportando un ingrediente activo adicional, de mucha utilidad, porque podría emplearse en ocasiones donde algunas moléculas químicas no son permitidas o se tienen altas presiones de patógenos resistentes", explica la investigadora Sandra Mosquera.

Ella explica que si bien el desarrollo del producto terminó, aún trabajan en la caracterización de la cepa bacteriana y tratan de producirla a mayores escalas para su evaluación en otros cultivos.

"Esta patente, en este momento, nos permite entrar en mejores conversaciones con posibles licenciatarios de la tecnología porque está más protegida", indica Valeska Villegas Escobar, doctora en biología e investigadora del Departamento de Ciencias Biológicas de EAFIT y del grupo de investigación Cibiop.

En el desarrollo de este tipo de proyectos, de acuerdo con Adriana García Grasso, directora de Innovación EAFIT. dependencia que acompaña la transferencia de conocimiento y tecnologías al mercado, se conjugan las capacidades de investigación y formación de la Institución con la experiencia en el cultivo agrícola de Augura. "La articulación de la industria con la Universidad ha sido uno de los factores que ha permitido potenciar el desarrollo de esta y otras tecnologías al servicio de la agricultura", dice Adriana García.

El proceso investigativo se origina en 2008 como parte de un proyecto financiado por Colciencias, actualmente Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (Minciencias), que surgió de la necesidad del sector bananero por reemplazar los fungicidas químicos empleados habitualmente en los cultivos agrícolas.

 

Colombia terminó el año 2020 con un total de 51.454 hectáreas sembradas de banano. El 69% de las exportaciones de la fruta son a países de la Unión Europea, 16 % a Estados Unidos y 15% al Reino Unido. Foto: Pixabay.

"En esta colaboración Augura fue clave pues propone y da un conocimiento muy puntual acerca del cultivo de banano. La Universidad ayuda en la búsqueda de alternativas para la solución. Esta dinámica de identificación del problema y de ayudar a su solución es fundamental, pues la investigación que se desarrolla en la Universidad debe estar enfocada en solucionar problemas reales de los diferentes sectores productivos del país", dice Sandra Mosquera. La investigadora, actualmente, integra dos proyectos de investigación en la Universidad, uno en aguacate con colaboración de Cartama y otro en cacao. Ambos se desarrollan con hongos fitopatógenos de estos cultivos.

Una alianza fructífera

Desde 2008, las instituciones a través de sus grupos de investigación y laboratorios, como el Centro de Investigaciones del Banano (Cenibanano), trabajan en el desarrollo de nuevos productos biológicos a partir de microorganismos de la biodiversidad nativa colombiana. Su propósito es com batir los principales patógenos que afectan a los cultivos cumpliendo con la normatividad internacional respecto al uso de productos químicos.

"Ha sido un trabajo constante en el tiempo. Augura siempre ha planteado la necesidad de desarrollar esos productos para su gremio y lo visualizaron desde hace más de una década. Hoy en día se dan cuenta de la importancia que tiene esto bajo la presión internacional en cuanto a la regulación de muchos pesticidas químicos que van a salir del mercado", indica Valeska Villegas.

Esta alianza tiene antecedentes de registro de propiedad intelectual por el desarrollo de nuevos antibióticos para combatir patógenos como el moko (Ralstonia solanacearum), una bacteria considerada problema fitopatológico en las regiones productoras de banano en Urabá y Magdalena.

Así mismo, en 2019 ambas entidades recibieron patente por la invención del Proceso para incrementar la producción de biomasa y esporas de bacterias promotoras del crecimiento vegetal del género Bacillus -Bioestimulante. Este bioestimulante, que se aplica a cultivos agrícolas y estimula la producción de banano, ya había obtenido en 2017 el registro de invención por parte de la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos.

"Ha sido un trabajo de investigación e innovación de largo aliento que nos ha dejado muchos aprendizajes, no solo desde la perspectiva de propiedad intelectual, también desde el punto de vista de transferencia de tecnología y conocimiento, con la búsqueda y gestión de potenciales licenciatarios que sean los aliados para la producción y comercialización de este nuevo biopesticida", comenta Adriana García.

 

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Las relaciones entre universidad, empresa y paz

Septiembre 10, 2020

Fui nombrado en la mesa de negociación entre el Gobierno Nacional y las entonces Farc-EP hacia finales de 2014 y participé en este grupo negociador hasta la firma de los acuerdos definitivos que hoy se encuentran en vía de implementación.

En ese contexto, la Universidad EAFIT, en conjunto con la Asociación Nacional de Industriales (ANDI) y Proantioquia, hizo una importante contribución a los empresarios y al proceso de paz aportando insumos y construyendo redes para el intercambio de ideas y experiencias que fuesen tenidas en cuenta en la mesa de negociación de La Habana, siempre en una posición de respeto neutral frente a lo que allí se trató.

No puedo de forma simple describir lo que significa para alguien como yo, que viene del sector privado, estar en la mesa de negociación de una posible paz en una nacion que prácticamente durante toda su existencia ha estado sumida en un conflicto complejo y de profundas consecuencias sociales y económicas.

Me sentí solo y casi desbordado por la profundidad de los temas, su amplitud, por requerir una formación multidisciplinaria y por la gran responsabilidad que ello conllevaba. Era un trabajo que no se podía hacer mal informado o sin preparación en cada tema, y en el que el estudio y la lectura permanente eran obligatorios.

Si bien fui nombrado como negociador representante de todos los colombianos, no me fue posible evitar que tanto el equipo al que pertenecí como el de otro lado de la mesa me consideraran representante de los empresarios. Por eso se acentuaban las miradas sobre mí cuando se trataba de temas que de alguna forma tuviesen que ver con la empresa y con su participación en el desarrollo de la vida nacional.

Ya retirado de mis actividades como administrador, por mi participación como miembro del Consejo Directivo de Proantioquia y exalumno de EAFIT, acudí a estas dos instituciones para que me brindaran soporte y material de estudio y análisis. Ambas se acercaron también a la ANDI, que representa a tantos empresarios, y que se sumó a ese esfuerzo.

Para aportar material objetivo y basado en análisis, me apoyé igualmente en los insumos de otras universidades y tanques de pensamiento. La tarea de un negociador no puede llevarse solo a la arena política y ninguno de ellos es experto en tantos y tan bastos temas, por lo que las horas de sueño se tuvieron que cambiar muchas veces por el estudio y una escucha inteligente sobre innumerables asuntos que van desde lo histórico hasta los problemas de la tierra, el narcotrafico, la economía, el sistema legal, lo económico y lo social.

Me sobran agradecimientos para el rector de la  Universidad, el director de Proantioquia, el presidente de la ANDI, la Escuela de Humanidades de EAFIT y muy especialmente para su entonces decano, Jorge Giraldo, por el profesionalismo y disposición siempre abierta y permanente. Gracias a ellos, la mesa contó con estudios sobre Justicia Transicional, la cuestión rural y la construcción de paz en Colombia, el Consejo Nacional de Paz en la implementación de los acuerdos, y los desafios para la transición hacia la paz, entre muchos más.

De especial importancia fue el compendio histórico titulado Los retos de los empresarios en la construcción de paz que, de algún modo, llamaba a los empresarios a no marginarse de su participación en la construcción de una paz ya visiblemente posible, aportando un material que invito a estudiar y a leer con detenimiento.

Todo ello, sumado a mis constantes visitas a EAFIT, me permitió recoger material de otras experiencias de paz y sopesar perspectivas sobre lo que en ese momento existía como una posibilidad. Aprendí de las ciencias sociales y descubrí que mi experiencia de vida y una carrera empresarial de más de 40 años no eran por si solas suficientes para asumir semejante reto.

EAFIT ha hecho este y muchísimos otros aportes al mundo de la empresa como proveedor de conocimiento, facilitador de intercambios y gestor del desarrollo y el cambio en diversos campos científicos y humanísticos.

Con todos sus problemas, Colombia ha progresado. Pero ese progreso no es suficiente y afloran nuevos retos. La atención al medio ambiente nos obliga a todas las empresas, pues aquellas que no participen de este esfuerzo no estarán en el mapa.

Y deberán adaptarse a un nuevo enfoque de empresa que ya no se justifica solo con ganancias: hoy es necesario que su accionar se ocupe, además, por humanizar el lugar de trabajo, por su contribución a crear valor en sus comunidades y su sociedad con cero corrupción, nadando en ecosistemas digitales y ofreciendo a sus clientes productos que aportan valores realmente funcionales y sanos, tal como se condensó en la última reunión de Davos.

La sostenibilidad será un imperativo de las empresas de todos los dominios y los ojos de clientes, accionistas y empleados estarán en sus aportes al largo plazo y en el propósito de construir naciones y un mundo más justo para todos.

La rapidez de los cambios nos exige cada vez más como individuos y sociedad, pero no debemos perder el sentido de las prioridades: en un país como Colombia la paz es esquiva, pero por ella y por la convivencia debemos luchar siempre, así como debemos hacerlo por una mayor equidad y más posibilidades para todos.

Hoy, si alguien me preguntara qué es lo primero que yo haría, respondería: debemos hacer sin más dilaciones el catastro multipropósito sobre todo en las zonas rurales. Toda la nación y todos los poderes deben ponerse en ello y trabajar para sacar una iniciativa que permita una mejor y más formal asignación de la tierra y que dé la oportunidad para que millones de compatriotas logren acceso a ella y cumplan su sueño de ser copartícipes de una nación inmensamente rica en recursos.

Ello es complejo, pero no imposible. Y para hacerlo contamos con la ayuda de numerosos países que ya lo han hecho y nos darían su conocimiento y experiencia.

Pero debemos alinear nuestro sistema legal, nuestros departamentos de estadística, nuestros recursos y, sobre todo, nuestra voluntad. Si vamos en este orden seremos capaces de resolver problemas y sobre-pasar obstáculos que ahora se ven imposibles. Porque siempre nos será posible progresar y generar mejor calidad de vida. Porque si hacemos lo justo, lo lógico y lo humano, basados en un concepto de mayor igualdad y dentro de una democracia disciplinada e incluyente, no podrá ser de otra manera.

Autores

Gonzalo Restrepo López

Empresario y ex negociador de paz en La Habana.

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Movilidad urbana sostenible: ciudades benignas

Septiembre 10, 2020

En el reporte de la Conferencia de Estocolmo, en 1972, se lee que “el hombre [el ser humano] es a la vez obra y artífice del medio ambiente que lo rodea, el cual le da el sustento material y le brinda la oportunidad de desarrollarse intelectual, moral, social y espiritualmente”.

La muestra por excelencia de nuestra condición de artífices del medio ambiente que nos rodea es la ciudad. Y es desde las ciudades que la humanidad debe generar las soluciones más contundentes para enfrentar la actual crisis ecológica y lograr un desarrollo sostenible.

En otras palabras, en el ámbito urbano deben materializarse pasos valientes hacia una sociedad en la que la búsqueda de una vida digna y de buena calidad (para todas las personas) se dé en armonía con la naturaleza. Esto no solo por el valor intrínseco que tienen las otras especies y el planeta en general, sino también porque, siendo los seres humanos naturaleza misma, al destruirla irremediablemente nos destruimos.

Uno de los temas más relevantes que pueden tratarse desde la convergencia entre ciudades y sostenibilidad es la movilidad. Y aunque no cabe duda de que la infraestructura y las tecnologías disponibles para el transporte juegan un papel determinante en la sostenibilidad urbana, estas no lo abarcan todo: el comportamiento de quienes ocupamos las ciudades (el hábito como forma de habitar) es también un asunto que vale la pena analizar, a pesar de que de manera usual se pone en un segundo plano. O precisamente debido a ello.

Y no hay que dar muchas vueltas para llegar a una lista de cambios de comportamiento fundamentales para una movilidad sostenible: se trata, en lo esencial, de desmotorizar la cotidianidad y de valorar más las alternativas colectivas.

Los motores son máquinas asombrosas que, sin duda, han posibilitado el alcance de una mejor calidad de vida y, claramente, sería un sinsentido pretender renunciar por completo a ellos. Pero es igualmente claro que la movilidad urbana ha llegado a unos niveles dañinos de dependencia del motor.

Asimismo, es comprensible que se opte por las alternativas privadas pero, de nuevo, el exceso ha conducido a una hiperindividualización en la movilidad que, sobre todo combinada con la adicción al motor, es problemática (tanto como pronunciar la palabra hiperindividualización).

Se necesita una ciudadanía dispuesta a caminar, a montar en bicicleta y a usar el transporte colectivo; personas que, si usan el carro, traten de compartirlo. Caminar o usar la bicicleta son formas de movilizarse que cuentan con la gran ventaja de que no se gasta combustible y, además, producen un placer adicional: como es nuestro propio esfuerzo el que nos lleva de un punto a otro, hay una sensación marcada de satisfacción y orgullo.

Y a ello se le suma el disfrute de evitar los trancones, de sentir la ciudad en forma más directa, de entenderse como parte de ella.Existen  razones  de  índole  ética  para realizar los cambios de comportamiento en la movilidad (en general, para propender por un estilo de vida sostenible), pues se trata del cuidado de la vida.

No hay que hacer más que mirar la cantidad de muertes asociadas a la mala calidad del aire o los impactos del cambio climático (ambos problemas derivados en gran medida de la piromanía global) para concluir que debemos reorientar la forma en que nos movilizamos.

En ocasiones tiende a confundirse la mitigación del abuso del carro particular –que es necesaria– con la eliminación de su uso –que es imposible–. Dejar el carro un día a la semana en la casa. Hacer teletrabajo de vez en cuando. Ir en bus o en metro y luego caminar. Todo suma: cualquier paso que se dé es una contribución importante y se puede avanzar de manera gradual, cada quien yendo hasta donde le sea posible, según su situación particular.

No hay que renunciar a todas las comodidades, pero sí es imprescindible reflexionar sobre el esfuerzo personal que podemos hacer.

Por último, si bien el esfuerzo personal es importante, para lograr adquirir y mantener los hábitos de una movilidad sostenible necesitamos también estrategias eentornos capaces de inspirarlos y permitirnos practicarlos. Se unen entonces los comportamientos y el asunto de la infraestructura. Caminar, montar en bici o tomar el bus: ninguno de estos debería ser un acto heroico.

Nuestras ciudades deberían estar diseñadas para ello, pero hay que aceptar que en la actualidad en Colombia ese no es el caso. Por eso la inversión en infraestructura debe ser coherente con los principios de la movilidad sostenible, tanto para reformar lo existente como para construir lo nuevo.

Mediante la inversión en educación e infraestructura sostenibles tenemos la posibilidad de hacer emerger un círculo virtuoso: entre más gente opte por la desmotorización y la mitigación de la hiperindividualización, menos contaminación, ruido y ocupación del espacio tendremos; lo que conducirá a un entorno urbano más amigable y atractivo, a una ciudad más capaz de invitar a más gente a conectarse de manera más cercana con la ciudad y a optar por lo colectivo... Y así sucesivamente.

No se pueden aplazar los esfuerzos personales e institucionales para humanizar las ciudades, entendiendo la humanización como una derivación de dos acepciones de humanidad: conjunto de personas, por un lado, y benignidad o afabilidad, por el otro. Las ciudades deben ser benignas, afables, más para las personas que para los motores.

Autores

Alejandro Álvarez Vanegas

Profesor de Ingeniería de Procesos – Coordinador del Núcleo de Formación Institucional de EAFIT en Cultura Ambiental

Agustín Patiño Orozco​​

Periodista, Comunicador del Laboratorio de Divulgación Científica EAFIT.​

Correo: apatino@eafit.edu.co​

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¿Qué supone la inconstitucionalidad de las normas que crearon el MinCiencias?

Enero 26, 2022

Hace algunos meses, la Corte Constitucional declaró “inexequible con efectos diferidos a dos legislaturas completas, contadas a partir del 20 de julio de 2021, la Ley 1951 del 24 de enero de 2019, ‘por medio de la cual se crea el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, se fortalece el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación y se dictan otras disposiciones’.”

Del mismo modo, declaró inexequibles los artículos 125 y 126 de la Ley 1955 de 2019, “por la cual se expide el Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022, Pacto por Colombia, Pacto por la Equidad”. Esta decisión judicial se adoptó en la Sentencia C-047, con ponencia del magistrado Antonio José Lizarazo Ocampo y fue anunciada en comunicado del 4 de marzo de 2021.

La Ley 1951 del 24 de enero de 2019 había creado el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, ordenando su entrada en funcionamiento dentro del año siguiente y asignándole la función principal de impulsar la participación de la comunidad científica para incrementar el nivel de la investigación científica y social, así como el desarrollo tecnológico de las instituciones de educación superior, los centros de investigación, los parques industriales y las empresas. Así mismo, la mencionada ley indicó que esta nueva entidad gubernamental no podía generar gastos generales o de personal adicionales a los que tenía presupuestado el Departamento de Ciencia, Tecnología e Innovación (Colciencias).

Posteriormente, se promulgó la Ley 1955 del 25 de mayo de 2019 que expidió el Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022 y complementó –en los artículos 125 y 126– aspectos asociados a la estructura y competencias del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación que no habían quedado definidos en su ley de creación.

La Ley 1951 de 2019 fue demandada ante la Corte Constitucional que, a su vez, integró al proceso los artículos 125 y 126 de la Ley 1955 de 2019, por guardar relación con la fusión, la denominación y los objetivos del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación. En la demanda se argumentó que: i) se infringió el artículo 154 de la Constitución, que establece que los proyectos de ley dirigidos a crear, suprimir o fusionar ministerios solo pueden ser presentados por el Gobierno Nacional, y esto no fue lo que sucedió en el caso analizado; y ii) se contravino el artículo 150, numeral 7, de la Constitución, por no establecerse en la ley la estructura del Ministerio que se creó.

La Corte Constitucional acogió estos argumentos indicando que “no es posible adoptar medidas que no correspondan a la función de planeación y que no tengan por finalidad impulsar el cumplimiento del Plan para el correspondiente período presidencial”. En tal sentido, precisó que no era viable subsanar a través de la ley del Plan Nacional de Desarrollo los vacíos relacionados con la estructura del Ministerio porque dicho asunto debía determinarse a partir del procedimiento democrático previsto en la Constitución.

Es más, para la Corte, los artículos 125 y 126 de la Ley 1955 de 2019 ni siquiera subsanaron el vacío en la estructura del Ministerio, pues se limitaron “a otorgarle al Gobierno facultades que la propia Constitución le confería para modificar la estructura de los ministerios, pero no para determinarla (artículo 189.16 de la Constitución)”.

Ahora bien, ¿qué implica que la Corte Constitucional haya declarado inexequibles las disposiciones normativas por las cuales se había creado el Ministerio? ¿Significa que desde la expedición de la Sentencia C-047 de 2021 dicho Ministerio desapareció?

De conformidad con el artículo 45 de la Ley 270 de 1996, “las sentencias que profiera la Corte Constitucional sobre los actos sujetos a su control en los
términos del artículo 241 de la Constitución Política, tienen efectos hacia el futuro a menos que la Corte resuelva lo contrario”. Usualmente, estos efectos se producen desde el mismo momento en el que se publica la sentencia, de manera que, si declara inexequible una norma, esta queda expulsada inmediatamente del ordenamiento jurídico. Sin embargo, tanto el artículo al que se ha hecho referencia, como la jurisprudencia constitucional reconocen la potestad de la Corte de modular los efectos de sus fallos, es decir, de establecer desde qué momento se producen tales efectos y en qué sentido.

Pues bien, con la Sentencia C-047 de 2021, “la inexequibilidad se declaró con efectos diferidos a dos legislaturas completas, contadas a partir del 20 de julio de 2021”. Según la Corte, “la medida del diferimiento se adoptó al tener en cuenta la necesidad de no afectar la continuidad en el cumplimiento de las finalidades constitucionales del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación en los términos del artículo 70 de la Constitución, y los derechos de las personas vinculadas a la entidad y a los programas y proyectos que desarrolla en materia de ciencia, tecnología e innovación”.

Esto significa que con la decisión de la Corte Constitucional el Ministerio no desapareció. Más aún, puede seguir ejerciendo sus funciones. Pero el Congreso de la República cuenta con dos legislaturas, contadas a partir del 20 de julio de este año, para regular de manera completa la estructura de dicho Ministerio, pues una vez cumplidas aquellas, tanto la Ley 1951 de 2019 –que lo creó– como los artículos 125 y 126 de la Ley 1955 de 2019 –que complementaron sus funciones–, saldrán del ordenamiento jurídico y quedará sin fundamento normativo tal Ministerio.

Según el artículo 138 de la Constitución, una “legislatura” se conforma por dos períodos legislativos: el primero va del 20 de julio al 16 de diciembre y el segundo del 16 de marzo al 20 de junio. De acuerdo con lo anterior, el plazo para que el Congreso subsane los defectos en la estructura del Ministerio, siguiendo el trámite legislativo adecuado, vence el 20 de junio de 2023. Hasta esa fecha, dicho Ministerio puede continuar desarrollando sus actividades.

A pesar de que con el plazo concedido por la Corte Constitucional para remediar la situación el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación conserva temporalmente su vigencia y operatividad, un tema estratégico del Estado, como lo es la creación de un ministerio, debería contar con un procedimiento legislativo adecuado y tener claramente definida su estructura desde el momento de su concepción.

Debe recordarse que los ministerios y los departamentos administrativos, como órganos del Gobierno Nacional, cumplen funciones cruciales para la concreción de las políticas públicas. En tal sentido, la creación, modificación y supresión de aquellos debe obedecer a un razonable ejercicio de planeación y no a decisiones improvisadas.

La sentencia de la Corte Constitucional también es un llamado a que se respete el principio democrático en la creación de los órganos del Estado. El Congreso de la República no puede renunciar a su competencia para establecer la estructura de un ministerio, encomendando este asunto al Gobierno Nacional, pues ello no garantiza el grado óptimo de deliberación y afecta la legitimidad de este tipo de decisiones.

Autores

Cristian Andrés Díaz

​Profesor de Derecho Administrativo, Universidad EAFIT

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Medellín debe reenfocar su política contra grupos delictivos

Marzo 22, 2021

Si bien la política criminal contra bandas y combos ha dado frutos, es hora de reenfocarla, mejorarla y adecuarla a la realidad actual. Investigadores aseguran que es la forma de acabar con el llamado “gobierno criminal”, fenómeno que ocurre en sectores afectados por la acción de grupos armados.

En las tres últimas décadas, desde que era considerada la ciudad más violenta del mundo hasta hoy, Medellín ha diseñado y desarrollado una serie de políticas públicas para atacar los fenómenos violentos y generar bienestar y respuestas a las necesidades de las comunidades que los sufren.

Ello le ha dado no solo un reconocimiento internacional, sino que ha permitido fortalecer su gobernabilidad. Un ejemplo es lo siguiente: en 1992, la ciudad tenía una tasa de homicidios de 350 casos por cada 100.000 habitantes y la de 2019 mostró 24 casos por cada 100.000 habitantes.

Aun así, la investigación “Gobierno criminal en Medellín: panorama general del fenómeno y evidencia empírica sobre cómo enfrentarlo”, realizada desde 2016 por Innovations for Poverty Action (IPA), la Universidad de Chicago y la Universidad EAFIT muestra que hoy esas políticas públicas no tienen el impacto esperado y deben reenfocarse y mejorarse.

Para sustentar la tesis, la investigación se basa en un elocuente dato: aún hoy en la ciudad existen entre 15 y 20 grandes bandas armadas que, a su vez, controlan el accionar delictivo de unos 350 combos y que ese accionar va más allá de actividades como el microtráfico, la extorsión, el hurto y el control de los llamados “pagadiarios” o “gota o gota”.

“Hay que entender mejor cómo esto evoluciona en el tiempo, para focalizar otro tipo de políticas. Creo que lo primero que debe hacer el Estado, en particular la Alcaldía de Medellín, es medir mejor esos fenómenos”, dice el profesor Santiago Tobón Zapata, uno de los directores de la investigación, quien dirige el Centro de Investigaciones Económicas y Financieras de EAFIT.

Advierte que se trata de un problema serio, grave, que ocurre hace tiempo y sobre el cual existe la evidencia anecdótica de cómo se manifiesta en muchas partes del territorio, “pero indudablemente nos falta medirlo mejor, de forma más sistemática, frecuente y completa”.

Hombre con capucha negra y arma de fuego en la mano

En Medellín existen entre 15 y 20 grandes bandas armadas que controlan a unos 350 combos. Foto: Róbinson Henao

 

Delincuentes que ocupan el papel del Estado

El también profesor de EAFIT Gustavo Duncan Cruz, del Departamento de Gobierno y Ciencias Políticas –otro de los directores de la investigación–, explica que las estructuras criminales de Medellín, como ocurre en muchas ciudades del mundo, generan altos porcentajes de violencia y corrompen diferentes niveles de la política y la administración pública.

Pero lo más grave, advierte el académico, es que ejercen funciones similares a las de los Estados, como resolver disputas y problemas comunitarios, imponer reglas de comportamiento, prestar seguridad, administrar justicia y cobrar “impuestos”.

A esas actividades se les conoce como “gobierno criminal”. El problema es que, tal cual funciona ese gobierno criminal en Medellín, no va en contravía del gobierno estatal sino que, todo lo contrario, a veces lo complementa, se nutre de él o se convierte en el espejo para fortalecer su presencia, en especial en territorios con mayor ausencia de institucionalidad, afirma Duncan.

La gente demanda servicios de gobierno, resolver su problema con el vecino y, en muchos contextos, se acerca a la solución más rápida, ágil, contundente y efectiva, y cuando el Estado es incapaz de hacerlo, acude a otros actores de la vida social.

En algunos contextos, esos actores son la administración de un edificio o un líder comunitario y, en otros más extremos, los integrantes de los combos armados, agrega el profesor Tobón Zapata, quien está adscrito al Departamento de Economía de EAFIT.

Finanzas del crimen organizado

La investigación no se queda en la explicación simplista según la cual las grandes bandas criminales son proveedoras mayoristas de droga a combos de menor tamaño para que estos la vendan al detal. O que suelen concentrarse en extorsiones a grandes negocios y rutas de buses, mientras los combos extorsionan a pequeños establecimientos comerciales de barrio y, en ocasiones, a los hogares.

Ahora, unas y otros tienen una diversificada estructura de ingresos que incluye servicios prestados a la industria del narcotráfico, como el sicariato, el cobro de deudas y la protección de rutas de transporte de estupefacientes. Además, imponen multas por mal comportamiento o definen el loteo de predios y el arriendo de bienes para actividades criminales.

Ante esta realidad, la investigación sugiere recomendaciones para enfrentar con éxito ese fenómeno. Ellas son fruto también de los resultados de una encuesta realizada a finales de 2019 en 4.868 hogares y 2.109 negocios de estratos 1, 2, 3 y 4, de 224 barrios de Medellín y 8 de Bello e Itagüí. Algunos de los resultados de esa encuesta son sorprendentes y van en contra de lo que muchas personas e instituciones suponían, según lo revelan las siguientes conclusiones:

Los niveles de gobierno criminal varían mucho a lo largo de la ciudad y en algunos barrios los combos son la autoridad.

El gobierno criminal está correlacionado con la extorsión y los préstamos de dinero conocidos como “gota a gota”. Esto sugiere que la extracción de rentas ilegales es uno de los motivos por los que los combos “gobiernan”.

Los niveles reales de gobierno criminal y de otros fenómenos asociados como la extorsión son mucho más altos que los estimados por las autoridades.

Contrario a lo esperado, incrementar el gobierno del Estado puede aumentar el gobierno criminal
La encuesta reflejó que, pese a que el Estado llega a esas comunidades con una batería de asistencia social, en muchos barrios el combo es mucho más activo en relación con la provisión de diferentes servicios de gobierno.

“En otras palabras, aquellos barrios en donde los combos ejercen más funciones de gobierno son también los barrios en donde la gente se siente más satisfecha y confía más en ellos”, es decir, según la investigación, los ciudadanos ven a los combos como un complemento del Estado porque actúan como intermediarios entre la comunidad y el mismo Estado.

Tal cual funciona el gobierno criminal en Medellín, no va en contravía del gobierno estatal: a veces lo complementa, se nutre de él o se convierte en el espejo para fortalecer su presencia, afirma el profesor Gustavo Duncan.

Cómo reducir el gobierno criminal

Ante estas evidencias, la investigación plantea, como lo expresa el profesor Tobón Zapata, algunos pasos para reducir el gobierno criminal mediante el aumento del gobierno del Estado. Uno de ellos, tal vez el principal y el que debe aplicarse en el futuro inmediato, es hacer más encuestas para conocer mejor el fenómeno, pero con un nivel de representatividad más detallado del barrio y no tanto de la comuna.

En ese sentido, la investigación les plantea un reto importante a quienes diseñan políticas públicas y es que si van a llegar a estas comunidades es porque deben hacerlo con la certeza de que su presencia solucionará sus problemas y no aumentará la decepción y desconfianza de los ciudadanos.

“Es posible que el aumento del gobierno del Estado incremente las oportunidades para que los combos ejerzan funciones de gobierno. Esto puede ocurrir cuando el Estado se concentra en aumentar el ejercicio de algunas funciones y deja otras de lado”, dice una conclusión de la investigación.

Esas otras funciones pueden terminar convirtiéndose en un nicho para que los combos ejerzan o desarrollen ventajas comparativas, “tales como aquellas relacionadas con su conocimiento de las comunidades y su presencia constante en el territorio”, precisa otra conclusión”.

Cuatro recomendaciones

Para los docentes, el mayor logro de la investigación y de los datos arrojados en la encuesta es que les permite no solo hacer las siguientes cuatro recomendaciones, sino ofrecer la experiencia del grupo académico para su implementación:

No volver a implementar la “intervención microterritorial” bajo el esquema previamente utilizado: o no se debe abordar con intervenciones que no sean capaces de suministrar bienes y servicios en la misma medida en la que la llegada de dichas intervenciones aumenta las expectativas de los ciudadanos.

Poner en marcha un proceso para diseñar y ejecutar intervenciones innovadoras dirigidas a enfrentar el gobierno criminal, la extorsión y otros fenómenos asociados con el crimen organizado.

Realizar mediciones anuales sistemáticas sobre la fuerza y la influencia de los grupos de crimen organizado.

Promover evaluaciones de impacto de las intervenciones contra el crimen organizado.

Retos para el Gobierno

Para el profesor Tobón Zapata, la investigación sugiere dos para el gobierno, en especial, el municipal. El primero, tener más capacidad para llegar a los territorios: “No puede siempre repetirse la misma fórmula de los gestores comunitarios o enlaces territoriales” porque requiere, con prontitud, aplicar un sistema más eficiente para llevarle soluciones a la gente.

Y el segundo, el fortalecimiento urgente de las inspecciones de Policía y las comisarías de familia, la cara más cercana del Estado a las comunidades en los territorios. “Estos despachos adolecen de muchos profesionales con el perfil y la actitud adecuados para resolver la cantidad de trámites que siguen en sus anaqueles”, concluye el académico.

¿Cómo evaluar el impacto del "gobierno criminal"?

Considerando que están desactualizadas las mediciones sobre cómo las acciones de los grupos criminales afectan la vida cotidiana, los investigadores aconsejan:

¿Qué medir?

Presencia y existencia de las actividades de grupos de crimen organizado en el territorio.

Provisión de grupos de crimen organizado, de bienes y servicios relacionados con la resolución de problemas comunitarios cotidianos.

Provisión de actores estatales, como las alcaldías y la Policía Nacional, de bienes y servicios relacionados con la resolución de problemas comunitarios cotidianos.

Legitimidad de los grupos de crimen organizado entre los ciudadanos.

Legitimidad de las organizaciones del Estado entre los ciudadanos.

Montos que pagan los ciudadanos en las extorsiones, así sean por aquellas funciones simples como la resolución de conflictos o la seguridad.

Alcances reales de los llamados “pagadiarios” o “gota a gota”.

Ubicación de los llamados mercado de la droga o plazas de vicio, de modo que se pueda saber precios y cantidades.

Con qué otras rentas legales cuentan las estructuras criminales en mercados de bienes legales.

Reclutamiento, uso y vinculación de niños, niñas, adolescentes y jóvenes a los grupos de crimen organizado.

¿Cómo hacerlo?

La investigación sugiere que las mediciones de estos fenómenos se realicen mínimo cada año y por barrios, en Medellín, Bello e Itagüí.

Frente a la realización de las encuestas, recomienda no recoger ningún dato personal, usar técnicas de sondeo cuando las personas no quieran responder, recordarles a los encuestados el carácter anónimo de la encuesta antes de las preguntas sensibles y utilizar cuestionarios cortos.

Autores

Javier Arboleda García

Colaborador.

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El reto de ser Distrito Especial de Ciencia, Tecnología e Innovación

Mayo 2, 2022

Esa condición implica grandes desafíos para Medellín, que van desde nuevos diseños de gestión pública, fortalecimiento de alianzas público–privadas y herramientas de financiación, hasta hacer realidad un nuevo modelo de desarrollo basado en ciencia, tecnología e innovación, integral e incluyente, y con repercusiones de orden nacional.

Pocos ciudadanos probablemente conocen que, según la Constitución de Colombia, Medellín ostenta la calidad de Distrito Especial de Ciencia, Tecnología e Innovación. Lo es desde el 14 de julio de 2021, fecha de adopción del Acto Legislativo 01, que la consagra como tal. ¿Qué significa esto para la ciudad y para Colombia? ¿Cuáles son las oportunidades que esta condición representa para el futuro de la capital antioqueña y del sector Ciencia, Tecnología e Innovación (CTeI) a nivel local, regional y nacional?

Como aporte a la discusión de estas y otras preguntas, la Universidad EAFIT fue sede del Foro Medellín Distrito Especial de Ciencia, Tecnología e Innovación, que tuvo lugar el 9 de marzo de este año, y que contó con el apoyo del Comité Universidad-Empresa-Estado (CUEE) de Antioquia y del G8+ Universidades.

Ese evento se planteó como una discusión pluralista y con perspectiva de ciudad, pues el Distrito sólo tendrá éxito en la medida que sus ciudadanos y sus instituciones se apropien de él y aporten activamente en su construcción. Este artículo busca recoger hitos clave sobre el desarrollo del Distrito hasta el momento, así como algunas perspectivas expresadas por los especialistas que participaron en el Foro.

​​​​​Logro en contexto

A la declaratoria de Medellín como Distrito de CTeI en 2021, le siguió un trabajo normativo en el Congreso de la República que culminó con la adopción de la Ley 2286 el 12 de enero de 2023, que crea una estructura de gobernanza y entrega un conjunto de herramientas con miras a hacer efectiva la condición de Distrito de CTeI, algunas de los cuales destacamos aquí.

En primer lugar, se crea el Organismo Asesor del Sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación Distrital, que es la “instancia de asesoramiento a las autoridades del Distrito para la implementación del Sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación".

Esa instancia consta de un mínimo de doce (12) miembros, incluyendo representación de la academia. Está llamado a ser el órgano que emita recomendaciones a las autoridades distritales sobre estrategias y prioridades en materia de CTeI, vigile el funcionamiento del Distrito, y haga advertencias cuando sea necesario aplicar correctivos.

Otra de las herramientas establecidas, muy llamativa para las instituciones que desarrollan actividades de CTeI, serán las Zonas de Tratamiento Especial, en las que se buscará “fortalecer y facilitar el desarrollo de todo tipo de actividades de Ciencia, Tecnología e Innovación".

Según lo reglamenten las autoridades distritales en cabeza del Concejo Distrital, en estas Zonas se podrían facilitar procesos que hoy dificultan el crecimiento de los emprendimientos de base científico-tecnológica o spin-offs, la utilización de equipos e insumos necesarios para llevar a cabo procesos de investigación y desarrollo tecnológico, y la formación de capital humano en todos sus niveles y su inserción en el entorno laboral, entre otras posibilidades.

Especialistas de diversos sectores sociales, políticos, académicos y económicos participaron en el foro convocado por EAFIT. 

Especialistas de diversos sectores sociales, políticos, académicos y económicos participaron en el foro convocado por EAFIT.

En cuanto a herramientas de tipo financiero, se destaca la creación del Fondo Distrital para la Financiación del Sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación, que puede recibir recursos de entidades del orden nacional, así como “recursos económicos públicos o privados, de cooperación internacional, donaciones u otras modalidades, para la financiación de programas y proyectos de interés científico, tecnológico y de innovación para el Distrito".

Otros instrumentos de este tipo incluyen los estímulos tributarios para empresas de base tecnológica instaladas en el Distrito, la nueva Estampilla Pro-Innovación y el acceso directo a recursos de cooperación internacional. 

Al mismo tiempo, sobre estos estímulos, el profesor y director de Desarrollo Económico y Social de ProAntioquia, Alejandro Torres, advierte que “los incentivos tributarios son importantes pero no son definitivos al final del día. Si no están acompañados de un ecosistema real de CTeI, terminan siendo accesorios, y pueden terminar erosionando el presupuesto del Distrito".

Es importante también crear consciencia sobre las implicaciones de este proceso de construcción en el nivel nacional. El vicerrector de CTeI Antonio Copete apunta que “Antioquia da ejemplo sobre lo que se podría y se debería hacer en el resto del país en desarrollo de capacidades en CTeI", y el viceministro de Conocimiento, Innovación y Productividad de Minciencias, Sergio Cristancho, agrega que “el Distrito sería un escenario ideal como sand-box regulatorio, en el que se podrían explorar y probar muchas políticas a nivel nacional".​ 

“Somos Distrito porqu​e Medellín es una fuente fructífera de creatividad, emprendimiento y patentamiento. En las aulas, en los grupos de investigación, en las empresas hay una apuesta seria por la innovación". David Hernández, vicerrector  de Extensión U de Antioquia​​

​Aspiraciones y desafíos 

Existen múltiples aspiraciones y desafíos de acuerdo con lo expresado por los panelistas del Foro del Distrito de CTeI, y que se pueden abordar a través de los ejes Academia, Empresa, Estado y Sociedad.​

Para el Estado, representado en el encuentro académico por la Alcaldía y el Concejo Distrital, una parte importante de sus responsabilidades se centran en el desarrollo e implementación de la política distrital de CTeI, la reglamentación de las herramientas que contempla la Ley 2286, y la generación de las condiciones que el Distrito requiere a través de marcos de política como el de innovación transformativa.

Al respecto, Santiago Echavarría, director del Centro de Ciencia y Tecnología de Antioquia (CTA), destaca la importancia de acompañar esas políticas de largo plazo con planes de CTeI que se renueven cada tres o cuatro años, y que contengan metas e indicadores muy claros, que se midan constantemente.

Desde la Academia, el Vicerrector de Extensión de la Universidad de Antioquia, David Hernández, enfatiza la discusión social aplicada sobre la discusión jurídica: “Somos Distrito porque Medellín es una fuente fructífera de creatividad, emprendimiento y patentamiento". Y agrega que las universidades han cumplido un rol fundamental en el desarrollo de esta vocación.

Hernández resalta la importancia de las universidades en la educación precedente, es decir, en la asesoría a instituciones educativas para incentivar la creatividad y la innovación desde las edades más tempranas.

Desde el punto de vista empresarial, Yaneth Londoño, CEO de la firma textil Offcorss, y Catalina Isaza, creadora de la spin-off de dispositivos médicos Innmetec, coinciden en resaltar la importancia de los impactos del Distrito en el desarrollo de talento humano, y en el fortalecimiento de conexiones en el ecosistema de Medellín, entre emprendedores, las grandes empresas, la universidad y el Estado.

Londoño subraya la importancia de los incentivos fiscales para las pequeñas y medianas empresas, que enfrentan muchas dificultades a la hora de invertir en innovación y mejoramiento de la productividad, y asegura que el sector textil puede hacer grandes innovaciones en temas como el desarrollo de fibras y nuevos materiales que se pueden potenciar a través de las herramientas del Distrito.

Por último, como voz de la sociedad civil organizada, Javier Márquez, cofundador de la Corporación Ecológica y Cultural Penca de Sábila, expresa sus preocupaciones por las crisis de tipo social y ambiental que afronta el Distrito, y hace un llamado a tener una visión integral del territorio, para que sus instrumentos beneficien y sean aprovechados por sectores sociales como las comunidades étnicas y campesinas que son parte integral de la ciudad.

El establecimiento del Distrito y sus herramientas abren una ventana de oportunidad para una transformación real basada en la ciencia, la tecnología y la innovación. Está en manos de todos como ciudadanos y como instituciones asumir la responsabilidad de aprovecharla, y que se convierta en un modelo de desarrollo innovador para todo el país.

Autores

Antonio Copete

Vicerrector de Ciencia, Tecnología e Innovación.

Tatiana Guerrero

Colaboradora.

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