Omitir los comandos de cinta
Saltar al contenido principal
Inicio de sesión
Universidad EAFIT
Carrera 49 # 7 sur -50 Medellín Antioquia Colombia
Carrera 12 # 96-23, oficina 304 Bogotá Cundinamarca Colombia
(57)(4) 2619500 contacto@eafit.edu.co

A Jorge Reynolds el futuro no va a sorprenderlo:¡Ya lo sorprende!

​El científico colombiano, que inventó en 1958 el primer marcapasos externo, se refiere a cómo la humanidad debe prepararse para una expectativa de vida que, en 2035, rondará los 100 años. Con más adultos mayores y menos población joven, lo que se suma a ritmos económicos más fuertes, afirma que el concepto de familia empezará a diluirse. ¿Y el país? Dice que si no se invierte más en ciencia y tecnología, siempre reinará el subdesarrollo.​

Juan Carlos Luján Sáenz
Periodista Área de Información y Prensa EAFIT

Juliana Arias Saldarriaga
Asistente de Relaciones Públicas y Eventos / Entrevistas​

Al “Doc”, un científico de pelo blanco, y a Martin, un joven estadounidense de clase media, el DeLorean, auto con el que viajaban en el tiempo, les enseñó que ir al futuro y regresar de este es aparatoso. No obstante, la última vez que se les vio en la pantalla grande, el “Doc” le comunicó a la novia de Martin que el futuro de ella y de su chico estaba por construirse, por lo que les sugería forjarse uno bueno. 


La escena con la que termina la trilogía de Volver al futuro, la famosa película de ciencia ficción norteamericana de los años ochenta, no deja de dar vueltas por la cabeza cuando se tiene al frente al científico colombiano Jorge Reynolds Pombo. Y no es que Reynolds, que nació en 1936 en Bogotá, tenga cierto parecido físico con el “Doc”, sino que al escucharlo hablar de futurología es inevitable imaginarse el rostro de eso que se conoce como mañana.

¿Que si asusta el tema? Sí y no, podría ser una res - puesta correcta. Sí porque Reynolds llama la atención sobre asuntos que no se han asumido en Colombia, por ejemplo, en qué ocupar a una población que cada vez vivirá más años gracias a los avances de la medicina. Y no, porque de aumentar en gran escala los recursos para ciencia y tecnología habría un país que entraría al futuro por la puerta del desarrollo y no del subdesarrollo.

Sus respuestas tienen una aliada: la tecnología. Sin este elemento no habrían nacido profesiones como la Ingeniería de Sistemas ni todo lo que de esta se deriva, incluidas las técnicas asociadas con la computación. Eso sí, el inventor del primer marcapasos externo, hecho que ocurrió en 1958, se pregunta por cómo las leyes asumirán estos avances para evitar que mentes criminales utilicen la innovación para acciones que perjudiquen la vida.

De paso por EAFIT, donde participó en el Tercer Congreso Nacional de Ingeniería Física, en septiembre de 2012, el científico compartió algunas ideas sobre la futurología, sobre cómo el concepto de familia cambiará aún más con las nuevas dinámicas de la sociedad y sobre otras alrededor de la evolución de su marcapasos, que en unos años tendrá como volumen una cuarta parte de un grano de arroz y pasará de tener un costo de 12.000 dólares a 1.000 dólares. Acá están las respuestas de Jorge Reynolds.

En su conferencia del Congreso Nacional de Ingeniería Física se refirió a un tema relacionado con la futurología. ¿Qué elementos de la tecnología podrían ser diferentes en unos años con respecto a lo que existe hoy o cuáles mejorarán?

Hoy las carreras universitarias son absolutamente transversales. Es decir, todo tiene que ver con todo. Y una que rom - pió con esto fue la Ingeniería Electrónica, desde el punto de vista del desarrollo de la telefonía celular, de internet y de los computadores. Pensemos si en este momento, por alguna circunstancia, nos quedamos sin estas herramientas, ¿qué haría cada persona dentro de su profesión?

Pero el elemento que hizo posible todos estos avances fue el transistor, y no hablo del radio, sino del elemento como tal que cambió totalmente el mundo. El transistor es el aparato con el que se grabó esta entrevista, el computador que tengo yo o internet. Todo se basa en este objeto que inventaron tres físicos de la Bell Telephone Company en 1947. Ellos solicitaron la patente y la Oficina de Patentes de los Estados Unidos les dijo que ese era un experimento de la Física que no tenía ninguna aplicación. No obstante, a los 10 años, recibieron el Premio Nobel de Física y, reitero, eso cambió el mundo.

Y lo seguirá cambiando porque no se ve nada que remplace a este elemento. Los transistores mejorarán y, segura - mente, irán hacia la parte biológica. De hecho, lo más probable es que no tengamos que usar el cargador de baterías, sino nutrientes para que estos circuitos funcionen. Es decir, serán químicos que permitirán que se selle el aparato, que funcione por dos o tres años y que luego se deseche. Eso hará que, por ejemplo, los precios bajen enormemente.

 ¿La tecnología es, o será, en el presente y en el futuro un fin o una herramienta?

El desarrollo de la tecnología y la innovación son cosas que van unidas. Una va detrás de la otra, y si no hay una tecno - logía y un desarrollo tecnológico, pues no hay innovación. Son cercanas y consecuencia la una de la otra. Por eso, decir que si es un fin o una herramienta es complicado, porque siempre hay un fin y este, a su vez, es un desarrollo.

Un profesor tiene que acudir al computador y, si lo hace, acude a la tecnología. Si prepara sus clases y tiene que usar un micrófono va a la tecnología. Esto lo que le proporciona al profesor son herramientas para poder ejercer sus condiciones de docente. Y el estudiante lo hace también cuando busca información sobre el tema que él le indica.
 
Pero aún siguen apareciendo, en diversos campos, personas que no comulgan con la tecnología. ¿Qué hacer ante esta situación?

Sucede que, generacionalmente, hay que adaptarse a lo nuevo. Lo mismo ocurrió en el comienzo del siglo pasado cuando la gente no se quería montar ni en un carro ni en un avión porque consideraban que esos eran aparatos peligrosos. Así mismo, hubo una resistencia muy grande, inclusive, a la calculadora, de hecho en los colegios y en las universidades no las dejaban utilizar. Entonces todas estas herramientas bien, o inclusive mal utilizadas, son esenciales dentro de la vida

La actividad de vida hoy en día depende de la tecnología, de manera que uno no puede pensar en irse de Medellín a Bogotá a pie. Una persona busca o el avión o el carro y, de este último medio de transporte, aquel que lo lleve más rápido o más seguro. Así, la tecnología ha transformado toda la sociedad y el mundo económico. Obsérvese, por ejemplo, a un periodista hoy con una máquina de escribir. Eso sería absurdo. De igual forma, es mejor utilizar una grabadora en vez de tomar una cantidad de notas. Y hay más: la máquina de fotografía es un complemento de cualquier entrevista periodística​


En este momento trabajo en el nuevo marcapasos con nanotecnología que va a ser la cuarta parte de un grano de arroz.​​

En otro tema relacionado con la futurología y, según algunas proyecciones, en unos 30 años la sociedad estará conformada por muchos adultos mayores que, en la mitad de su vida, se les hará difícil encontrar trabajo porque el sistema no está preparado para emplear a personas de 50 años. Eso si se tiene en cuenta que la expectativa de vida llegará a un siglo. ¿Cómo asumirlo?

 Uno de los grandes problemas será ese y, para esto, hay que mirar un poco las estadísticas. El siglo pasado, 1900, lo comenzamos con unos 1.000.000.000 de habitantes. Más adelante, 1999, se terminó con 6.000.000.000. Ha transcurrido una década y ya somos 7.000.000.000. Para 2035 estaremos en 10.000.000.000 y con problemas serios. Habrá escasez de agua porque no hay ciclo completo, eso sí, mejorará la salud de las personas, pues la prospectiva de vida será de 100 años. Ahora estamos en 78.​ ​

Una de las preguntas es: ¿quién pagará las pensiones? Ese tema hay que comenzar a verlo ya mismo. La edad habrá que subirla contra todo: contra los sindicatos inclusive, pues es un problema gigantesco. Es que la gente no entiende esto, y si lo entiende no lo quiere.
 
Lo más probable es que enfermedades como el cáncer, el alzhéimer, el párkinson o el sida, prácticamente, habrán desaparecido, entonces habrá personas de 95 años con posibilidades de trabajar. Para el caso de Colombia, una persona de más de 50 años ya no consigue empleo y, para ese tiempo (2035), estará en la mitad de su vida.

Eso debería cambiar. Además, la población se envejecerá y las parejas jóvenes ya tienen apenas un hijo, máximo dos. El asunto es que para subsistir tienen que trabajar los dos, lo que significa que ya no habrá una cercanía de la madre hacia los hijos. Esa será tarea de los jardines, los lugares donde van a educarlos. Por esto serán poblaciones con una educación diferente, es decir, más desprendida de la familia que, como tal, comienza a perderse y su concepto, de a poco, a diluirse, lo que ocurrirá en unos 20 años.​

Ingeniero Reynolds. Por esta época se cumplen 55 años del primer marcapasos que usted inventó. ¿Qué sucederá con este avance?

De un aparato que pesaba 55 kilos se pasó a uno que, en la actualidad, es mucho más eficiente y tiene el tamaño de tres monedas de 500 pesos (una sobre otra). Este se puede implantar con más facilidad, con una duración de las baterías de más o menos unos 10 años, que tiene un montón de funciones dentro de la parte cardíaca y que ya no es para determinado problema del corazón.

En este momento trabajo en el nuevo marcapasos con nanotecnología que va a ser la cuarta parte de un grano de arroz. Este nuevo no va a tener baterías, va a operar con la misma contracción cardíaca que produce la electricidad para que funcione. Este va a estar conectado al teléfono celular del médico, quien, en cualquier parte, mirará cómo está y podrá cambiar sus parámetros. Y otro punto: un marcapasos hoy vale 12.000 dólares, mientras que este costará 1.000. La cirugía para implantarlo será totalmente ambulatoria. En 55 años puede observarse todo el cambio que hay.

Toca un tema bastante actual, la nanotecnología. ¿Qué más va a traerle a la sociedad?

Todo. Tiene que ver absolutamente con toda actividad humana. Es decir, mejores textiles y mejores materiales específicos para cada cosa. Va a tener influencia en, por ejemplo, la pintura y los cosméticos. No habrá nada en que no esté la nanotecnología, porque es haber llegado a los elementos con que está hecho todo: las moléculas y los átomos. Con esta técnica quitamos, ponemos o combinamos, según las necesidades, de manera que eso va a cambiar totalmente el mundo.

Pero atención. Esto también supone nuevos cambios jurídicos. Se tienen que comenzar a crear nuevas leyes, una nueva ética y, si no se hace, el cerebro más mal desarrollado que existe en nuestro planeta, que es el del hombre, podrá llegar a autodestruirse al utilizar toda esta tecnología de una manera descontrolada y sin leyes. Este es un mundo que ya tiene que comenzar a pensar quién lo va a regular, que debe ser Naciones Unidas.​

¿Cómo cree que será la investigación en Colombia en las siguientes tres décadas?

Ojalá el país cambie su idea de que la tecnología es algo de segunda. Es que esta, como no da votos, no interesa. Por inercia progresamos, pero no en el nivel en que debemos progresar para estar tecnológicamente desarrollados. Es más, un país sin su propia ciencia y tecnología es una nación que no puede salir del subdesarrollo.

Colombia, por ejemplo, es un país donde no se pueden hacer cosas, sino cositas. Y eso se hace con platicas, no con plata. El colombiano es una persona muy hábil y tiene una gran inventiva, y eso uno lo puede ver en cualquier parte del mundo. Yo viajo mucho y en varios centros de investigación me encuentro colombianos en magníficas posiciones porque rinden enormemente. Yo pensaría que es de los latinoamericanos que se posicionan mejor. Y sí, a pesar de las circunstancias, hacemos cosas y no estamos tan distantes de la tecnología, pero no porque los gobiernos se hayan interesado.

Creo, en línea con este tema, que el 10 por ciento de las regalías fue una buena idea, pero no es practicable. En este momento estamos en el 0.3 del PIB, y bueno, si subié- ramos al 0.8 comenzaría a ser interesante.

Así ve eso que se conoce como futuro Jorge Reynolds, un científico que, a pesar de ser bastante crítico del modo como se ha asumido la investigación en el país, cree en la capacidad de los académicos colombianos por abrirse campo gracias a sus conocimientos.

Estas ideas, dichas en el presente, tienen su puerto definitivo en el futuro, donde llegarán gracias a la tecnología, a la que ha hecho su aporte el propio científico, no solo con la creación y evolución del marcapasos, sino con argumentos como los ya expuestos, cargados de visión y de pertinencia.

Y claro, para no dejar de lado las palabras del “Doc”, el científico amigo de Martin en la trilogía de Volver al futuro, lo mejor sería construirse uno bueno desde ahora y entrar allí por la puerta del desarrollo. Y qué mejor que la ciencia… Esa sería el DeLorean de esta historia para llegar hasta allí, hasta el futuro.


Última modificación: 05/11/2015 10:55