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Javier Correa Álvarez

Los investigadores te cuentan

"Sentir que las preguntas que uno se hace se pueden responder es muy gratificante".

javier-correa.png Javier Correa es un biólogo interesado en investigar los fenómenos moleculares para entender cómo se desarrolla la vida. En este momento, le inquieta descubrir el mecanismo por el cual una bacteria es capaz de producir un antibiótico, estudiando la función de sus moléculas.

Desde pequeño, el entorno familiar de este investigador lo motivó a interesarse por la Biología; su madre siempre fue amante de la naturaleza y de la educación ambiental, lo que lo acercó a esta área del conocimiento.

Los estudios del genoma humano, que comenzaron en la década de los noventa, influyeron en sus intereses de investigación. Por ello, decidió estudiar la genética de las plantas para comprender su historia; y realizar un doctorado en Genética y Biología Molecular. Actualmente, Javier trabaja con la Biología computacional para analizar los grandes volúmenes de datos sobre los genes.

​Más datos sobre Javier​

¿Qué estudia un biólogo?

Un Biólogo estudia la vida; para nosotros es fácil distinguirla, pero cuando llegamos a las moléculas y tratamos de entender que la interacción de esas moléculas son las que generan la vida, ahí sí hay un poco de abstracción. Yo estudio las moléculas desde la Química, la Física y las Matemáticas para entender qué es la vida.

¿Qué te dedicas a investigar?

Dentro de la Biología molecular, disciplina que estudia los procesos que se dan en los seres vivos desde un punto de vista molecular, investigo sobre la genómica, es decir, el estudio y la evolución de los genes. 

Por ejemplo, investigo cómo los hongos pueden ser patógenos (agentes productores de enfermedades) para algunas plantas; e indago por bacterias que prevengan que los cultivos sean atacados por estos hongos.
 

¿Por qué decidiste ser biólogo?

Desde muy pequeño me han llamado la atención los animales y las plantas, la naturaleza en general. Recuerdo que, cuando tenía 6 años, soñaba con la idea de ser científico, hacer un laboratorio, descubrir cosas nuevas y explicar fenómenos. Además, en mi familia todos han tenido relación con la educación y la ciencia; mi mamá fue profesora de Ciencias Naturales y mi papá era matemático.

 

¿Qué consejo le darías a un niño o a un joven que quiera ser biólogo?

Le aconsejo que se pregunte por las cosas más absurdas que pueda haber; los niños inquietos que ven fenómenos no tan obvios son los mejores biólogos y científicos. Por ejemplo, la mayoría de las personas pasan por alto cuando una flor está saliendo de su capullo; los biólogos nos inquietamos con eso.

Además, le aconsejo que se haga preguntas y trate de responderlas buscando e investigando.

¿En qué materias te iba mejor en el colegio?

Me iba muy bien en Física y en Química y, en noveno, décimo y undécimo en Biología. Las ciencias siempre me han llamado la atención.

¿Cuáles eran las materias más difíciles?

No me gustaba la filosofía. Yo decía "¿por qué estos señores no pueden hablar normalmente y decir las cosas en un lenguaje sencillo para que todo el mundo lo pueda entender?". No me iba mal, pero no la disfrutaba.

¿Qué es lo mejor de ser biólogo?

Lo mejor de ser biólogo es la pasión que uno siempre tiene. Por ejemplo, yo puedo estar un día entero en el laboratorio y terminar un experimento en la noche; la felicidad que uno siente en se momento es indescriptible. Sentir que las preguntas que uno se hace se pueden responder y que uno puede construir teorías, para mí es muy gratificante. Aunque soy biólogo doctorado en Genética, todos los días hay una cosa nueva, algo que aprender.

¿Qué es lo más difícil de ser biólogo?

Lo más difícil es la disciplina. Para ser alguien hay que ser disciplinado: aprobar los cursos y proyectos, publicar y socializar las investigaciones. Es difícil mantenerla porque, además de lo profesional, también tienes que sacar tiempo para tus amigos, para tu familia, para el amor. Hay veces que el tiempo es el que limita la disciplina, pero yo creo que cuando uno es organizado puede hacer todas las cosas.

¿Qué es lo más emocionante que hasta el momento has descubierto o  encontrado?

Lo más emocionante que he vivido fue durante la tesis de pregrado. Estaba estudiando un hongo que ataca la papa, y tenía que extraer una molécula, lo cual era muy difícil porque era inestable y se degradaba fácilmente.

Llevaba un año en esta labor y, una noche en el laboratorio, salió la molécula en el gel. Cuando la vi sentí una felicidad infinita, yo saltaba y gritaba. Estaba totalmente solo en el edificio y nadie me escuchaba, pero yo estaba feliz de haberlo logrado.

¿Cuál es tu herramienta o espacio de investigación favorito?

Han venido cambiando. Primero, eran las salidas de campo cuando estaba en la universidad. Después llegó el laboratorio, donde podía permanecer semanas; solo salía a comer y a dormir.

Ahora mi espacio favorito es el computador para trabajar con datos. Esto se llama Biología computacional, un área reciente de la Biología en donde utilizamos algoritmos matemáticos para analizar grandes volúmenes de información y responder preguntas mucho más completas. Antes estudiábamos un gen, una proteína y un organismo, hoy estudiamos veinte mil genes, cien mil proteínas, y tres billones de células al tiempo.

¿Un sitio web sobre Biología que le recomiendes a los niños y jóvenes?

El árbol de la vida http://tolweb.org/tree/phylogeny.html Lo hicieron unos niños de colegio en Estados Unidos porque se preguntaban cómo están clasificados todos los organismos.

¿Un libro que quieras recomendarle a niños y jóvenes?

Los biólogos somos exploradores porque nos gusta ir detrás de algo que nadie ha descubierto. Si les gusta la Biología, les recomiendo los libros de Robinson Crusoe. 

¿A qué te hubieras dedicado si no hubieras sido biólogo?

Hubiese estudiado Ciencias de la computación, una carrera que aún no existe en el país, o Ingeniería de sistemas. También me gusta mucho el campo, así que hubiese sido Agrónomo; para seguir con la herencia cafetera de mis abuelos.