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Juliana Cardona Duque

Los investigadores te cuentan

​​Juliana Cardona Duque

juliana-cardona230x270.png Asesora del taller ¿Por qué brillan las luciérnagas?

Cuando Juliana Cardona era pequeña le encantaba caminar al aire libre y disfrutar del sol y la naturaleza, aunque le tuviera miedo a los insectos.

Sin embargo, ese temor se transformó en un gran amor por los insectos polinizadores (encargados de llevar el polen de una flor a otra), en especial por los cucarrones, a los que actualmente estudia. 

Hoy, como bióloga y docente de la Universidad CES, Juliana se dedica a investigar la clasificación de los diferentes especies de insectos, y a conocer más sobre las relaciones entre polinizadores y plantas.


Recordando días del pasado

¿Había un juego en particular que le gustara cuando era un niño? ¿Por qué?

Me encantaba salir y estar al aire libre, aunque en ese tiempo no me gustaban mucho los insectos. También, junto con mi hermana, me gustaba inventar curas contra las enfermedades del mundo; mezclábamos cremas y medicamentos viejos de mi mamá para crear soluciones a diversos dolores, y así salvar a la humanidad.

¿Con quién compartía y pasaba la mayor parte del tiempo cuando era niño? ¿Por qué?

Con mi hermana, que es un año menor que yo. Ella era mi compañera de juegos, peleas y travesuras. Siempre estábamos pensando qué juego inventarnos: por ejemplo, ser exploradoras en el gran solar de la casa de mi abuelo. También me gustaba estar con mis tíos y salir a la finca a caminar y jugar.

¿Hubo algún profesor que lo marcó significativamente? ¿Por qué?

Varios. En el colegio me marco mi profesor de Biología, Fabio Zuluaga. Él era muy apasionado, se notaba su amor por enseñar. Escucharlo hablar era fascinante, tal vez por eso fue una de las personas que influyó un poco en mi decisión de ser bióloga.

Durante el pregrado también fue muy importante Ricardo Callejas, profesor del área de Botánica (estudio de las plantas) y de Evolución (estudio de la herencia génetica). Él fue, junto con Martha Wolf, profesora de Entomología (estudio de insectos), determinante en la elección de mi investigación. Sus estudios me parecieron la mezcla perfecta entre el estudio de las plantas y los insectos.


Si en sus manos estuviera proponer un modelo educativo para las nuevas generaciones, ¿en qué consistiría?

En la educación, es importante resaltar el cariño por las cosas y la capacidad de asombro que tienen todos los seres humanos. Cuando se enseñan los temas sin ningún sentimiento que los acompañe, se padecen, se sufren y luego se dejan de lado, sin ningún interés. Por eso es importante incentivar el aprendizaje desde la curiosidad y lo maravilloso que tiene cada topico. Si a uno le enseñan las materias como son, sorprendentes, creo que serían más facíles de interiorizar y apreneder.

 

Viviendo el aquí y el ahora

¿Hay algo que la obsesione?

Me obsesionan muchas cosas, pero en especial temas relacionados con la Biología; por ejemplo, que algunas plantas forman estructuras, esquemas e incluso comportamientos para atraer solo a cierto tipo de insectos polinizadores. Me parece una interacción fascinante que quiero seguir estudiando hasta entenderla completamente.


¿En qué cree?

Tengo la creencia de que todo siempre va a estar mejor. No importa la situación en la que estemos, sé y creo que al final las cosas cambian a favor de uno y tienen diversas soluciones, lo cual me da ánimos para levantarme todos los días.


¿Hubo algún acontecimiento determinante que la llevara a descubrir su vocación profesional?

Mi decisión se basó en un hecho muy extraño. Cuando tenía 12 años, estaba de vacaciones en la costa con mis padres. Por esa época, hubo unos supuestos ataques de tiburones, que llamaron mucho mi atención; quede fascinada con estos animales. Todos le tenían miedo, pero a mí me llenaban de intriga. A partir de eso decidi estudiar Biología para luego especializarme en Biología Marina.

No obstante, en segundo semestre, durante una salida a observar aves, vi algo increíble que cambió todo mi enfoque dentro de la Biología: ese día presencié cómo un cucarrón se preparaba para volar, abriendo sus alas sólidas y duras; hasta ahí me llegó el miedo por los insectos. Sentí una gran fascinación, que me llevo a cambiar mi campo de interés por los insectos polinizadores, en el cual trabajo y lo seguiré haciendo.


En este momento, usted investiga la interacción entre plantas e insectos polinizadores. Supongamos que la única posibilidad de realizarla dependiera de un "sí" de los ciudadanos ajenos a temas de ciencia, ¿cómo le explicaría su importancia y necesidad?

Los acercaría a esta investigación desde nuestro propio vivir. De alguna manera, nuestra vida depende de esas interacciones entre plantas e insectos polinizadores. Son vitales no solo para el ser humano, sino también para otras plantas y vegetales que consumimos a diario, fundamentales para adquirir energía. Así que si no entendemos cómo se dan esos ecosistemas, seguiremos destruyéndolos y haciéndole mal a todo el planeta.


Si usted tuviera que personificar el objeto de su investigación, ¿cómo describiría su personalidad?

Como los cucarrones pueden llegar a ser tan chiquititos, los pasamos por alto, pero en realidad tienen capacidades extraordinarias que mantienen bajo perfil y son muy importantes para nosotros y el ciclo de muchos otros seres vivos. Gran parte de la energía que necesitamos para vivir viene de plantas que a su vez necesitan estos pequeños agentes polinizadores para llevar a cabo todas sus funciones y no morir. Los imagino como pequeños héroes que tienen grandes propósitos​.