¿Me entiendes? ¡Te entiendo!
Armonía, equilibrio, acercamiento… Cerrar brechas. Entender o ser empático al entrar en la órbita del otro. Lo conozco y me conoce, pero en su intimidad guarda elementos que se deben respetar, que son de él. Sí, es ponerse en los zapatos del otro.
Procurar la cercanía en nombre de la empatía
Tocarle el hombro, abrazarlo desde la presencialidad o la virtualidad, permitirle que me aborde de diferentes maneras. Hablando nos entendemos y si nos entendemos nos conectamos.
A tono con el buen trato
La palabra “trato” encierra tremenda definición. ¿Y a vos cómo te trataron?, ¿te trataron bien o qué te dijeron?, le dicen a uno las personas cercanas cuando se establece una relación. Un buen tono te genera confianza, y lo es más cuando te ayudan a resolver situaciones.
Esperar lo bueno
Normalmente conecta a alguien con algo: me la imaginaba de esta manera, me dicen que es de esta forma, creo que puedo lograr allí esto, comenta alguien y de fondo se dibuja la palabra expectativas. Generar confianza pasa por allí, por generar buenas expectativas.
Arriesgar y confiar
Volvemos sobre lo vulnerable. ¿Por qué? Porque la confianza supone decisiones y acciones en las que una parte arriesga y otra asume una responsabilidad. ¿Sobre qué? Sobre la vulnerabilidad de la contraparte. Es una correspondencia, es decir, en el acto de confiar siempre se necesitará de uno y de otro.