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Juan Diego Jaramillo

Los investigadores te cuentan

“Cada uno de los pequeños avances trae unas satisfacciones increíbles, uno flota”​

juan-diego-jaramillo.jpgAsesor de los talleres ¿Cómo se construye un edificio?, ¿Cómo se mueve la tierra cuando hay terremotos? ¿Cómo libera energía la tierra?

Juan Diego Jaramillo es un ingeniero civil de formación, pero muy rápido se desvió a estudiar problemas de Ingeniería Sísmica, es decir, el cómo responden las obras de infraestructura a los movimientos telúricos, cómo se mueven, a qué fuerz

as quedan sometidas.

Su investigación se basa en entender por qué pasa lo que pasa en ciertos fenómenos, como los sismos. Para ello sus ideas giran alrededor de más preguntas que respuestas y en plasmarlas en papeles por medio de dibujos y fórmulas. 

La motivación de sus investigaciones se encuentra en presenciar en el laboratorio lo que estimaba que iba a pasar. Se considera un ser “tremendamente egoísta”, lo que explica que su ideal no sea resolver un problema de la humanidad, sino entender y explicar un fenómeno; encontrarle una resolución a determinado problema. 

Su deseo de investigar parte de resolver un problema personal, su ideal es ver lo que nadie ve.​​

¿Qué estudia un ingeniero civil?
El diseño, la construcción y la operación de obras de infraestructura como puentes, carreteras, puertos, edificios, ferrocarriles, entre otras.

¿Qué te dedicas a investigar?
Soy  ingeniero civil de formación, pero muy rápido me desvié a estudiar problemas de ingeniería sísmica, es decir, el cómo responden esas obras de infraestructura a los movimientos telúricos, cómo se mueven, a qué fuerzas quedan sometidas. En temas de sismología me ha interesado saber qué tipo de sismo debemos esperar, de qué tamaño, intensidad y frecuencia, todo está relacionado con la geofísica, la Tierra y la corteza.

¿Por qué decidiste estudiar Ingeniería Civil?
Porque siempre tuve una inclinación muy marcada a la física y las matemáticas; también por razones familiares y sociales. Aunque en la mitad del pregrado tuve la intención de cambiarme, afortunadamente no lo hice y hoy lo agradezco; obviamente me gradué, pero nunca fue mi atractivo.

¿Por qué dices que agradeces no haberlo hecho?
Porque me siento muy contento con los pies en las dos áreas del conocimiento; con uno en la física y en las matemáticas y con el otro en la ingeniería; considero que tal vez lo mejor que he logrado hacer en toda mi profesión es tender un puente entre los profesionales de estos temas.

¿Por qué hiciste el cambio?
La Ingeniería Sísmica fue un accidente, porque cuando estaba haciendo una especialización en México en estructuras, ocurrió el sismo de 1985. Eso me impactó y cambió el rumbo; entonces, apareció mucha gente para hablar del tema, quedé apasionado.

¿Qué consejo le darías a un niño que quiera ser ingeniero de sistemas?
Desafortunadamente, seguramente lo cautivante de la tecnología ha hecho que los ingenieros nos olvidemos de la física  y de la matemática, pero es un error, porque sin la mecánica cuántica o la teoría de la relatividad no habría celulares; el fundamento está todo ahí.

¿Qué es lo mejor de ser ingeniero sísmico?
Creo que todas las profesiones son bellísimas, pero uno tiene que conectarse con una y vivirla. Lo que ocurre es que en este país, seguro por la economía tan frágil que tenemos, a lo que te dedicas se convierte en un medio de sustento y no debe ser así, es una equivocación terrible; la gente se aferra al trabajo para llevar un plato de comida a la casa, por eso les recomiendo que crean en que si uno hace lo que quiere, y lo disfruta, lo otro va a venir por añadidura, no vale la pena sacrificar toda la vida haciendo lo que uno no quiere.

¿Qué es lo que más te gusta de tu profesión?
Hacer preguntas y resolverlas, eso me apasiona; a veces sin mucha aplicación a la vista, sin mucho sentido.  Afortunadamente estoy en una posición en la que me puedo dar  el lujo de hacer lo que quiero, seguramente porque tengo una credibilidad, un estatus. Pero soy un defensor de la idea de que es posible hacer, vivir y disfrutar de lo que te gusta.

¿Qué es lo peor o lo más difícil de tu profesión?
Todas las profesiones tienen sus angustias genuinas, por ejemplo el no hallar respuesta a una pregunta, a esto le dedicas horas, días, semanas y hasta meses, incluso no duermes bien simplemente por esa inquietud que tienes en la cabeza las 24 horas.

¿Qué es lo más emocionante que has encontrado, descubierto o investigado?
Cuando entiendes un problema, propones una solución, la verificas y funciona, ese momento es sumamente valioso, nada lo supera. Cada uno de los pequeños avances trae unas satisfacciones increíbles, uno flota.

¿Cuál es tu herramienta o espacio de investigación preferido?
Principalmente, una hoja de papel y un lápiz para dibujar, anotar posibles respuestas, hacer cálculos, ecuaciones algebraicas y finalmente el computador, no necesito más.

¿Cuál es el sitio web relacionado con tu profesión que más te gusta?
El Air Earth Engineering Research Institute- AEERI- de Berkeley California, instituto del cual soy miembro y tengo una membrecía que me permite navegar y acceder a textos completos.

¿A qué te dedicarías si no fueras ingeniero sísmico o civil?
Probablemente físico o geofísico. La posibilidad de escoger una profesión era muy estrecha, la inclinación era muy marcada. Cuando tenía 16 o 17 años, a veces prefería quedarme leyendo un libro de física que ir a una finca con los amigos; me apasionaba profundamente el área de ciencias. Como dice un alumno mío: “o traes el chip o no”. Es la actitud, la pasión que lo desborda y que lo mueve todo, la necesidad de aprender una buena matemática, leer sobre el tema, y detrás algo que te mueve.​​