La impronta eafitense
“Rasgo peculiar y distintivo que una persona deja en sus obras y que la distingue de otras” RALE
Definir la impronta nos compromete no solo con lo expresado por la Real Academia de la Lengua Española, también con aquello que a través del proceso educativo hace singular a una persona que viene a formarse en la Universidad.
En ese sentido, definimos la impronta como un conjunto de rasgos culturales, altamente valiosos y significativos que la Institución desea legar a los integrantes de su comunidad educativa, en especial a quienes estudian en esta, para que en su proceso formativo lo incorporen gradualmente, y como un todo, a su personalidad y estilo de vida, es decir a su identidad y a su marco de actuación humana, ciudadana, profesional y laboral.
La impronta, convertida en espíritu, en criterios, en actitudes y en último término en mentalidad ante la vida, es el bagaje intangible, pero real que orienta al sujeto al momento de dilucidar paradigmas, fijar posiciones, tomar decisiones, formular propuestas y resolver problemas.
Todo proyecto educativo institucional busca contribuir efectivamente a la formación de un determinado tipo de seres humanos, de ciudadanos y de profesionales capaces de realizarse integralmente y de conformar a su vez el tipo de sociedad deseada para vivir plena y justamente.
La impronta es pues la más importante y delicada influencia intelectual y académica que la Universidad espera y desea dejar en el talante de sus estudiantes.
Otorgarle a la propia personalidad uno o varios rasgos específicos de identidad implica adquirir, desarrollar y perfeccionar, en el transcurso de la vida, y muy particularmente en los años de formación, una serie de capacidades cognitivas, axiológicas, actitudinales y procedimentales para actuar en consecuencia.
En efecto, para ser, vivir y comportarse en sociedad como eafitense, visibilizar el espíritu universitario y dejar una huella apreciable en los senderos recorridos, se hace necesario llegar a ser un ciudadano íntegro, tener actitud y perspectiva científica ante el conocimiento, comprometerse con la sostenibilidad de la vida y el mundo, asumir conscientemente la identidad cultural y las implicaciones de la conciencia global, actuar en el mundo del trabajo con un claro sentido de emprendimiento e innovación, y emplearse a fondo en el desarrollo y uso de la acción comunicativa.
El logro y desarrollo de estas competencias se complementa esencialmente con la incorporación en la conciencia de los estudiantes de valores promovidos en el Proyecto Educativo Institucional: Integridad, Responsabilidad, Tolerancia, Audacia y Excelencia.
Estos son los rasgos de la impronta eafitense que buscamos identifiquen a nuestra comunidad eafitense, en especial a los estudiantes:
Compromiso con la sostenibilidad
Plantea acciones transformativas desde los ámbitos individual y colectivo con base en la apropiación de los principios de la sostenibilidad y en la exposición experiencial para responder a los desafíos del presente y posibilitar un futuro justo y seguro sin dejar a nadie atrás.
1
Ciudadanía íntegra
Reflexiona de manera crítica sobre sí mismo, los otros y la naturaleza, fundamentado en la ética y el marco constitucional y jurídico, para participar con integridad en la construcción de sociedades sostenibles.
2
Identidad cultural y consciencia global
Aborda los retos del entorno global a partir del reconocimiento de la identidad, la creación y la diversidad cultural, para participar de manera responsable en la construcción de humanidad dentro de contextos y redes interculturales.
3
Actitud y perspectivas científicas
Comprende fenómenos (sociales, humanos, exactos y aplicados) del entorno local y global desde la curiosidad, la creatividad, el sentido crítico y los pensamientos divergentes para transformar la humanidad.
4
Emprendimiento e innovación
Propone soluciones audaces al enfrentar retos de manera colaborativa y en entornos de incertidumbre para generar valor social, ecológico y económico.
5
Acción comunicativa
Comunica ideas con claridad, corrección y persuasión en situaciones académicas, profesionales y cotidianas, como agente discursivo racional y emocional, para hacerse entender y comprender al otro.
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