La Geología también le hace frente al cambio climático

Marzo 22, 2021

El calentamiento global produce alteraciones drásticas en el clima y el nivel del mar, poniendo en riesgo ecosistemas y al propio ser humano. ¿Cómo la Geología ayuda a entenderlo? Investigadores del Departamento de Ciencias de la Tierra adelantan estudios para comprenderlo y proponer soluciones.

La Geología como ciencia –y en particular algunas de sus áreas como la paleontología, la tectónica, la hidrogeología y la oceanografía– ayuda a entender los cambios en los ciclos biogeoquímicos a lo largo de la historia del planeta y a entender los roles e interacciones de los diferentes elementos del denominado Sistema Tierra.

Estas disciplinas generan un conocimiento básico de los procesos naturales que permite realizar predicciones cuantitativas sobre los mismos y, por tanto, proponer soluciones a problemáticas complejas contemporáneas relacionadas con el cambio climático. Bajo esta perspectiva, temas como el calentamiento global, la sexta extinción en masa y los cambios del nivel del mar se estudian en el Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad EAFIT desde el año 2015.

Por medio del entendimiento de cómo funciona el Sistema Tierra, profesores indagan acerca de qué les pasa a los biomas (regiones que tienen características uniformes en su clima, flora y fauna, por ejemplo un desierto o una selva tropical) cuando hay un calentamiento global, cuál es el rol de la generación de montañas en el sistema climático, cómo ha variado el nivel del mar en las costas colombianas durante estos eventos y cómo se afectan los reservorios de agua subterránea debido a los cambios antrópicos, es decir, los causados por el ser humano.

Los investigadores avanzan, además, en el diseño de modelos matemáticos que permitan predecir cómo cada uno de esos elementos se comportará en el futuro cercano. La Geología en EAFIT es entonces concebida para vislumbrar el futuro en corto plazo del planeta, mediante el entendimiento del pasado y el presente.

Los biomas y los cambios sociales
Con el calentamiento global varían las densidades atmosféricas, explica Andrés Cárdenas Rozo, docente e investigador adscrito al Departamento de Ciencias de la Tierra de EAFIT.

“En algunos sitios puede que los regímenes de lluvia cambien, disminuyan o se presenten inviernos muy fuertes y luego veranos muy secos”. Esa es una situación que, en la zona tropical de una ciudad como Medellín, al igual que en muchas otras, se puede evidenciar con las inundaciones en temporadas de lluvia y sequía en tiempos de calor.

“Nosotros nunca nos hemos enfrentado a un calentamiento global, nuestra especie apareció hace unos 200 mil años cuando el planeta estaba en un modo climático de temperaturas frías, entonces no sabemos qué es lo que pasa cuando el planeta se calienta, no lo hemos vivido”, continúa Cárdenas, quien añade que para averiguarlo “podemos ver cómo organismos de hace millones de años respondieron a eventos de calentamiento global pasados y cuando estos se analizan podemos saber la respuesta biótica de biomas específicos durante estos períodos”.

Por acción de la minería ilegal está cambiando en forma drástica los usos del suelo en muchas zonas de Colombia.

Foto: Róbinson Henao

Una de las zonas de investigación para él ha sido el bosque húmedo tropical. Ese tipo de bosque se estableció hace al menos 57 millones de años, como lo indica la flora fósil de El Cerrejón y ha sido un bioma que ha enfrentado eventos de calentamiento global aproximadamente hace 55.5, 53 y 17 millones de años.

“Utilizando hojas fósiles y polen fósil de esos intervalos de tiempo y comparándolos con curvas de paleotemperaturas determinadas por la señal isotópica de oxígeno registrada en fósiles marinos es posible ver cómo cambia la diversidad de este bioma y hacer hipótesis sobre las posibles causas de este patrón”, explica el profesor.

Eso es algo que vienen haciendo Carlos Jaramillo, científico residente del Smithsonian Tropical Research Institute, y Andrés Cárdenas desde 2013. Lo que se ha descubierto hasta el momento es que cuando el bosque se enfrenta a un calentamiento global su diversidad aumenta y cuando está en una época de enfriamiento global su diversidad disminuye.

Sin embargo, el investigador aclara que hay que tener en cuenta que esto aplica solamente cuando el calentamiento se da en escalas de millones y miles de años, no en escalas de decenas de años, como está ocurriendo en la actualidad. Otra diferencia fundamental con la situación de hoy es que el bosque húmedo tropical del pasado no estaba talado ni fragmentado; por lo tanto, su evapotranspiración era muy alta generando grandes cantidades de lluvia.

“El calentamiento global es algo que ya está ocurriendo, los bosques tropicales pueden morir, los ciclos hidrológicos cambiar y si sube el nivel del mar todas las ciudades costeras van a estar en peligro. Todos estos cambios nos van a doler mucho, pues generarán alteraciones profundas en los modelos económicos”, afirma con preocupación el profesor Cárdenas.

En estos escenarios de cambio climático tenemos que empezar a cambiar la visión, dejar de utilizar tanto el agua superficial y comenzar a usar en forma conjunta agua superficial y agua subterránea”. Marcela Jaramillo Uribe, investigadora del Departamento de Ciencias de la Tierra de EAFIT.

Ascenso del nivel del mar, realidad inminente

Juan Felipe Paniagua Arroyave, líder de la línea de investigación en Mecánica del Paisaje del grupo de Hidrología de los Andes del Norte de la Universidad EAFIT, asegura que “el calentamiento inducido por el aumento de gases de efecto invernadero en la atmósfera está aumentando el nivel global del mar”.

Se sabe que hace 20 mil años, durante la última glaciación, el mar estaba a 120 metros en promedio por debajo de su nivel actual. Luego, durante 10 mil años el mar ascendió hasta su posición actual.

Paniagua indica que “actualmente estamos cambiando la química de la atmósfera, lo que hace que el nivel del mar global suba, afectando las comunidades costeras por el incremento de inundaciones y erosión del litoral”.

De acuerdo con los estudios que se adelantan en dicho grupo de investigación, aún no se conoce el efecto del ascenso del nivel del mar en los litorales colombianos.

Según Paniagua, “se sabe que el cambio en los niveles produce un reacomodo en la costa, pero en Colombia no sabemos cuánto. Con colegas de las universidades de Florida (Estados Unidos), Ottawa (Canadá), Bologna (Italia) y Utrecht (Países Bajos) estamos modelando el cambio del nivel del mar desde el Último Máximo Glaciar (hace 20 mil años) para entender el nivel del mar en el que se formaron nuestras costas y los cambios que se esperan en ellas ante un ascenso del mar”.

Los impactos mencionados del ascenso del nivel del mar se suman a influencias humanas relacionadas con la construcción desordenada de obras de defensa, la extracción de arena de playa e, incluso, por el aumento o disminución de la arena que descargan los ríos.

Normalmente, en países desarrollados los efectos del aumento del nivel del mar se contrarrestan con la construcción de grandes muros que contengan el aumento del mar.

Sin embargo, en Colombia no tendríamos recursos para este tipo de soluciones, asegura Paniagua.

En contraste con estas soluciones, en algunas partes de Estados Unidos (como en la zona costera de Carolina del Norte) se prohíbe la construcción de hoteles y propiedades en general cerca de las playas.

Según Paniagua, “ellos han descubierto que los problemas relacionados con la erosión e inundación van a ser cada vez peores y una solución sostenible sería dejar que la costa se acomode a los nuevos niveles del mar".

"Pero para tomar ese tipo de decisiones -continúa- necesitamos entender muy bien cómo han cambiado los niveles del mar durante el pasado geológico cercano y qué se espera de estos en el corto y mediano plazo”.

Las montañas y su relación con el clima

Para Camilo Bustamante Londoño, profesor del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad EAFIT, las montañas tienen una incidencia directa en el clima: “Ellas se forman por la convergencia de las placas tectónicas. Los esfuerzos que se generan en ese choque de placas hacen que se levanten las cordilleras, a las cuales se puede asociar el vulcanismo o pueden actuar como barreras de la nubosidad, por ejemplo”.

Las investigaciones desarrolladas en el Departamento de Ciencias de la Tierra han permitido identificar que, en el pasado, la región Andina tuvo gran actividad volcánica que seguramente fue la responsable de grandes emanaciones de CO2 a la atmósfera.

Dichas emanaciones pudieron haber tenido un potencial efecto en cambiar el clima. “La cordillera de los Andes ha tenido vulcanismo continuo durante varios millones de años que ha emitido CO2 a la atmósfera.

Se sabe que el dióxido de carbono es uno de los gases invernadero que permiten el calentamiento del planeta, así que podríamos suponer que un aumento en la actividad volcánica en un corto intervalo de tiempo afectaría el clima. Aunque dichos cambios no serían inmediatos a escala humana”, advierte Bustamante.

Al parecer, durante la era Mesozoica (entre 200 y 65 millones de años) en Colombia y Sudamérica se generó una gran cantidad de magma (roca fundida dentro de la Tierra) y, por consiguiente, un vulcanismo de gran magnitud, registrado desde el departamento del Putumayo hasta la Sierra Nevada de Santa Marta.

El profesor Bustamante sugiere que esa gran actividad volcánica, que fue mucho mayor a la de la era Cenozoica (desde hace 65 millones de años), debió haber influido en la configuración del clima durante el Mesozoico, pero la magnitud de dicha alteración climática aún se está investigando.

Pese a la gran riqueza en sistemas hídricos superficiales, el agua subterránea representa el 72% del agua del país. 

Foto: Róbinson Henao

Estas aguas provienen principalmente del agua lluvia que se infiltra hasta llegar a los acuíferos o sitios de almacenamiento donde se ubican. Por lo tanto, cualquier cambio en los regímenes de lluvia afectarán, tarde o temprano, la recarga o cantidad de agua que llega a estos acuíferos.

El cambio climático puede traer escasez de agua en la superficie (lluvia o ríos) y, por lo tanto, los gobiernos podrían decidir perforar pozos y comenzar a utilizar más el agua subterránea. El problema es que, como dice Marcela Jaramillo, “cuando se utiliza más agua subterránea de la que se está recargando podemos llegar a un punto de sobreexplotación y su uso podría no ser sostenible en el tiempo”.

El agua subterránea es el mayor almacenamiento de agua dulce después de los glaciares y, según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia (Ideam), el agua subterránea representa el 72% de toda el agua del país, pero esta aún se desconoce: “No sabemos bien dónde está, cuáles son sus características y en estos escenarios del cambio climático tenemos que empezar a cambiar la visión, dejar de utilizar tanto el agua superficial y comenzar a usar en forma conjunta agua superficial y agua subterránea”, afirma Marcela.

De allí que desde EAFIT se esté liderando investigaciones para entender algunos de los principales sistemas acuíferos de la región y, eventualmente, proporcionar herramientas de gestión a través de la implementación de planes de uso conjunto del agua que sean sostenibles en el tiempo.

Las investigaciones se llevan a cabo en compañía de estudiantes de pregrado y posgrado de la Institución: “Tenemos estudiantes de pregrado haciendo su tesis en entender los mecanismos de recarga de los acuíferos. En este momento, diez estudiantes de maestría están trabajando temas de hidrogeología desde diferentes enfoques, todo para entender mejor el agua subterránea”.

Aliados en los proyectos

Actualmente, el Instituto Smithsonian y EAFIT tienen una red de cooperación trabajando en el desierto de La Tatacoa en el Huila, donde participa también el profesor Andrés Cárdenas por su conocimiento en paleontología.

La profesora Marcela inició este año un proyecto de investigación con financiación interna que tiene como objetivo “contribuir al conocimiento hidrogeológico de la zona para entender mejor de dónde viene el agua que se está acumulando en los acuíferos, qué tan rápido se está llevando a cabo este proceso y compararlo con el agua que se está usando. La idea es que el gobierno local pueda, con los resultados de la investigación, mejorar la gestión del agua en la zona”.

La Universidad llevó a cabo en 2020 un proyecto con Empresas Públicas de Medellín para entender el conocimiento actual del agua subterránea en los valles de Aburrá y de San Nicolás (Oriente antioqueño) que espera continuar este año.

“EAFIT está ubicada sobre un gran acuífero y, en este momento, podríamos estar utilizándola en lugar del acueducto”, asegura Marcela Jaramillo para poner en evidencia la gran riqueza hídrica del Valle de Aburrá.

Cada uno de los investigadores explica cómo desde estas áreas de la Geología se están haciendo aportes a esa gran preocupación que encabeza muchas de las agendas internacionales: cómo la especie humana se va a adaptar a los cambios que viene produciendo el calentamiento en este hogar colectivo que llamamos Tierra.

El calentamiento global, ¿culpable de la sexta extinción en masa?

Para que exista una extinción en masa tiene que desaparecer aproximadamente el 75% de especies en diferentes biomas en un tiempo menor a 5 millones de años, explica el docente Andrés Cárdenas: “Cinco extinciones en masa han ocurrido durante los ultimos 542 millones de años. Estudiar los patrones de extinción, superviviencia y recobro de cada una de ellas, al igual que la selectividad de la extinción (es decir, cuales organismos fueron más propensos a desaparecer durante cada una de estas extinciones), nos permite determinar cuáles reglas ecológicas se rompen durante un evento de estos y hacer un diagnóstico cuantitativo acerca de qué podemos esperar de la sexta extinción que estamos provocando y qué acciones debemos implantar desde ahora para mitigar su impacto’’.

“Una de las extinciones en masa más fuertes que sufrió el planeta ocurrió hace aproximadamente 251 millones de años cuando durante 3 millones de años se extinguieron el 96% de las especies del planeta. La causa de esta extinción fue la perdida de habitat generada por un calentamiento global que empezó por un muy fuerte vulcanismo en Siberia que cambió la circulación oceánica, liberó metano de los fondos del oceáno a la atmósfera, incrementó la cantidad de CO2 en la atmósfera y produjo acidificación en el oceáno. Todo esto en un intervalo de tiempo muy corto que no permitió a los organismos adaptarse a estas nuevas condiciones ecológicas”, relata el profesor Andrés.

Añade que, en la actualidad, la destrucción de hábitats marinos y continentales como consecuencia de nuestra forma de vida es mucho más rápida que en las extinciones en masa pasadas.

Ahora, la destrucción va en decadas a cientos de años, no en miles a millones de años como en todas las extinciones de masa del pasado. Además, está el calentamiento global que agudizaría la respuesta adaptativa de los organismos a los cambios antrópicos que se dan en los ecosistemas.

“Frenar estos dos procesos (extinción en masa y calentamiento global) ya no es posible, pero lo que sí podemos hacer es cambiar nuestra visión guerrerista y de conquista del planeta por una en la que nos veamos como un elemento más de los miles de millones que lo conforman. Así, con base en el entendimiento de las interacciones del Sistema Tierra, lograremos mitigar estos dos problemas”, concluye el investigador.

Autores

Laura López Alzate

Colaboradora.

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La historia de las montañas contada por sus rocas

Septiembre 10, 2020

El estudio de rocas de las cordilleras Occidental y Central permite a investigadores de EAFIT
reconstruir la evolución de los Andes del norte, en Antioquia, desde hace millones de años hasta el último medio siglo. Conoce esta interesante historia.

El Centro de Monitoreo de la Conservación del Ambiente, del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, declara a Colombia como un país megadiverso. Y esto se debe, en gran parte, a los miles de millones de años de procesos geológicos que han dado lugar a cordilleras, valles, sistemas de fallas y condiciones climáticas que propician que esta sea una de las 17 naciones que albergan el 70 por ciento de la biodiversidad del planeta.

Por eso, Colombia no solo es un país megadiverso, también es geodiverso. Esta afirmación se evidencia en todos los paisajes que componen el territorio nacional incluido, por supuesto, el del Valle de Aburrá, donde se levanta Medellín. No es gratuito, por ejemplo, que la vista desde el parque Arví, con sus colinas y altiplanos, sea tan diferente de la que se aprecia desde uno de los miradores de la avenida Las Palmas.

Otra cosa es observar la ciudad desde alguno de sus tres cerros tutelares de la parte plana (El Volador, Nutibara y La Asomadera), en comparación con lo que se ve desde el Alto de la Virgen, en Guarne, o la geografía para quien está en el Alto de San Miguel, donde nace el río Medellín. Y todo eso es muy diferente a lo que ve alguien que se lanza en parapente desde San Félix en dirección Occidente-Oriente.

¿Por qué el Valle de Aburrá se comporta tan diferente, cómo se formó y cómo sigue reacomodándose?, ¿por qué no se puede comprender como una unidad sino como un territorio geológicamente diverso?, ¿por qué tenemos el paisaje actual? y ¿cuál es la historia tras la formación de las montañas que lo conforman?

 

La asimetría del Valle de Aburrá lleva a los investigadores a pensar que no se puede seguir entendiéndolo desde el punto de vista geológico como se ha hecho hasta ahora.

Foto: Róbinson Henao

El trabajo de los "médicos de la Tierra"


Las anteriores son algunas de las preguntas que intenta responder la investigación Historia de la erosión en el corto, mediano y largo plazo de las cordilleras Central y Occidental de los Andes del norte, departamento de Antioquia.

Se trata de un estudio que adelanta el Grupo de Investigación en Geología Ambiental e Ingeniería Sísmica de EAFIT, liderado por la profesora María Isabel Marín Cerón, y en el que participa un grupo interdisciplinario de estudiantes y docentes del Departamento de Ciencias de la Tierra e investigadores de la Universidad Nacional de Colombia-Sede Medellín y de otras instituciones educativas de España, Suiza, Australia y Estados Unidos, entre otros.

Para hacerlo diseñaron una ruta de escalas que va desde el largo plazo (miles de millones de años) hasta el corto (de 50 años a algunos miles).

“Los geólogos somos como los médicos de la Tierra y si queremos hacer una buena práctica con lo que tenemos en este momento en la superficie, tenemos que mirar su historia clínica primero. Esas escalas de tiempo corresponden a dicho propósito”.

Esto comenta Santiago Noreña Londoño, ingeniero geólogo de la Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín y estudiante del doctorado en Ciencias de la Tierra de EAFIT.

Él es uno de los investigadores de este proyecto y explica así la importancia de trabajar en estas tres escalas, que son una oportunidad para entender el pasado y predecir el futuro desde la geología.

Para él, otra de las posibilidades que permite el estudio evolutivo es que cuando se trata de investigaciones geológicas estas se hacen, por lo general, desde escalas muy grandes que no incluyen la dimensión humana.

“Se invierten muchos recursos humanos, económicos y tecnológicos, pero no hay una aplicación real –asegura Noreña–. Lo que nosotros queremos es entender la evolución de los Andes del norte, de las montañas de Antioquia, pero respondiendo a las necesidades locales de generar un producto de información científica de calidad que responda a problemas concretos como la pérdida de áreas productivas, la estabilidad de la infraestructura o los riesgos sísmicos, por mencionar algunos”.

La orogenia es la ciencia de la geología que estudia la formación de las montañas y es fundamental para comprender sistemas complejos como las montañas.
La tarea de ponerle nombre y edad a una roca

Colombia se encuentra en la zona de subducción entre las placas tectónicas de Nazca y Sudamericana, es decir, cada vez que la primera empuja a la segunda (en el proceso que se conoce como de “pulsión”) genera un aumento de presión y temperatura que desencadena una serie de procesos geológicos en la Tierra. Uno de ellos fue, precisamente, el origen de la cordillera de los Andes hace más de 60 millones de años.

En nuestro grupo queremos entender, en primer lugar, la geodinámica interna y externa de esas montañas, es decir, los factores internos y externos de la Tierra que originaron los paisajes geológicos que tenemos ahora”, señala la profesora María Isabel Marín Cerón, investigadora líder de este proyecto.

Y continúa: “Yo siempre les digo a mis estudiantes que es como si alguien prendiera un fogón. Al calentar la corteza los magmas, volátiles y/o fluidos que se generan tienen dos opciones: quedarse ahí o salir a través de algunas de las fallas geológicas. Ese material se enfría al interior de la corteza (rocas plutónicas) o al exterior (rocas volcánica), cuando sale y entra en contacto con diferentes factores de la superficie, por ejemplo la lluvia, se erodan y se depositan estos materiales. Todo esto se puede encontrar ahí, en las cordilleras y valles que tenemos”.

El nombre técnico de este proceso se conoce como cooling exhumation. Es decir: qué se formó en la profundidad, cuánto tiempo ha pasado para que vaya subiendo y quede expuesto, el tiempo de enfriamiento durante el proceso de ascenso y su exposición en la superficie.

“¿Y cómo lo estudiamos? A través de muestras de rocas de esas montañas, tomando rocas desde el valle del río Cauca hasta el páramo de Belmira para observar cómo ha sido esa evolución”, manifiesta la investigadora.

Ella agrega que son esos procesos de exhumación (ascenso) y enfriamiento de las rocas los que cuentan la historia de la formación de las montañas actuales.

“A una roca no podemos preguntarle cómo se llama, pero sí usar diferentes herramientas y técnicas para llamarla, darle una edad, saber dónde y cuándo se formó, cuándo salió a la superficie y cuánto tiempo lleva expuesta. Eso permite tener una idea aproximada de la orogenia, que es el estudio de la formación de las montañas”.

Poder observar cómo esas montañas se han reacomodado con los diferentes pulsos de exhumación y ver las respuestas de los bloques tectónicos que conforman las cordilleras de los Andes del norte, en función de la presión que se dirige de Occidente a Oriente, motivó a los investigadores a ir un paso más allá y entender cómo esa historia del paisaje se refleja en escalas de tiempo más cortas. Para ese fin tomaron el Valle de Aburrá como uno de sus casos de estudio.

De la orogenia andina a cómo se formó ese hueco

Si una persona observara desde el aire el río Medellín se encontraría con que este, en un punto del valle, da un giro abrupto y cambia su curso. Y así se repite a lo largo de su recorrido.

Es más, al levantar un perfil de este mismo río desde su nacimiento en el alto de San Miguel (Caldas) y luego a través de su paso por diferentes zonas como La Aguacatala, Tricentenario, El Hatillo y Porce se pueden identificar en su curso otra serie cambios (en especial los llamados gargantas o puntos de quiebre).

Según la docente María Isabel, cada uno de esos puntos parece estar asociado a que por ahí pasan sistemas de fallas.

Y es entonces donde entran otras ramas de la geología como la orfo tectónica y la neotectónica, entre otras, para analizar cómo el paisaje ha respondido y sigue respondiendo a esas fallas.

“Es decir, cómo se abrió o cómo se formó este ‘hueco’ en el que estamos. Este es un valle muy ‘raro’ y su asimetría nos muestra que no podemos seguir entendiéndolo como lo hemos hecho hasta ahora, sino como la respuesta a procesos tectónicos que, sumados a factores del clima, nos generan regiones muy diferentes entre sí”, explica la investigadora líder del proyecto.

Resultados prácticos

De esta manera, dividieron el valle en cuatro sectores o subcuencas tectónicas y avanzaron a una escala mucho más reducida –aproximadamente 50 años–, para reconstruir la historia geológica reciente de la región. Solo que, en esta ocasión, el narrador de dicho relato son los diferentes depósitos de rocas que deja el río Medellín tras su paso o las cicatrices con las que estas marcan los árboles cercanos.

A través de estas muestras, además de informes de EPM durante los últimos 50 años y perfiles longitudinales del río, los investigadores lograron identificar, por ejemplo, cuáles lugares eran más susceptibles de que se formaran avenidas torrenciales, cómo es la zonificación de la región de acuerdo con la distribución
de los fenómenos naturales y cuál es la probabilidad de que estos se repitan en determinada zona.

Al respecto, el estudiante de doctorado Santiago Noreña ratifica que entender cómo funcionan las rocas se traduce, también, en grandes oportunidades para la región en temas de gestión del riesgo: “Una roca fresca es estable, una descompuesta no es tan estable. Por eso comprender cómo una roca se va transformando a lo largo del tiempo permite saber si un suelo es más peligroso o estable que otro”.

Y ese mismo proceso, en sus palabras, también podría usarse para entender la dinámica del río o la frecuencia con la que se desborda, o incluso la amenaza sísmica. “Nuestra intención es construir una base de datos muy sólida que nos permita, a todos, estar muy atentos con los fenómenos locales que nos afectan”,
afirma Noreña.

Finalmente, otro de los impactos de la investigación se relaciona con temas de geoconservación y geoturismo. Como explica la profesora María Isabel Marín, la idea es que la gente pueda realizar una “parada bonita” en alguno de los puntos del Valle de Aburrá y, al mismo tiempo, aprender algo sobre geología.

Autores

Jonathan Andrés Montoya Correa

Periodista. Información y Prensa de EAFIT.

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Editorial

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    De cuerpos impermanentes y reflejos de agua

    Marzo 7, 2025

    ¿Qué imaginas cuando digo agua? ¿En tu imaginación cabe un río completo con sus formas caprichosas, sus sonidos y todo lo que lo alimenta? ¿Puede acaso un río completo tener lugar en tu imaginación, o en la de cualquiera?

    Cuerpos impermeantes

     

    Cuando digo agua ¿aparece en tu mente un río del que bebes, en el que chapoteas juguetonamente y te bañas? ¿Ves el contraste de su azul y del verde de los árboles que nos enseñaron a pintar en la infancia? Y si pregunto por el agua con la que te duchas y cocinas tus alimentos, ¿cambia en algo tu respuesta?

    ¿Piensas en la empresa que permite que salga agua por las llaves de tu casa? ¿Puedes ver las bocatomas, los espejos de agua artificiales, los muros de presa, los canales, los túneles de conducción o los turbogeneradores de pasada para la generación de energía? ​¿Ves construcciones humanas o ves agua? ¿Ves el agua o lo que queremos y necesitamos que ella sea?

    ¿Empiezas a dudar de lo que ves cuando digo agua? ¿Tienes ahora la impresión de que en tu imaginación caben muchas aguas? ¿Cómo te conectas con el agua? ¿Puedes ver tu reflejo en ella? ¿Te imaginas vinculado a ella o como un usuario de sus servicios? ¿Esa agua que imaginas tiene muchos que la usan y pocos que la cuidan? ¿Qué significa cuidarla?

    Cuando digo agua, ¿imaginas el río, la lluvia o la nieve?

    ¿Y si también somos agua? ¿Y si el río soy yo? ¿Dónde nazco? ¿Qué digo? ¿Qué daños he sufrido? ¿Qué llevo y traigo en mis aguas? ¿Cuál es mi camino al mar? ¿Con cuáles otros ríos, bosques, montañas, páramos, animales y personas me conecto?

    Conozco el mundo desde la cima de la montaña, desde los bosques hasta las desembocaduras. Corro surcando caminos caprichosos, fluyo a veces tranquila y flexible, otras apasionada y decidida. Me adapto a otras formas y colores. Mi suavidad y blandeza es fuerza. No me rompo, me escabullo y serpenteo para marcar coordenadas.

    En mis aguas traigo vida. Llevo conmigo lo que me ofrece la montaña y, a mi paso, recojo lo que cada quien me entrega. Algunas personas me ofrendan las memorias de su pueblo, me adoran, me honran como parte suya, me escuchan y siguen mi sonar. Beben y cantan en mi orilla, en donde observan el fluir de la vida.

    En otras orillas, los ojos que miran me dan la espalda. Creen que soy invisible, pero existo sin sus miradas. Han olvidado que vivo en sus entrañas. Habito como un fantasma su cotidianidad. No tomo venganza: sobreviven en un estado de desmemoria.

    Intentan contener mi fluir. ¡Niegan mi libertad! Creen que al represarme van a gobernarme. Desconocen que somos uno en cada momento. Aquí y ahora estamos unidos y, al frenar mi andar, obstruyen las venas del cuerpo de la tierra, interrumpiendo los caminos entretejidos de la naturaleza.

    ¡Pero soy libre! ¡Fluyo libre entre lo vivo! Penetro las profundidades de la tierra y me elevo en altos cúmulos. Alimento la vida. Habito el cuerpo humano, el vientre de la tierra y la columna de los árboles. Fluyo también en ríos aéreos que el viento lleva a otras tierras.

    En medio de mi danzar, subo y bajo al compás de la naturaleza. Me relaciono con otros seres. Seres que buscan agua, agua que busca al río, río que busca al mar.

    El agua que usamos depende de otras personas, de otros ríos, de otros bosques. ¿Tienes derecho al agua? ¿Conoces de dónde viene el agua de tu ciudad? ¿Cómo te relacionas con ella? ¿Te has preguntado si el agua es más que el río? ¿Le debemos cuidado, atención y gratitud a ese “algo más" que el río? ¿Y si el río y todo lo que coexiste con él tiene derecho a estar sano? ¿Y si es el río el que tiene derecho al agua? ¿Por qué los derechos son entonces sólo para la humanidad?

    Afirmamos que, como humanidad, debemos satisfacer nuestras necesidades básicas mediante extensos abastecimientos de agua y, cuando resulta insuficiente para nuestro bienestar, proclamamos el derecho humano a ella.

    ¿Agua limpia y saneamiento para quién? Pretendemos que la calidad del agua sea adecuada para la vida humana. Agua para nuestro consumo, pero olvidamos que otras especies también la habitan y dependen de ella, otras vidas que tienen otras formas de medir y sentir si su ecosistema se encuentra en bienestar y equilibrio.

    Reconocemos múltiples derechos con la aspiración de mejorar nuestra calidad de vida. Pensamos en nuestro derecho humano al medio ambiente sano, pero ¿nos cuestionamos si es la naturaleza la que tiene derecho a estar sana?

    Los imaginarios del agua viven en la conciencia colectiva y, como imaginarios, también los podemos cambiar, repensar las formas en que queremos relacionarnos con el agua y permitirle vernos a través de ella. Cuando respetamos los caminos del agua todo fluye, todo pasa en la impermanencia de la vida. En el movimiento cíclico de las aguas todo vuelve y todo retorna. Reconozcámonos en el agua, libres, flexibles y llenos de fuerza para encontrarnos con el mar.​​​

    Autores

    Irene Agudelo Saldarriaga

    Doctora en Geografía de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Profesora asistente de la Escuela de Derecho, Universidad EAFIT.

    Correo: ​nmontoy5@eafit.edu.co

    Luis Miguel Ocampo Marin

    Correo: ​locampo8@eafit.edu.co​​​​

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    mapa de los embalses que proveen de agua potable al valle de aburrá
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    ​Pensamientos poco artificiales

    Marzo 6, 2025

    Siempre he pensado que mi principal activo es mi cerebro y su capacidad de crear un texto desde cero, por ejemplo.

    Pero, si esto ya lo hace un modelo computacional, como ChatGPT, ¿para qué estoy yo?

    La respuesta me la da Juan David Pineda, ingeniero de sistemas y experto en computación, con una frase sencilla: “[la inteligencia artificial] nos tocó la fibra de la existencia".

    Y es que, aunque convivimos hace años con ella (Spotify y Waze son dos buenos ejemplos), parece que hemos abierto los ojos a una nueva sensación: podemos ser reemplazables. Y esto es cierto, pero también puede no serlo.

    Las máquinas al servicio de los humanos

    El acto de poner la tecnología a nuestra disposición no es nuevo, aunque así se sienta.

    Si nos devolvemos a la antigua Grecia, Talos podría considerarse la primera inteligencia artificial.

    Talos fue un gigante de bronce construido por Hefesto, dios del fuego y los inventos, para defender su territorio de piratas e intrusos. El problema es que fue creado con una vena, para dotarlo de vida. Esa vida lo hizo consciente de su existencia y, por ende, le hizo tener miedo a morir.

    Esa consciencia es lo que también nos lleva a temerles a las inteligencias artificiales: si logran pensar, entonces son casi humanas. Si son casi humanas, entonces ¿qué nos diferencia de ellas? Si no nos diferencia nada, entonces ¿qué les impide reemplazarnos y adueñarse de todo el mundo y de nuestros trabajos y de qué vamos a vivir y…? Bueno, ustedes ya saben el resto.

    Esta línea de pensamiento es tentadora y, hasta un punto, tiene cierta lógica. Pero no tan rápido: los carros se inventaron y no dejaron de existir los caballos.

    ¿Realmente estamos en peligro? 

    A la fecha, y aunque no parece, no es rentable reemplazarnos por máquinas.

    En un estudio[1] reciente analizaron el impacto económico de cambiar la mano de obra humana por inteligencia artificial en algunos trabajos que podrían ser automatizados por medio de lo que se conoce como visión computarizada.

    Los resultados fueron claros: aunque la adopción de nuevas tecnologías como esta podría disminuir inicialmente algunos costos empresariales, tomaría mucho tiempo entrenar a un algoritmo lo suficiente para que reemplace por completo a un empleado de una manera eficiente en términos económicos.

    Otra arista de la que poco se habla es del impacto ambiental que dejan las inteligencias artificiales.

    Algunas estimaciones[2] revelan que sistemas como ChatGPT consumen más de medio millón de kilovatios/hora para responder a doscientos millones de peticiones diarias. Con la energía consumida durante una hora se podrían satisfacer las necesidades energéticas de 263 viviendas colombianas promedio durante un año.[3]

     

    ​El arte –no tan sutil– de interpretar las respuestas 

    Está claro que las inteligencias artificiales aún necesitan de un humano para funcionar. Como diría alguien más técnico: el output (resultado) depende del input (insumos) que ponga la persona.

    ¿Qué me sugeriría Spotify si no le enseño que mi género musical favorito es el rock en español? Me daría respuestas que no me sirven de nada (o me asombrarían del todo).

    Ese criterio, ese análisis, es, por ahora, netamente humano. Una inteligencia artificial no puede discernir si son datos ciertos o bromas, si es algo ofensivo o sarcástico. Solo toma la información para responder a un pedido.

    Un buen ejemplo es lo que sucede con IA Overview, la nueva experiencia de búsqueda de Google con la que pretenden ofrecer respuestas generadas por IA.

    Aunque solo está disponible en Estados Unidos, varios usuarios ya reportaron respuestas absurdas, como que las palomas “pueden hacer una gran variedad de trabajos, entre esos arquitecto, cocinero, fabricante de juguetes y ama de casa".

    ¿Por qué sucede esto?

    ​Por dos razones. Primero, porque la inteligencia artificial recolecta información de búsquedas anteriores para generar una respuesta y, segundo, porque se alimenta de lo que nosotros hemos puesto en internet.

    También tenemos el caso de Tay,[4] una inteligencia artificial de Microsoft lanzada en 2016 para interactuar con jóvenes y mantener con ellos una conversación informal y divertida.

    No tuvieron que pasar veinticuatro horas para que Tay estuviera escribiendo mensajes misóginos, racistas y xenofóbicos. ¿Culpa de ella? No. Tay solo se nutrió de la información que había en la plataforma.

     

    Sin humanos no hay datos. Sin datos, ¿para qué inteligencia artificial?

    En el sector salud, por ejemplo, se están implementando sistemas de inteligencia artificial que puedan “leer" tomografías, radiografías y otras imágenes para detectar un diagnóstico.

    Hay también varios desarrollos alrededor de la detección de estados afectivos en las personas.

    Carlos Salazar, ingeniero de control, doctor en humanidades e investigador de EAFIT, ha trabajado en la creación de varios modelos matemáticos para estos usos.

    Por ejemplo, explica que los nuevos polígrafos no solo analizan la saturación, la respiración o el pulso. También, a través de sistemas de reconocimiento de imágenes, están analizando las microexpresiones faciales.

    Otro uso de este tipo de sistemas es la validación de metodologías de aprendizaje. A través del análisis de los gestos de las personas se puede identificar cuánta atención están prestando y si la metodología que se está usando cumple o no con su objetivo.

    Al final del día, es importante tener en cuenta que todos los sistemas de inteligencia artificial tienen márgenes de acierto y de desacierto.

    Preguntas hay muchas y seguirán apareciendo en el camino. ¿Qué haremos, por ejemplo, cuando las inteligencias artificiales sean autogenerativas? ¿Cuando ellas mismas generen la información a procesar?

    Conoce HuMath, un proyecto que desarrolla tecnologías en diversas áreas del conocimiento, como el sector de salud, inteligencia artificial e ingeniería

    [4] BBC Mundo. (2016). Tay, la robot racista y xenófoba de Microsoft. BBC Mundo.

     

    Mientras tanto, ¿qué estamos haciendo?

    ​ Nodo es el centro de formación en nuevas tecnologías de EAFIT. Su propósito es brindar soluciones a los desafíos tecnológicos que presenta el mundo en la actualidad. En resumen: vuelven al saber hacer, se enfocan en las habilidades para el trabajo. Para esto, han tenido dos anclas en su norte: a) la resolución de problemas reales de la industria como parte del proceso formativo, y b) la consciencia de que el acceso a la tecnología y a la información no es el mismo para todos, lo cual implica un trabajo para cerrar brechas sociales y de género. Nodo cuenta con alianzas con corporaciones como Manos Visibles, en donde mujeres de origen afro y raizal pueden acceder a becas para formarse como desarrolladoras web; y con ERA, una fundación con la que logran que jóvenes de Jardín y Tapartó reciban educación en nuevas tecnologías sin tener que salir de sus municipios. Además, cuentan con el Laboratorio de Inteligencia Artificial (AI LAB), en alianza con Microsoft, Universidad CES y EIA.​​

    [1] Svanberg, M., Li, W., Fleming, M., Goehring, B., & Thompson, N. (2024). Beyond AI Exposure: Which Tasks are Cost-Effective to Automate with Computer Vision? SSRN. http://dx.doi.org/10.2139/ssrn.4700751 

    [2] Vries, de A. (2023). The growing energy footprint of artificial intelligence. Joule, 7(10). https://doi.org/10.1016/j.joule.2023.09.004 

    [3] Unidad de Planeación Minero-Energética [UPME]. (2019). Primer balance de Energía Útil para Colombia y Cuantificación de las Perdidas energéticas relacionadas y la brecha de eficiencia energética. UPME. 

    Unidad de Planeación Minero-Energética.

    Autores

    Valeria Querubín

    Texto.

    Comunicadora social.

    Cuervo de Tinta​

    Ilustraciones.

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    Pódc​ast​ La universidad imag​​​inada

    Hablar de educación de futuro es hablar de equidad y vida​​​

    ​¿Cómo creamos ciudades educadoras?, ¿cómo conectamos academia y territorios para transformarnos y encontrar soluciones a los desafíos sociales y ambientales?

    En este capítulo de La universidad imaginada nos acompaña Aníbal Gaviria, actual Gobernador de Antioquia y administrador de negocios de EAFIT, en una conversación en l​a que abordamos algunas claves para que en la universidad que imaginamos también cultivemos la dignidad y el aprecio por la vida, construyamos una visión compartida de futuro y, por supuesto, adquiramos un compromiso decidido con la región​​.​​​​​​

    ​​Temporada 2, c​apítulo 2​

    El futuro nos habla... y en EAFIT dialogamos con él​​​

    En La universidad imaginada, te invitamos a una conversación con David Escobar Arango, presidente del Consejo Superior de EAFIT y director de Comfama, en la que, desde la filosofía, nos aproximamos a temas como la sostenibilidad del planeta y el cultivo de la humanidad.
    Una conversación sobre tejido, conexión, transición, pluralismo, inclusión, diversidad, impacto y transformación que nos permite recordar para qué educamos y a quiénes educamos, y hacernos preguntas de futuro para seguir siendo relevantes.

    La razón para hablar de estos y otros asuntos: llegó el momento del año en el que reconocemos nuestra huella durante 2022; y también los retos que nos plantean estos tiempos para darle materialidad a nuestro espíritu de inspirar vidas, crear conocimiento y transformar sociedad​​.​​​​​​

    ​​Temporada 2, c​apítulo 1

    Tecnología y seres humanos: transformarnos para vivir mejor​​

    Pensar la educación del futuro es también entender la tecnología como un eje transversal para la sociedad. Vivimos en un mundo en el que esta ya es una parte casi inseparable de las actividades humanas y de las organizaciones, por lo tanto, las universidades deben propiciar, desde el aprendizaje, el pensamiento computacional como una competencia esencial que permite analizar y dar respuestas a problemas complejos.

    En este capítulo nos acompaña Mauricio Ferrer, ingeniero de sistemas eafitense, emprendedor y apasionado por la tecnología, quien además es el vicepresidente de Tecnología, Innovación y Servicio al cliente en Protección; para avanzar en esta conversación permanente en la que nos preguntamos sobre cómo construimos el futuro desde el presente, y cómo logramos que la educación en tecnología nos ayude avanzar hacia un pensamiento que nos permita una visión más amplia y complementar la concepción de lo que somos sin perder nuestra esencia humana​.​​​​​​

    Temporada 1, c​apítulo 6​

    Universidad, empresa y Estado: aliados en sintonía con la sociedad​​

    Para hablar del futuro de la educación es necesario también entenderla como mediadora en la tar​ea de resolver los problemas de la sociedad. Y para eso, es clave fortalecer el conocimiento en las universidades, las empre​sas y el Estado.

    En el sexto capítulo de La universidad imaginada conversamos con Alberto Hoyos Lopera, presidente de la C​ompañía de Galletas Noel y líder de la mesa de Talento Humano del CUEE 2.0, sobre cómo la Universidad se conecta con los desafíos presentes y futuros, y cómo las empresas pueden ser grandes aliadas en esta tarea.

    Escucha esta nueva entrega en la que abordamos la conversación como catalizadora para cerrar brechas y gener​​ar talento, el futuro de la educación como un viaje sin inicio ni fin, la importancia de consolidar el sistema de ciencia, tecnología e innovación desde el colegio en conexión con las organizaciones, el valor de la diversidad, las innovaciones como hábitos, y la cooperación como pilar para la innovación y la educación.​​​​

    ​​Temporada 1, capítulo 5

    ¿Qué humanismo para qué sociedad?​

    Las humanidades nos narran, nos conectan, nos incomodan, activan nuevas preguntas, brindan horizontes de aplicación posibles, forman, explican por qué vemos el mundo como lo vemos. Y hoy, en medio de la crisis que vive el mundo y de una revolución tecnológica, es pertinente seguir planteando las preguntas esenciales que permitan pensar la educación y el futuro para la sociedad que se está gestando.

    En este capítulo abordamos lo técnico, lo académico y lo científico como una forma más de lo humano junto al músico, poeta, profesor, programador, ingeniero, y piloto frustrado, Édgar Puentes quien, en una conversación sobre reingeniería cultural, conexión, cuerpo y construcción colectiva nos plantea la necesidad de un nuevo humanismo que nos lleve a, justamente, humanizar los vínculos, a potenciar el pensamiento social y a lograr otra vez el contacto humano.

    Esta es también la historia sobre cómo todos los seres humanos somos una historia.

    Spoiler alert: En este capítulo puedes conocer cómo suena una vacuna contra la malaria porque sí, el lenguaje con el que expresamos el genoma y el que usamos para expresar la música también pueden convivir.​

    ​​Temporada 1, capítulo 4

    Conversamos sobre educación, liderazgo y tecnología con David Vélez, cofundador y CEO de Nubank

    Hay encuentros que enriquecen, conversaciones que inspiran y que conectan con ideas, anhelos y proyectos. En EAFIT tuvimos el honor de tener un espacio así con David Vélez, con quien dialogamos una tarde en nuestro campus sobre educación, liderazgo y tecnología.

    En esa jornada descubrimos cómo se for​man los v​alores de una organización; cómo se trabaja para convertir oportunidades en propósitos; cómo el liderazgo se vive en todos los integrantes de una organización y les da la capacidad de plantear soluciones; cómo las pers​onas deben ser el centro de los avances tecnológicos; y cómo, a través de la filantropía, se pueden apalancar dos causas de gran impacto en la sociedad: la educación y el liderazgo.

    ¿Qué l​ee David?, ¿qué recomienda?, ¿cuál es su visión sobre la riqueza? Vive esta conversación completa en este capítulo de La universidad imaginada.

    ​​Temporada 1, capítulo 3

    Conversemos sobre emociones y educación
    Parte 2

    ¿Emociones y educación? Sí, emociones y educación. Este nuevo episodio de La universidad imaginada tiene como invitado al lector, escritor y profesor Mauricio García Villegas, autor del libro El país de las emociones tristes.

    ¿Qué es el miedo y cómo la educación “pluriclasista” puede ser una respuesta necesaria para Colombia?

    ¿Cómo las emociones nos unen o dividen como país? ¿Cómo la educación puede ayudar a construir una sociedad más justa y equitativa?

    Conversar sobre educación y emociones es abordar las inquietudes que nos plantea el mundo hoy, es explorar una nueva dimensión para encontrar respuestas a los fenómenos actuales.

    La diversidad, la pluralidad, la tolerancia y el encuentro entre clases sociales son elementos de análisis para contribuir desde la educación superior a una educación emocional que permita crear ambientes que nos permitan encontrarnos como sociedad.​​

    ​​Temporada 1, capítulo 2 

    Conversemos sobre emociones y educación
    Parte 1

    ¿Qué tan importantes son las emociones en la educación?, ¿qué tan importante es un abrazo en el proceso de aprendizaje? Más de lo que nos imaginamos. En EAFIT, a través de nuestro Centro Imaginar Futuros, identificamos la educación en emociones como una de las señales que nos muestra el mundo para transformar los ambientes de aprendizaje. Los jue​gos, las herramientas tecnológicas, las narrativas y las leyes orientadas a reivindicar las emociones en los procesos de formación marcan pautas importantes para que el bienestar físico, mental y espiritual de las personas sea un pilar del sistema educativo.

    En este capítulo conversamos con Viviana Otálvaro Guzmán, creadora de Hugger Island, un emprendimiento socia​l que enseña a ponerle inteligencia a las emociones a través del afecto, que es algo que no nos enseñan, y a quitarles ese velo de nuestra cultura que muchas veces nos impide expresarlas.

    Viviana es inge​niera de diseño de producto de EAFIT y especialista en Biodiseño y productos mecatrónicos. A partir de experiencias personales, creó un personaje que existe para abrazar. No tiene ojos, orejas, o boca, porque hace todo con el corazón. Hugger Isl​and crea experiencias basadas en el cuerpo como un instrumento y en la naturaleza como fuente de inspiración para desarrollar habilidades de trabajo en equipo, comunicación y liderazgo.​

    ​​Temporada 1, capítulo 1

    La u​​niversidad y los trabajos del futuro

    Pensar en el futuro de la universidad nunca ha tenido mayor relevancia que en estos tiempos, cuando vimos cómo nuestra vida cambió de un día para otro y no​s r​eplanteamos la forma en la que asumimos nuestra responsabilidad desde la educación superior. Y aquí surgen entonces preguntas como: ¿desaparecerán la​s universidades tal como las conocemos?, ¿se formarán los profesionales del futuro en estas universidades?, ¿cómo serán los trabajos del futuro?

    En este ​​primer episodio de La universidad imaginada, la rectora Claudia Restrepo Montoya conversa con Ricardo Sierra Fernández, presidente de Celsia, acerca de estos y otros interrogantes. Alquimia generacional; capacidades de trabajar en equipo, de pensamiento crítico, de aprender y desaprender rápido, y de desarrollo proyectos; y “salirse del molde” para ensayar y experimentar son algunas pistas para la reconversión de los trabajos del futuro que emergen de este diálogo entre academia y empresa.

    Ricardo es administrador de negocios de EAFIT y tiene estudios de posgrado estudios políticos y en administración de negocios. Ha trabajado en el sector financiero y ha aportado en múltiples procesos de transformación en Cementos Argos y el Grupo Argos. Hoy, además de liderar a Celsia, es el presidente de la Junta Directiva de la Fundación Educadora Infantil Carla Cristina, e integrante de la Junta Directiva de Socya. Ah, y en este episodio con confiesa que es un apasionado gamer.

    ​El nomadismo digital se estaciona en Medellín

    Marzo 5, 2025
    En el último año, Medellín se ha convertido en uno de los principales destinos para los nómadas digitales, personas de diferentes partes del mundo que vienen a trabajar a la ciudad por un periodo corto. Esto ha traído consigo consecuencias positivas y negativas, y nuevos retos para la ciudad. ​

    Aunque no hay una definición clara, se dice que los nómadas digitales son personas que trabajan de manera remota mientras viajan y cambian su lugar de residencia constantemente.

    Este concepto empezó a tener reconocimiento en 1997.[1] En su momento, no tuvo buena recepción por parte de la población, principalmente en Estados Unidos.

    Sin embargo, hoy es esa la nación con más trabajadores remotos[2] y el nomadismo digital es un fenómeno que cada vez toma más fuerza.

    Medellín es considerada la cuarta ciudad de Latinoamérica preferida para los nómadas digitales, según Nomad List, un sitio web especializado en el tema.

    Este es un destino atractivo por la vida nocturna, el clima agradable, el internet de alta velocidad y por lo económico que resulta vivir, para los extranjeros, en la “ciudad de la eterna primavera".

    Sin embargo, también destacan aspectos negativos como la inseguridad, el tráfico vehicular, el bajo nivel de inglés de los locales y la mala calidad del aire.

    A través del aeropuerto internacional José María Córdova ingresaron cerca de 221,000 turistas entre enero y abril de 2024,[3] con lo cual se llenaría cinco veces el estadio Atanasio Girardot.

    Entre quienes nos visitan mensualmente, 8,300 son nómadas digitales. Uno de ellos es Futoshi Takeuchi, o “Toshi", de Japón.

    Él está radicado en Sao Paulo, Brasil, pero decidió venir a pasar un tiempo en Medellín. “Tengo varios proyectos, pero lo que me gusta [de ser nómada digital] es que puedo administrar todo desde mi computador, puedo trabajar desde cualquier lugar", dice.

     

    ¿Llegaron para quedarse?

    Debido al crecimiento de este fenómeno, Colombia y muchos otros países ofrecen visas especiales solo para nómadas digitales. En este caso, se trata de la “Visa V".[4]

    Dicho visado lo pueden obtener aquellas personas extranjeras que trabajen de manera remota y tiene una vigencia máxima de dos años.

    La llegada de estos nómadas ha tenido impactos tanto positivos como negativos en la ciudad.

    Por el lado de la vivienda, Juliana Gómez, arquitecta del Centro de Estudios Urbanos y Ambientales (Urbam) de la Universidad EAFIT, mencionó que en la ciudad se evidencian cambios en algunas dinámicas urbanas y un fenómeno de desplazamiento de población local. Esto ha sido ocasionado, en parte, por la llegada de los nómadas digitales, especialmente en zonas como Laureles, El Poblado, Provenza y Manila.

    Cuando una población con mayor poder adquisitivo desplaza a quienes han habitado tradicionalmente un lugar porque, entre otras cosas, puede pagar un canon más alto de arrendamiento, se habla de gentrificación.

    Sin embargo, descargar la responsabilidad de todo lo que está pasando en la ciudad únicamente sobre los nómadas digitales es una aproximación facilista que puede llevar a discursos xenofóbicos y discriminatorios, como argumenta la especialista.

    En el plano económico, este fenómeno también ha generado repercusiones. “Yo creo que [la llegada de nómadas digitales a Medellín] es imparable", precisó Mery Patricia Tamayo, profesora de la Escuela de Finanzas, Economía y Gobierno de la Universidad EAFIT.​

    “Sin lugar a duda, esto cambia los sectores y dinamiza la economía de una forma diferente".

    La revista Forbes[5] resalta cómo impactan estos nómadas la dinamización de otros sectores, como restaurantes, movildad, consumo masivo, entretenimiento y espacios de trabajo flexible.
     

    ¿Cómo los estamos viendo?

    A pesar de que los medellinenses ya están acostumbrados a recibir una gran cantidad de turistas, parte de la población local no tiene una imagen favorable de ellos.

    “Hay una noción abstracta del extranjero que lo sataniza. No hay un solo tipo de extranjero que llega a la ciudad y no todos tienen impactos negativos en su cotidianidad. De cierta manera, muchos hemos sido extranjeros que viven en otra ciudad y hemos sufrido discriminación a causa de miradas injustas o simplistas", señaló Juliana Gómez.

    La verdad es que muchos buscan, generalmente, la manera de integrarse a las dinámicas de la ciudad y de eso da fe Habacuc Flores Romero, otro nómada mexicano: “Yo nada más venía de paso. Llegué a Medellín y dije 'Oh, esta es una ciudad muy cultural'. La infraestructura es buena, por lo que decidí quedarme un tiempo".

    Indiscutiblemente, este es un tema que se instaló tanto en la agenda mediática como en las percepciones de la gente. El gobierno tiene que actuar de manera efectiva para que problemas como la gentrificación, por ejemplo, no se vuelvan insostenibles.

    La llegada de los nómadas digitales seguirá dando de qué hablar en la ciudad y plantea nuevos retos sociales, económicos y culturales para Medellín, si lo que quiere es continuar en el podio mundial de la atracción turística.

    [1] Makimoto, T., & Manners, D. (1997). Digital Nomad. Wiley.

    [2] NomadList. (s.f.). The 2024 State of Digital Nomads. NomadList. https://nomadlist.com/digital-nomad-statistics 

    [3] Quiceno Ramírez, J. (2024). Nómadas digitales dejan millones a Medellín, pero hay que cuidarlos. El Colombiano. https://www.elcolombiano.com/negocios/que-son-los-nomadas-digitales-en-medellin-OO23878723​​​​​ 

    [4] Cancillería. (s.f.). Visa V Nómadas digitales. Cancillería. https://www.cancilleria.gov.co/v/nomadadigital 

    [5] Forbes. (2023). ¿Cuánto le aporta ser nómada digital a la economía colombiana? Forbes. https://forbes.co/2023/09/14/capital-humano/cuanto-aporta-nomada-digital-a-la-economia-colombiana  

    Autores

    Laura Lopera Zapata, Santiago Palomino Ochoa y Natalia Penagos Mesa.​

    Estudiantes del pregrado en Comunicación Social e integrantes del Semillero de Investigación y Creación en Narrativas Periodísticas de EAFIT.

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    Gru​​​pos estudi​​antil​​es

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    Grupo A’tempo EAFIT

    Acerca de A'tempo

    Este grupo tiene como objetivo trabajar sobre la versatilidad y capacidad de movimiento del cuerpo sobre la improvisación. Allí se trabajan piezas de danza contemporánea que suelen centrar su rutina en el suelo y se trabajan el peso del cuerpo y la gravedad. Lo montajes llevados al escenario o a una pieza audiovisual de danza contemporánea suele ser transmitir una historia al espectador, por lo que se mezclan distintos movimientos de expresión corporal que tienen su origen en distintas partes del mundo y a su vez el trabajo con otros cuerpo entendimiento sus diferencias y características basado siempre en el respeto por el otro.​

      Cuando hacemos relación a Competencias en el grupo A'Tempo, nos referimos a aquello que nos compete, es decir, lo que nos ocupa, no como una fuente de inspiración a futuro, sino como una labor cotidiana que nos atañe en tanto nos interesa y moviliza.

      ​​​Escucha: Un trabajo permanente de diagnóstico, más que personal, íntimo, aludiendo a ese ser esencial que no se define en términos de la productividad sino de la contemplación, en un reconocimiento consciente de su experiencia humana.
      Transformación: El reconocimiento honesto de nuestro Ser y experiencia humana, es el motor que impulsa la generación de nuevas realidades que atienden el crecimiento y desarrollo personal, como estado de plenitud que se procura en el devenir diario.

      Comprensión: La conexión que posibilita el reconocimiento de sí, como vínculo de transformación, permite una aceptación del otro en sus procesos y dinámicas particulares, en tanto se aceptan las propias y se conciben como parte del crecimiento constante.

      Cohesión: Dados los anteriores preceptos se abre un camino fértil para la comunicación, entendida como la "unión en común", que nos permite un ejercicio de sociedad, en donde a partir del respeto a la individualidad, se aprovechan las diferencias en la creación y transformación de realidades que nos vinculan, como lo es la creación en danza a partir de temas que nos interesan o afectan como seres humanos.

      Estas habilidades, consolidan tres pilares:  Reconocimiento, Comprensión y Transformación que permiten su vez el desarrollo del sujeto más allá del salón de ensayo o de la danza como actividad creativa, son camino tanto para la resolución de situaciones cotidianas al igual que para la trascendencia de la existencia misma.​

      Germán Gallego concibe la danza como un lugar de encuentro consigo mismo, desde la creación, la interpretación y la enseñanza, es en suma, su manera de comprender la vida, una ventana al universo.

      En este sentido, su inquietud por la generación de discursos corpóreos desde la danza interactúa con reflexiones sobre el vivir cotidiano, el ser en sociedad, el amor, la muerte o la nada misma.

      Su vinculación con el grupo de proyección de danza contemporánea A'tempo, cómo acompañante desde la dirección, permite un diálogo abierto desde el disfrute del Ser, donde la honestidad, el respeto propio y ajeno, y la solidaridad se presentan cómo insumos para crear un tejido humano que nos permite recordar la virtud que es tenernos los unos a los otros.

      La inquitud por crear un grupo de danza contemporánea sale de los estudiantes de la Asignatura BU – Danza Contemporánea de primer semestre en el año 2017. De allí se proporciona el espacio al surgimiento de un grupo autogestionado cien por ciento por estudiantes con la asesoría del bailarín y coreógrafo Germán Gallego. La propuesta metodológica para la conformación del Grupo se presenta distinta a lo acostumbrado con los Grupos representativos: se trata de aprovechar al máximo la pasión por la danza que surge de los estudiantes, a la vez que las posibilidades dancísticas que permite la danza contemporánea, en donde la experimentación es clave para llevar al escenario expresiones corpóreas que se construyen sobre todo tipo de temáticas, sin restricción ninguna, sin imposición.

      Esta metodología, coherente con el principio del mutuo cuidado, donde la responsabilidad, el crecimiento y el bien estar de los sujetos son una co-construcción, permite que sean los integrantes quienes se apropien de la consolidación y mantenimiento del grupo, bajo el amparo institucional y el acompañamiento pertinente del coreógrafo. Este espacio se proyecta entonces no solo como un grupo artístico, sino como un grupo de investigación integral en torno a la creación artística en danza. De esta manera, la promoción, divulgación y perpetuación del grupo se presentan más que como una iniciativa institucional, como una responsabilidad mutua entre los danzarines y la Universidad.

      Para el año 2019 su asesor Germán Gallego oficializa su incorporación como director artístico del grupo creando planes de trabajo y metodologías para el desarrollo de los planes de trabajo anual del grupo. En el año 2020 el grupo toma el nombre A´Tempo representando a la Universidad en diferentes encuentrso de carácter regional e internacional como el Festival Internacional de Danza Contemporánea de la Universidad Jorge Tadeo Lozano.

      Para ser parte del grupo deberás enviar un correo a dllo.artistico@eafit.edu.co y estar atento(a) a la respuesta pues tu ingreso dependerá de la capacidad que se tenga para recibir a más personas durante el semestre.

      Horario y lugar de ensayo del grupo:

      Martes y jueves de 4:00 a 6:00 p.m.

      Aula de ensayo de baile: 12-201​.

      Requerimientos técnicos y logísticos para presentaciones:

      El espacio requerido para las presentaciones del Grupo es de mínimo 8mtrs x 8 mtrs., con piso en madera o baldosa, o en su defecto una tarima. No es conveniente bailar en pisos de granito o cemento porque se pueden presentar lesiones y problemas en las rodillas de los bailarines.

      Adaptar cerca del lugar de la presentación un espacio cubierto con área suficiente para 20 personas y el vestuario correspondiente de cada una de ellas.

      Si la presentación es en la noche se requieren luces para el espectáculo.

      Transporte ida y regreso.

      Brindar refrigerio e hidratación a cada uno de los integrantes del Grupo.

      Garantizar una buena amplificación de sonido que incluya mínimo dos retornos.

      Debe realizarse montaje y ensayo de sonido, mínimo 30 minutos antes de la presentación del Grupo.

      Empezar el programa a la hora señalada, para cumplir con el tiempo de presentación del grupo, dado que los integrantes son en su mayoría estudiantes, que deben cumplir con otros compromisos académicos.

      Contar con un presentador que haga la respectiva presentación del Grupo, o posibles intervenciones a lo largo de la presentación y el cierre de la misma al finalizar.

      Si la presentación de Contradanza va acompañada por el Grupo musical folclórico La Colombina, ver requerimientos de este Grupo.

      Cualquier información adicional, será atendida en el correo dllo.artistico@eafit.edu.co.

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