Asesor del taller
¿Cómo rastrear la vida en la Tierra?
La paleontología, una ventana del pasado para el futuro
Bogotá, Colombia. Transcurre el año de 1995, el mismo en el que la sonda de la misión Galileo de la
NASA penetró en la atmósfera de Júpiter; un periodo en el que se firma un acuerdo de paz en Bosnia, mientras Colombia le dice adiós, para siempre, a Álvaro Gómez Hurtado.
Ese año también se graduó Andrés Leonardo Cárdenas del colegio. Su primer impulso: entrar a la Armada Nacional. Dos años después, el antiguo cadete de la marina, ingresa a la carrera de
Geología en la
Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá. Su gran logro: al término de su formación, consiguió que su tesis fuera laureada.
Para lograrlo, Cárdenas analizó el potencial de los foraminíferos del delta del Magdalena para determinar si podían describir el medio en el que habitaban. Estos organismos son formas de vida unicelulares del reino protista, es decir, sólo tienen una célula, y son muy útiles para los geólogos porque a partir de sus características se pueden inferir algunas propiedades de las condiciones de vida que soportan o soportaban.
Casualmente, en la década de 1990 otro geólogo, Carlos Jaramillo, comenzó a trabajar con Ecopetrol realizando estudios de bioestratigrafía, una técnica que analiza los estratos o capas de los suelos a partir de los fósiles que contienen (como por ejemplo los foraminíferos). Andrés tuvo entonces la oportunidad de conocerlo y trabajar para la petrolera.
Después de dos años en Ecopetrol, viajó al estado de la Florida en los Estados Unidos para realizar un doctorado en
Paleontología y
estratigrafía, precisamente el tema que venía trabajando desde su tesis.
De ese punto en adelante, inició una carrera académica que lo llevó a trabajar para el
Smithsonian Tropical Research Institute en Panamá y posteriormente para la Universidad EAFIT de Medellín, institución donde actualmente labora como docente e investigador.
Hoy, Andrés participa en la Universidad de los niños EAFIT y dirige el taller: ¿Cómo rastrear la vida en la Tierra?, un espacio donde puede compartir su experiencia descifrando cómo era el planeta en el pasado, o cómo podría ser en el futuro, a partir de las pistas que dejaron algunos organismos, como los
foraminíferos, hasta el presente.
Foraminíferos, calentamiento global y bosque húmedo
¿Cómo responde el bosque húmedo tropical al calentamiento global? Con esta pregunta Andrés Cárdenas inició su trabajo postdoctoral en el
Smithsonian Tropical Research Institute de Panamá. El objetivo: establecer la reacción del bioma en el pasado a aumentos de temperatura, para establecer qué podría pasar en el futuro. Estos son los resultados de su trabajo en la voz de su protagonista:
Lo primero que hicimos fue consolidar una base de datos de las
paleotemperaturas (temperaturas de un lugar determinado en su pasado geológico) en la zonas tropicales durante los últimos 125 millones de años. Así nos dimos cuenta que, mientras la temperatura promedio hoy varían entre 18 a 25 grados centígrados, en el pasado algunas zonas alcanzaron entre 32 a 36 grados centígrados.
Luego de obtener esta información, comenzamos a compararla con datos de la diversidad del bosque húmedo tropical en el tiempo, apoyándonos en el registro de polen fósil de Colombia. Así, podíamos saber cómo las altas temperaturas afectaron la vida.
Como resultado, pudimos establecer que el
bosque húmedo tropical, como el que hubo en la Guajira, apareció hace más o menos 58 millones de años; que hubo intervalos de calentamiento global que ocurrieron, algunos, en millones de años, otros, en miles de años; y que la biodiversidad no disminuyó en estos periodos de tiempo, mientras que su capacidad de adaptación dependió, y dependerá, del buen estado de conservación y su biodiversidad.
En conclusión, el bosque húmedo tropical nos demostró que es posible que sea capaz de adaptarse a cambios súbitos de temperatura, incluso si este se da en pocos años, pero para hacerlo requerirá estar en buenas condiciones, como por ejemplo, no haber sido deforestado.
La imaginación en la investigación
¿Qué debe tener un investigador? ¿Cuál es la fórmula para ser un superhéroe del conocimiento?
Para este geólogo “no se necesita ser superdotado, o muy bueno para las matemáticas".
Según Andrés, “la imaginación es lo que le permite a uno situarse como observador e interpretar la naturaleza”, y en su caso, esto le ayuda a “reconstruir ambientes del pasado, imaginar cómo era un bosque hace 50 millones de años con los datos que se pueden recoger”; y concluye: “lo más importante de todo es hacerse buenas preguntas y sentir pasión por lo que se hace”.