Fundamentaremos la reflexión en un trabajo académico sobre la confianza. Como parte de la indagación para escribir este artículo, emergió una investigación de parte de dos profesoras de la Escuela de Administración de EAFIT que versó sobre el diagnóstico y el proceso de construcción de confianza en una pyme antioqueña del sector de la confección. Esta experiencia, que se relató sin el ánimo de presentar un escenario idílico o utópico, se constituye en un contra-ejemplo de cómo podría ser el manejo de las relaciones laborales en una empresa por oposición a la administración tradicional [taylorismo-fordismo].
Dicha experiencia empresarial, con numerosos ejemplos, se fundamenta en una maravillosa metáfora musical en el género del ‘madrigal’, composición polifónica por la cual, a través de armonías y melodías, sistemas dodecafónicos, procesos de ensamble musical y otras figuras líricas narran las dificultades y vicisitudes que se evidencian al experimentar, evaluar y reconocer el estatus de confianza entre los trabajadores y entre estos y sus superiores. Veamos un ejemplo:
Un operario encargado de los despachos de la pyme entrega el siguiente testimonio de confianza mutua con sus superiores, trabajo que la autora asimila a la ejecución de un fagot:
En mi puesto de trabajo […] tengo ciertas responsabilidades, criterios que debo tomar en cierta manera, entonces mis jefes me dan la confianza total [sobre] lo que yo estoy desempeñando… Por decir, hacer los despachos a nivel nacional o internacional y área metropolitana, que yo lo haga: primero, sin cometer errores; segundo, que no se vaya a perder ninguna caja y que todo el despacho esté saliendo bien.
Para trascender el caso de un solo trabajador que ha gozado de confianza, sería menester decir que esta compañía, frente a la crisis económica mundial de 2008- 2009, definió que su mayor meta sería la de “no salir ni de un solo trabajador… lo hemos logrado y vamos a terminar el año y nos ha ido normal, no digamos bien”. De cara a unos resultados financieros no sobresalientes, ¿no compensaría lo anterior el sentido del compromiso de los trabajadores, en ese momento y a futuro? Liderazgo en tiempos de crisis.
Los desafíos que llegan no son pocos. Vivimos los mayores retos desde la Gran Depresión de la década de 1930. Nos preguntamos: ¿Cuántas empresas no sobrevivieron, impelidas a depositar una inusitada confianza en sus trabajadores? Depósitos de confianza, tal cual los llamó Stephen Covey en su célebre 7 hábitos de la gente altamente efectiva. La nueva normalidad podría incitar a la consolidación de esos pasos y marchar hacia adelante.
Frente a nuevos e imparables modelos de producción (cuarta revolución industrial), la transformación digital, nuevas formas de trabajo híbrido, los inmensos desafíos del cambio climático y las propuestas de nuevas formas del capitalismo como un capitalismo ‘consciente’ o uno ‘progresista’, según Stiglitz, la brecha social se agranda.
Ante nuevas formas de energía alternativa que cogen fuerza, convendría pensar en una nueva fuente energética: intangible, renovable, limpia, creadora de nuevos futuros, al igual que volátil. Esta nueva energía psicosocial sería la confianza, que fluirá cual viento acariciando las aspas que generan la energía eólica. Existen experiencias, prototipos, ensayos. Lo importante es poder replicarlos en un frente amplio.
Tal vez una parte de lo que se juegue en el decenio 2020-2030 dependerá de la manera como manejemos la incertidumbre y enfrentemos la vulnerabilidad, y descansar en estos nuevos activos de confianza-energética, más allá de que sean medibles o no, más allá de que den origen a nuevos ránquines o escalafones empresariales o de clima laboral.
Para las nuevas generaciones se trataría de nuevos futuros esperanzadores que desactiven el deseo de abandonar su país. Necesitamos de un nuevo capital social. Una nueva economía y sociedad, en un mundo digital amable con la naturaleza. Todo esto requiere de nuevos liderazgos, una concepción distinta sobre la conducción de grupos humanos, que emerjan de procesos colectivos y centrados en viejos valores revividos y en nuevos, por construir.
Quizás, al discurrir de una confianza familiar a una confianza organizacional y a una confianza pública, podamos sentir una razonable tranquilidad, como sociedad, al momento de enfrentar la próxima pandemia.
El trabajo al que hacemos referencia es El madrigal de la confianza en la interacción organizacional de una PyMe unipersonal, de Martha Eugenia Reyes. Trabajo de grado de la maestría en Ciencias de la Administración de EAFIT, 2012. Esta profesora, en tándem con su colega Luz María Rivas, presenta un capítulo sobre confianza, en un libro colectivo de próxima aparición.