¡Invención! Esta máquina procesa material vegetal rápido, seguro y con poco desperdicio
La Superintendencia de Industria y Comercio otorgó una patente a las universidades EAFIT, Pontificia Bolivariana y Nacional por la invención de una máquina de procesamiento de material vegetal que permite retirar la piel de los frutos sin dañar la pulpa o grano que los envuelve.
Dos eafitenses lideraron esta iniciativa que impacta los procesos de producción, específicamente en el descascarado de especies oleaginosas, que hasta ahora se realiza de forma manual y poco eficiente. Con esta son 66 las patentes de invención y modelo de utilidad que suma EAFIT.

Despojar la cutícula que cubre las semillas y los frutos puede parecer una tarea sencilla, pero cuando hablamos de cientos de granos, el panorama comienza a cambiar. Con el objetivo de mejorar el proceso de descascarado de especies vegetales, especialmente las de tipo oleaginoso, las universidades EAFIT, Pontificia Bolivariana y Nacional desarrollaron un proyecto macro en el que se generó la invención Máquina de procesamiento de material vegetal, patentada por la Superintendencia de Industria y Comercio de Colombia.
Mediante la interacción de dos superficies, una fija y otra rotativa, la máquina elimina la película que cubre las semillas y los frutos. Aunque esta tarea se puede realizar de manera artesanal, el proceso se vuelve complejo e ineficiente, así lo indican Jaime Alberto Escobar y Luis Santiago París, quienes lideraron el proceso de obtención de la patente cuando estaban adscritos a la Escuela de Ciencias Aplicadas e Ingeniería de EAFIT y actualmente están pensionados.
“La eliminación de esa cutícula se hace en una forma muy manual y destructiva. Esa fue la razón que inspiró la necesidad de tener una máquina que pueda aumentar la productividad y poder proteger la semilla de su destrucción parcial, lo cual induce un fenómeno que se llama oxidación, tanto de la semilla como del aceite, debido al contacto directo con el oxígeno del aire una vez que se despoja de su cutícula”, explica Jaime Alberto.
Inicialmente, la intención era procesar Sacha Inchi y frutos de Higuerilla, pero con la idea de la patente, se amplió a varios tipos de cuerpos vegetales. El proyecto, dice el profesor Luis Santiago, tenía muy definido que necesitaban hacer ese procesamiento. “La idea era una peladora y sacar las almendritas, como las llamábamos, para poder extraer aceite, tostarlas y manejarlas de una manera bastante exigente para otros procesos un poco más refinados”.
El concepto de la máquina fue evolucionando gracias a la supervisión tecnológica que se llevó a cabo. Se evaluaron los avances anteriores y se consideraron diferentes modelos que podrían ser probados. En el mercado se encontraron máquinas similares, pero presentaban desventajas en términos de seguridad, desgaste y tamaño. Teniendo en cuenta estas dificultades, se llegó al modelo final que se construyó y que aplica las leyes de la física, específicamente la mecánica, mediante un proceso llamado atrición.
En este proceso de diseño y desarrollo, el grupo de investigación en Ingeniería, Energía, Exergia y Sostenibilidad de EAFIT desempeñó un papel fundamental. Se involucraron diferentes personas, desde estudiantes hasta ingenieros especializados en producción, procesos y mecánica.
Sobre el potencial que tiene este desarrollo, Natalia Raigoza, coordinadora de Transferencia de Tecnología y Conocimiento de EAFIT, considera que las semillas pueden generar una revolución agregando un valor incalculable en las industrias médica, alimenticia y de belleza. Por eso cree que esta máquina permite recortar los costos de producción y facilitar los procesos para los productores; además puede escalarse según las necesidades de los clientes para ofrecer mayores eficiencias en el pelado y descascarado del fruto.
“La transferencia de tecnología y conocimiento busca reducir la brecha entre la academia y la industria, dando a conocer el potencial de los desarrollos resultantes de actividades de investigación, como la máquina descascaradora y peladora de frutos. Para esto las actividades de protección de la propiedad intelectual son importantes para abrir las puertas de la transferencia y propiciar la colaboración entre la Universidad y las empresas", concluye Natalia.
El maní del Inca
Sacha Inchi es un nombre de origen quechua que significa “el maní del Inca”. El profesor Jaime escuchó de esta semilla cuando un grupo de personas le mencionaron posibles desarrollos que podrían beneficiar su procesamiento, además, esta planta tiene virtudes importantes, como su aceite, que contiene omega 3, 6 y 9.
Cuando se transforma en harina, el Sacha Inchi tiene un contenido alto de proteínas, similar al de la carne. Este aspecto clave ha despertado un gran interés en el desarrollo agroindustrial, lo que motivó la invención de la máquina patentada. Esta innovación tiene el potencial de estimular el consumo de este alimento en comunidades con problemáticas nutricionales y contribuir al bienestar del sistema nervioso.
Mayores informes
Alejandro Gómez Valencia
Área de Contenidos – Departamento de Comunicación EAFIT
Teléfono: 574 2619500 ext. 9931
Correo electrónico: jgomez97@eafit.edu.co
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Última actualización
Abril 15, 2025