El futuro necesita liderazgos auténticos, éticos y transformadores

Mayo 13, 2025

En un contexto marcado por la incertidumbre y la polarización, la sociedad clama por liderazgos éticos, colaborativos y con propósito. Así lo analizan expertos eafitenses, quienes consideran que se requieren líderes que escuchen y generen esperanza, capaces de construir futuros compartidos y sostenibles.

En respuesta a esta necesidad, EAFIT presentó In-Sight, el nuevo centro de estudios e incidencia en liderazgo de impacto, con el propósito de conectar formación, investigación y acción en torno al liderazgo que el mundo necesita. El Centro impulsará conversaciones y publicaciones que busquen soluciones a los desafíos actuales.

En un mundo atravesado por la incertidumbre, los liderazgos tradicionales parecen insuficientes para afrontar los desafíos sociales, ambientales y políticos del presente. Frente a esta realidad, expertos de EAFIT coinciden en que se requieren nuevos modelos de liderazgo que vayan más allá del carisma o la autoridad formal. Se trata de liderazgos capaces de escuchar, de actuar desde el propósito y de movilizar a otros en la construcción de sociedades más justas, sostenibles y colaborativas.


Así se reflexionó en el foro ¿Líderes para qué?, organizado por EAFIT y el periódico El Colombiano, espacio en el que se presentó el nuevo Centro de estudios e incidencia en liderazgo de impacto, In-Sight. Este centro nace con el propósito de estudiar e investigar el liderazgo, actuar como observatorio de tendencias, y acompañar a organizaciones en la promoción de un liderazgo de impacto, capaz de llevar a cabo transformaciones sostenibles en el tiempo.


Durante el evento, Claudia Restrepo Montoya, rectora de EAFIT, destacó que los líderes del presente deben tomar decisiones acertadas e incidir con sentido ético en entornos emocionalmente complejos. “El liderazgo es una condición humana. Hablar de crisis de liderazgo es hablar de una crisis humana realmente, porque de lo que se habla es que o tenemos pocas personas con la capacidad de convocar e influir a otros, o que sí lo logran, pero no con integridad”.


Alexander Garzón Lasso, director de In-Sight EAFIT, planteó cinco focos clave para los liderazgos que necesita el futuro: escucha activa y acompañamiento situacional; inspiración transformacional; liderazgo de servicio; adaptabilidad y estímulo intelectual; y autenticidad e integridad. Estos componentes, afirmó, deben estar siempre articulados con pensamiento crítico y empatía, ya que “forjan un liderazgo que impulsa el crecimiento individual y colectivo, convirtiendo los desafíos en oportunidades y tejiendo el camino hacia un futuro compartido”.


El directivo también destacó el papel que deben asumir las universidades como espacios de formación de líderes con impacto real. Esto implica el diseño de experiencias formativas integrales, la conexión con el sector productivo y social, y el impulso a liderazgos que respondan a los grandes retos contemporáneos. “El contexto nos invita a pensar en liderazgos posibilistas, que transformen positivamente la sociedad. Estamos atravesando retos con temas de sostenibilidad ambiental y social que invitan a la reflexión, y en eso EAFIT ha avanzado”.

A propósito de la celebración de los 65 años de la Universidad, este centro es uno de los hitos que tiene como eje temático: EAFIT es liderazgo.


Liderazgos con sentido


Cristina Vélez Valencia, decana de la Escuela de Administración de EAFIT, considera que los líderes de hoy deben ser personas atentas a su entorno, capaces de identificar las nuevas competencias, habilidades y perspectivas que exigen sus contextos. “Los empresarios tienen que estar navegando entre los intereses y las necesidades de sus grupos de interés, dentro de los cuales se encuentran sus accionistas, por supuesto, pero también la comunidad en la que la empresa está inscrita”.


Por su parte, María Alejandra González-Perez, jefa de la Maestría en Sostenibilidad de EAFIT, aporta una visión complementaria sobre el liderazgo que demanda el presente. “Estamos transitando momentos de incertidumbre y eso nos exige unos tipos de liderazgo que nos permitan ver caminos de esperanza, que lleven a las organizaciones y equipos hacia una misma dirección de futuro, que ayuden a tender puentes y conectar, que sean posibilistas, es decir, que abran infinitas maneras de poder llegar a un objetivo”. 


De igual forma, la profesora María Alejandra agrega que el liderazgo debe entenderse cada vez más como una práctica colectiva y no como un ejercicio individual, e insiste en que es necesario visibilizar liderazgos guiados por la esperanza, la integridad y la conciencia ética. Además, invita a reconocer el valor de gestionar la incertidumbre y la suerte a través del concepto filosófico de amor fati —“amar lo que está sucediendo”—, una actitud que no implica resignación, sino la capacidad de construir desde las circunstancias, aceptarlas y extraer de ellas el mayor aprendizaje posible.


Con la creación de In-Sight, EAFIT refuerza su compromiso con la formación de líderes que no solo respondan a las exigencias del presente, sino que también estén preparados para crear las condiciones de un futuro más humano y justo. El centro será una plataforma de análisis, diálogo y acción, al servicio de quienes ejercen o se preparan para practicar liderazgos con sentido.


En la página web de In-Sight se puede consultar el informe ¿Está el liderazgo colombiano pensando en el futuro? Ranking y análisis del liderazgo posibilista en las empresas colombianas con mayor reputación, un primer insumo para seguir entendiendo y transformando el liderazgo desde la evidencia y la reflexión crítica.

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En el marco del foro ¿Líderes para qué?, organizado por EAFIT y el periódico El Colombiano, se hizo la presentación del Centro In-Sight.
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En el marco del foro ¿Líderes para qué?, organizado por EAFIT y el periódico El Colombiano, se hizo la presentación del Centro In-Sight.
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EAFIT es la segunda universidad de Colombia con mejor reputación, según Merco Empresas 2025

Octubre 15, 2025

• En la más reciente edición del monitor Merco Empresas 2025, la Universidad EAFIT se ubicó en el puesto 27 en la clasificación general, ascendiendo una posición frente al año anterior.

• En el sector Educación–Universidades, EAFIT ocupa el segundo lugar, después de la Pontificia Universidad Javeriana, consolidándose como la primera universidad en Antioquia y en el top 30 de las instituciones más reputadas del país.

La segunda universidad del país, la primera en Antioquia y una de las 30 organizaciones con mejor reputación corporativa en Colombia. Así se posiciona la Universidad EAFIT en la más reciente edición del Ranking Merco Empresas 2025, un monitor que desde hace 25 años mide la reputación corporativa en 20 países.

De acuerdo con los resultados presentados por el Monitor Empresarial de Reputación Corporativa (Merco), EAFIT subió una posición en el escalafón general al pasar del puesto 28 al 27, y se mantuvo entre las universidades con mejor reputación del país, ocupando el segundo lugar en el sector educación–universidades.

En esta categoría, el top 10 quedó conformado por: Pontificia Universidad Javeriana, Universidad EAFIT, Universidad de La Sabana, Universidad Nacional de Colombia, Universidad de los Andes, Universidad EIA, Universidad del Rosario, Universidad de Antioquia, Universidad Pontificia Bolivariana (UPB) y Universidad Icesi.

Para Alexander Garzón Lasso, director de Insight, Centro de Estudios e Incidencia en Liderazgo de Impacto de EAFIT, estar entre las 30 empresas top del país en esta medición adquiere un sentido que, sumado a la reputación, representa el reconocimiento a una forma de liderazgo que inspira, actúa con estrategia, impulsa la adaptabilidad, desarrolla personas y lidera con el ejemplo.

El posicionamiento de EAFIT evidencia que la organización no solo obtiene resultados, sino que los logra generando valor para la sociedad, movilizando a sus equipos desde un propósito superior y cultivando relaciones basadas en la confianza y la coherencia ética. Ser parte del top 30 implica haber convertido la gestión reputacional en una práctica de liderazgo consciente, donde cada decisión refleja responsabilidad, integridad y visión de largo plazo”, agregó el directivo.

Por su parte, Catalina Londoño, directora general de Merco en Colombia, destacó que, con 25 años de trayectoria y presencia en 20 países, el monitor Merco se ha consolidado como un referente en la evaluación de un valor intangible de las empresas: su reputación, como base para construir confianza, transparencia y rigor.

Este año, explicó Catalina, la metodología de Merco Empresas convocó a 2.000 directivos de 35 sectores, quienes seleccionaron 800 empresas como las más reputadas. Luego, se realizaron más de 81.000 encuestas a catedráticos, analistas financieros, periodistas, social media managers, expertos y representantes de ONG, entre otros, para contrastar la percepción con datos objetivos provenientes de 28 fuentes de información.

Lo que buscamos con esta metodología fue entender que gestionar y medir la reputación implica mantener un equilibrio entre lo que se reconoce y la realidad de las organizaciones. Fue así como pudimos establecer el top 200 de las empresas mejor reputadas del país”, puntualizó la directiva durante la presentación.

De acuerdo con la medición, el top 10 general de empresas con mejor reputación en Colombia lo encabezan Postobón, Grupo Éxito, Ramo, Davivienda, Grupo Argos, Crepes & Waffles, Sura, Bavaria, Alpina y Bancolombia.

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Imagen para resultados Merco Talento 2025
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Con esta posición, EAFIT continúa ratificando su compromiso con la excelencia, la confianza y el liderazgo responsable.
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Innovación universitaria ofrece simulación de entornos quirúrgicos con realidad virtual

Octubre 14, 2025

•    Las universidades EAFIT, CES y el Hospital Pablo Tobón Uribe, instituciones que conforman la alianza Simdesign, firmaron un licenciamiento con SkillsUp para transferir una tecnología de realidad virtual que simula entornos quirúrgicos y permite entrenar a técnicos biomédicos y radiólogos.

•    Esta herramienta permite reducir tiempos en el quirófano, minimizar la exposición a la radiación y mejorar la precisión en la toma de imágenes. El licenciamiento marca un paso clave al convertir un desarrollo universitario en una solución comercial con impacto en el sector salud. 

Las universidades EAFIT y CES, junto con el Hospital Pablo Tobón Uribe, firmaron un acuerdo de licenciamiento con la empresa SkillsUp para llevar al mercado una tecnología basada en realidad virtual que fortalece la formación en el sector salud. El desarrollo, fruto de años de investigación, permite recrear entornos quirúrgicos para entrenar a técnicos biomédicos y radiólogos en el uso del intensificador de imágenes, también conocido como arco en C, un dispositivo que permite la toma de imágenes radiológicas.

Esta innovación responde a una necesidad concreta en los quirófanos: reducir el tiempo de los procedimientos, minimizar la exposición a la radiación y mejorar la precisión en la toma de imágenes. “La solución usa realidad virtual para recrear un entorno quirúrgico, el manejo del intensificador y la interacción con el paciente, lo que permite a los técnicos simular la toma de imágenes radiológicas y verificar si, para cada una de las posiciones, pueden tomar la imagen adecuada”, explica Christian Andrés Diaz León, profesor de la Escuela de Artes y Humanidades de EAFIT.

El desarrollo de esta herramienta es el resultado de un proceso de investigación que comenzó en 2005 en el laboratorio de realidad virtual de EAFIT, enfocado en simulación para entrenamiento médico. Con los años, el trabajo evolucionó hacia la ortopedia, la laparoscopia y la anestesiología, hasta consolidarse en soluciones como este simulador especializado en el uso del intensificador de imágenes. Este avance ha permitido reemplazar métodos tradicionales de formación, como clases magistrales o prácticas en escenarios reales con pacientes, por entornos seguros e inmersivos.

Una oportunidad para el aprendizaje experiencial

El proyecto también representa una oportunidad de aprendizaje aplicado para los estudiantes. Gran parte del desarrollo fue realizado por integrantes del semillero de investigación Diseño para Experiencias Interactivas e Inmersivas de EAFIT, quienes participaron en tareas de modelado 3D, programación y diseño de interfaces, con el apoyo de estudiantes de Ingeniería de Diseño de Producto. Esto les permitió enfrentarse a dinámicas cercanas a la industria, con entregables, clientes reales y exigencias técnicas propias del mercado.

Una de ellas es Mariana López Ochoa, estudiante del pregrado en Diseño Interactivo de EAFIT, quien se desempeñó como project manager. “Fue una experiencia retadora, pero profundamente satisfactoria porque me permitió ver de forma tangible el resultado de varios años de estudio integrados con las realidades de la industria. Poder graduarme con un proyecto innovador y licenciado en mi hoja de vida es muy valioso”, señala.

Para SkillsUp, compañía con más de diez años de experiencia en formación disruptiva, el licenciamiento significa un paso estratégico.

 “El licenciamiento y la alianza es muy positiva para SkillsUp porque los nombres que respaldan el producto son muy importantes, y favorecen tanto a la venta del producto como a la reputación de la empresa. De otro lado, está la rigurosidad técnica de dos universidades y de uno de los hospitales más renombrados de Latinoamérica. Esto da confianza en que el producto tiene la rigurosidad y solidez académica suficiente”, afirma Mauricio Uribe Valencia, CEO de SkillsUp y graduado eafitense de la Especialización en Finanzas y de la Maestría en Administración.

Los planes a futuro

Con la firma del licenciamiento, se prevé dos etapas de lanzamiento. La primera se llevará a cabo de forma presencial en entidades de salud de Medellín y el Valle de Aburrá, donde se implementarán cursos acompañados de lentes de realidad virtual. En una segunda fase, los contenidos estarán disponibles de forma completamente virtual, lo que permitirá ampliar el alcance a toda Latinoamérica. Ya existen acercamientos con redes hospitalarias en México interesadas en incorporar la solución.

Este tipo de iniciativas, que nacen de las convocatorias de alistamiento comercial hechas por la Universidad, son clave para cerrar la brecha entre la investigación universitaria y las necesidades reales del mercado. 

“Después del acuerdo, nuestro papel es apoyar a SkillsUp en la comercialización, que se realiza principalmente a través de cursos de formación. Ese acompañamiento consiste en impulsar la visibilidad del producto, fortalecer su posicionamiento en el mercado y demostrar que cuenta con el respaldo académico y científico de EAFIT, del Hospital Pablo Tobón Uribe y del CES”, explica Melissa Londoño Ávila, jefa de Transferencia de Tecnología y Conocimiento de EAFIT.

Además del impacto en la formación médica, agrega Melissa, la alianza demuestra el valor de la colaboración entre academia e industria. Mientras las universidades se especializan en generar conocimiento y tecnología, las empresas tienen la capacidad de llevarlo al mercado y escalarlo. Este trabajo conjunto también resuelve problemas concretos del sistema de salud, como la falta de escenarios seguros de entrenamiento o la necesidad de actualizar habilidades técnicas con frecuencia.

Con este proyecto, la alianza Simdesign reafirma el potencial de la investigación aplicada y la formación interdisciplinaria. La tecnología desarrollada no solo mejora los procesos de enseñanza en el área de la salud, sino que también proyecta a Colombia como un actor relevante en la innovación médica con proyección regional.
 

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Foto sobre simulación de entornos quirúrgicos
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Con esta herramienta inmersiva, los profesionales en formación pueden afinar sus habilidades antes de enfrentarse a procedimientos reales.
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Viajar a China para hacer negocios, ¡lo que debes saber antes de aterrizar!

China no es solo un mercado, es un universo con sus propias reglas, ritmos y códigos culturales. Esta lista reúne consejos esenciales para personas que viajan por primera vez al país asiático, con énfasis en el contexto digital, los valores culturales en los negocios y las claves para construir una relación comercial sólida y duradera.

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Fotografía de la ciudad china de Shanghai de noche
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El puerto de Shanghái es uno de los principales centros urbanos de China y de Asia
1. Descarga las aplicaciones que necesitas antes de viajar 

En China no puedes descargar aplicaciones móviles como Google, WhatsApp o Instagram. En su lugar puedes usar WeChat, Alipay, la versión china de Didi, y aplicaciones de mapas y de los sistemas de transporte público de la ciudad que visites. También es importante una buena VPN –red privada virtual–, como Astrill, ExpressVPN o NordVPN. Una vez en China no tendrás acceso a las tiendas de aplicaciones. 

 

2. Datos en móviles China 

Si tienes una tarjeta SIM internacional, verifica con tu operador si esta funciona en China de manera que puedas acceder a tus datos móviles sin preocuparte por las restricciones locales. Así podrías usar Google, WhatsApp o Instagram sin necesidad de una VPN, ya que estarás conectado a redes internacionales desde tu SIM. También puedes instalar una eSIM internacional que incluya datos para China. De todas formas, siempre es recomendable tener instalada y activada una buena aplicación VPN. 

 

3. WeChat es tu tarjeta de presentación 

En China todo se negocia, se puede pagar y se coordina por WeChat. No tener esta aplicación equivale a no existir en el mundo profesional chino. Úsala para guardar de manera consciente y organizada cada contacto. Registra la ciudad donde está ubicado tu contacto, su oficina o fábrica; su nombre occidental –muchos chinos utilizan un seudónimo o nombre en inglés–; y su apellido en chino –pregunta cómo se escribe su apellido en el alfabeto latino o pinyin–. Por ejemplo “Shanghai David Zhang” o “Yiwu Daniel Liu”. ¡Luego lo agradecerás! 

 

4. Pago digital en China 

El dinero en efectivo casi ha desaparecido en China. El 90% de los pagos diarios, desde una botella de agua hasta una cena, se realizan a través de aplicaciones móviles como Alipay (支付宝) o WeChat Pay (微信支付). En muchas tiendas, taxis o restaurantes no se aceptan tarjetas internacionales, así que configurar tu método de pago digital antes de viajar es clave para moverte con tranquilidad y evitar situaciones incómodas. 

Una opción muy práctica para pagar en China es usar Alipay. Incluso si eres extranjero, puedes vincular tu tarjeta de crédito internacional –Visa o Mastercard– directamente desde esta aplicación. Aquí te dejo un paso a paso para configurar Alipay antes de viajar: 

  1. Descarga Alipay desde App Store o Google Play.
  2. Abre la aplicación y selecciona “Sign up” para registrarte.
  3. Regístrate con tu número de celular, no necesitas uno chino.
  4. En el menú principal, entra a “Me” > “Bank Cards” > “Add Card”.
  5. Ingresa los datos de tu tarjeta de crédito y tu pasaporte.
  6. Verifica tu identidad y establece una contraseña de 6 dígitos.
  7. ¡Listo! Ya puedes pagar escaneando códigos QR en comercios, taxis y restaurantes. 

Dato extra: dentro de Alipay también puedes acceder directamente a Didi, la aplicación de transporte más usada en China. Es importante aclarar que el Didi que se usa en China no es el mismo que encontramos en Colombia. Por eso, usar Didi directamente desde Alipay es una excelente opción: puedes pedir taxis o autos privados y pagar en una sola aplicación, sin necesidad de instalar la versión china de Didi por separado. 

5. Usa mapas y direcciones con caracteres chinos 

Google Maps no funciona en China, por lo que es necesario usar aplicaciones locales como Baidu Maps (百度地图) o Gaode (Amap). Además, es fundamental que las direcciones que necesites estén escritas en caracteres chinos –chino mandarín–, ya que la mayoría de los taxistas o transeúntes no entienden ni leen direcciones en pinyin o inglés. Guarda en tu teléfono capturas de pantalla o notas con las direcciones importantes en chino: el hotel, lugares de reuniones, estaciones clave del metro, etc. Esto te evitará que te pierdas y facilitará tu movilidad en cualquier ciudad del país. 

 

6. Trip.com para organizar tus trayectos internos 

Trip.com –antes llamada CTrip– es la aplicación más completa para organizar viajes dentro de China. Desde Trip.com puedes reservar hoteles, vuelos nacionales, trenes de alta velocidad, buses, traslados y actividades turísticas sin necesidad de entender chino mandarín. Esta aplicación está disponible en inglés y permite pagar con tarjetas internacionales. Es especialmente útil si vas a moverte entre ciudades o necesitas un lugar confiable para gestionar cambios o cancelaciones. 

 

7. Más allá de la primera impresión 

Antes de siquiera pensar en cerrar un trato, es vital comprender las dinámicas culturales, los códigos sociales y las formas de autoridad en China. Esto no solo facilita el respeto mutuo, sino que permite interpretar adecuadamente los gestos, las conversaciones y los tiempos de respuesta. Sin esta lectura cultural profunda, cualquier estrategia corre el riesgo de fracasar, por brillante que parezca sobre el papel. 

 
8. Guanxi (关系): tu activo más valioso en China 

Las relaciones personales o “guanxi”, son la columna vertebral de cualquier iniciativa exitosa en China. No se trata solo de conocer personas, sino de construir confianza a largo plazo, con reciprocidad, lealtad y respeto. Sin guanxi, la entrada al mercado será más lenta, más costosa y, en muchos casos, inviable.

9. Mianzi (面子): el arte invisible de negociar 

El concepto de “mianzi” –la “cara” o reputación–, influye en todas las interacciones. Herir el orgullo de un socio, incluso de forma involuntaria, puede cerrar puertas para siempre. Negociar en China exige tacto, indirectas bien empleadas y un manejo cuidadoso de las jerarquías, donde el respeto vale tanto como el contenido del acuerdo. No subestimes los gestos formales: entregar la tarjeta con ambas manos, hacer una ligera reverencia, y mantener un tono respetuoso, son pequeños gestos que generan gran impacto. Tampoco se acostumbra dar besos o abrazos cuando te presentan a alguien.

 

10. No todo es lo que parece 

Muchas empresas chinas operan con capas de poder no evidentes a primera vista. La figura que parece tener autoridad puede no ser quien toma las decisiones. Mapear correctamente los niveles de influencia y entender los flujos de aprobación internos permite evitar errores críticos y ahorrar tiempo valioso. 

 

11. Aliados estratégicos 

Seleccionar socios y proveedores en China no es una tarea menor. Es un proceso que debe considerar experiencia, reputación local, capacidad de respuesta y, sobre todo, alineación cultural. Visitas presenciales, auditorías previas y un seguimiento riguroso son esenciales para construir relaciones duraderas y proteger tu inversión. 

12. Detrás del silencio: leer las variables ocultas de la negociación 

Negociar en China requiere paciencia, lectura entre líneas y capacidad para entender lo que no se dice. Las decisiones rara vez son inmediatas. El silencio no significa rechazo, sino reflexión, análisis o consulta interna. Quien presiona demasiado pierde poder. Quien sabe esperar y observa con atención, suele salir ganando. Por otro lado, es muy importante tener tacto con algunos temas sensibles en el plano cultural y político: evita expresar juicios personales sobre Xinjiang, Taiwán, o el Tíbet. Incluso una broma puede cerrarte una puerta. 

 

13. Blindar lo intangible 

La innovación no es suficiente si no está protegida. Registrar marcas, patentes y diseños en China, de forma local y temprana, debe ser parte del plan inicial, no una reacción tardía. Acompañar ese blindaje con cláusulas contractuales claras refuerza la seriedad de la relación y evita costosos litigios a futuro. 

 

 

Autores

Sebastián Giraldo Duque 鲁天

Empresario y consultor sobre negocios en China

Juliana Correa-Jaramillo

Profesora de la Escuela de Administración EAFIT

Laura Echavarría Peláez

Ilustradora

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Grupo de investigación Noticias
Autor
Sebastián Giraldo Duque; Juliana Correa-Jaramillo; Laura Echavarría Peláez
Edición
Agustín Patiño Orozco

Del azadón al mercado global: la alquimia empresarial de El Hueco 

Imaginemos un laboratorio en donde no se mezclan ácidos ni metales, sino saberes campesinos y estrategias urbanas: ese es el escenario de la alquimia empresarial de El Hueco. 

El término "alquimia”, subraya la idea de transformación: así como los alquimistas aspiraban a convertir metales comunes en oro, los migrantes del Oriente antioqueño en el Valle de Aburrá combinaron de modo creativo sus recursos intangibles —confianza, solidaridad, cooperativismo—, con el contexto urbano y las prácticas empresariales del Valle de Aburrá. A través de interacciones sociales complejas, crearon un nuevo valor colectivo. 

En los pasillos estrechos de El Hueco, el humo de los vehículos que circulan sin pausa se entremezcla con los olores intensos de las comidas callejeras y el polvo de las mercancías recién descargadas. Todo vibra al ritmo de voces que anuncian productos y regatean precios, murmullan trueques, convites, compadrazgos y natilleras: las prácticas de comerciantes y empresarios, que lejos de fórmulas secretas o laboratorios ocultos, aprovechan la confianza y la reciprocidad que han cultivado en campo para adaptarse a las dinámicas urbanas.  

Hoy, estas redes empresariales se expanden como hilos dorados que impulsan una parte importante del comercio de Medellín, probando que el verdadero oro nace en la intersección entre la tierra y la sociedad humana. 

 

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Fotografías de archivo del sector El Hueco o Guayaquil en el centro de la ciudad de Medellín
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Centro Comercial Gran Plaza en el corazón de El Hueco, en el tradicional barrio Guayaquil del Centro de la ciudad de Medellín
Prófugos del azadón y del machete 

En el corazón del viejo Guayaquil, entre pasajes laberínticos y edificios antiguos que albergan comercios, floreció durante las últimas décadas del siglo XX un modelo de negocios que desafía los esquemas convencionales de la historia empresarial. 

Bajo el apelativo de El Hueco, campesinos migrantes provenientes del Oriente antioqueño transformaron sus saberes rurales en estrategias urbanas de gran calado, tejiendo las redes de confianza y colaboración que hoy constituyen un referente para repensar la formalidad, la innovación y la resiliencia empresarial en América Latina. 

Los habitantes de El Santuario, Marinilla y Granada salieron de sus pueblos “con una mano adelante y otra atrás, espantando el hambre con una rama[1]”. A estos migrantes internos también se les conoce como “prófugos del azadón y del machete[2]”, ya que dejaron atrás sus cultivos de papa, maíz, legumbres y hortalizas, para buscar oportunidades en el comercio de la ciudad.  

 

Exterior de la Plaza de Mercado Cisneros, en el barrio Guayaquil, durante la primera mitad del siglo XX. Fuente: Rodríguez (1920). Archivo Fotográfico Biblioteca Publica Piloto, Medellín.

 

Estas historias de partida forzosa y de adaptación al contexto urbano ilustran el traslado de prácticas rurales —el respeto por la palabra, el trueque, el ahorro colectivo y la reciprocidad comunitaria—, a las dinámicas empresariales de la ciudad. De esta manera los migrantes del oriente antioqueño no solo preservaron su identidad, sino que también forjaron un modelo híbrido en el que la experiencia campesina se convirtió en capital social y organizativo, sentando las bases de las prácticas comerciales en El Hueco. 

Al llegar a la Medellín de los años setenta, estos migrantes encontraron en el comercio informal del barrio Guayaquil un espacio propicio para reinventarse. Sin acceso a créditos bancarios ni infraestructura formal, recurrieron a prácticas comunitarias: sistemas de ahorro colectivo o “natilleras”, préstamos entre paisanos y acuerdos verbales en lugar de contratos escritos. Tal es la fuerza de la palabra empeñada que basta un apretón de manos para cerrar un negocio. “La confianza vale más que cualquier papel[2]”.  

Esta informalidad estructurada se convirtió en una ventaja competitiva. Al compartir riesgos y recursos, los comerciantes de El Hueco podían adquirir mercancías importadas a bajo coste y redistribuirlas sin los trámites habituales.  

La creación de Asoguayaquil en 1997, y luego de Centro Unido en 2015, selló la transición de las redes espontáneas hacia asociaciones formales, sin renunciar a los valores que las sustentaban: solidaridad, reciprocidad y familiaridad.  

 

Del oriente antioqueño al lejano oriente 

Sin limitarse a un mercado de subsistencia, El Hueco articuló cadenas de valor que lo conectaron con mercados nacionales e internacionales.

En la década de los noventa, una nueva generación de comerciantes antioqueños viajó directamente a China, país donde aprendieron a negociar sin la necesidad de intérpretes y establecieron alianzas que hoy facilitan la importación de todo tipo de mercancías, sin depender de intermediarios.  

Esta forma de innovación social evidencia la capacidad de los colectivos locales para desarrollar innovaciones organizacionales sin depender de estructuras corporativas convencionales, mostrando cómo se configuran soluciones creativas a partir de saberes comunitarios.  

Si bien en El Hueco algunos negocios todavía operan en pasillos improvisados, otros han evolucionado hasta convertirse en auténticos centros comerciales, con ascensores, galerías de arte y sistemas de seguridad privada. No obstante, estos avances no ocultan el ADN rural de sus fundadores.  

 

Fotografía: Archivo de la Asociación de Comerciantes de Guayaquil (Asoguayaquil, s.f).

 

La familiaridad continúa marcando las conexiones empresariales: primos, compadres y vecinos de antaño comparten ahora locales comerciales contiguos, amalgamando lazos de sangre y de negocios. En El Hueco se ha producido un tránsito, desde la informalidad hacia un modelo empresarial híbrido, caracterizado por un aumento de la formalización que no sigue las rutas convencionales de la industria, ni depende de fusiones y adquisiciones.  

En este enclave, conviven estructuras formalizadas con prácticas no escritas, que favorecen la agilidad operativa y mantienen los bajos costos de transacción.  

Para dar cuenta de esta dinámica, proponemos el concepto de productividad adaptativa, que reconoce la capacidad de los comerciantes para generar empleo y sustento en contextos de exclusión institucional, para crear mercados que satisfacen necesidades desatendidas por el comercio formal, y para desarrollar mecanismos alternativos de financiamiento, distribución y comercialización basados en redes de confianza.  

El empresariado de El Hueco forja conexiones internacionales sin recurrir a intermediarios reglados y transforma saberes rurales tradicionales en ventajas competitivas dentro del entorno urbano. Este modelo amalgama lo mejor de ambos mundos e impulsa el dinamismo económico de Medellín. 

 

 

La herencia de El Hueco 

La dimensión intergeneracional añade otro matiz a este relato. La primera generación de El Hueco aprendió en la “universidad de la calle” las técnicas de negociación y gestión de inventarios. La segunda generación, sus hijos, mitad aprendices y mitad profesionales, iniciaron el proceso de formalización de sus negocios. La tercera generación, con estudios universitarios y dominio del chino-mandarín, integra sistemas de gestión contemporáneos y redes digitales, sin olvidar la importancia de la palabra empeñada. 

Esa continuidad demuestra que la ruralidad no es un lastre, sino un capital cultural que, bien adaptado, genera resiliencia y cohesión social. 

La historia de El Hueco propone un paradigma alternativo en la historia empresarial tradicional, al desplazar el foco de atención hacia los actores populares y los entornos informales. Al reivindicar el capital social como motor de desarrollo, se desmantela la creencia de que solo las grandes élites industriales generan crecimiento económico. Sin necesidad de ser una excepción marginal, el ecosistema empresarial de El Hueco demuestra que el comercio opera como una actividad primaria de creación de riqueza, desplegando dinámicas propias que se articulan con las lógicas globales. 

Este planteamiento resuena con Werner Sombart, para quien el empresario es conquistador, organizador y negociador: en El Hueco, el conquistador cambia el machete por el mostrador, el organizador teje amplias redes familiares, y el negociador elude la burocracia con el poder de la palabra. Desde la perspectiva de Joseph Schumpeter, allí florece una innovación social y organizacional, más que una tecnológica, nacida de la exclusión y la marginalidad. 

 

Centro Comercial Gran Plaza en el corazón del sector de El Hueco, en el tradicional barrio Guayaquil del centro de la ciudad de Medellín. Fotografía: medellinguru.com.

 

La metáfora de la alquimia también alude a las asociaciones sociales y comerciales que estructuran El Hueco, fundamentadas en la confianza, la solidaridad y el cooperativismo, que superan las explicaciones convencionales al funcionar como mecanismos de protección, innovación y expansión. Gracias a ellas, emprendedores informales se convirtieron en comerciantes consolidados, crearon vínculos internacionales y fundaron gremios que perviven hasta hoy. 

Más allá de documentar un fenómeno local, estos hallazgos ofrecen claves para entender otras dinámicas empresariales en América Latina. En el ámbito docente, las visitas de campo y los talleres del Semillero de Prácticas y Redes Empresariales SIPRE de la Universidad EAFIT permiten a los estudiantes desarrollar empatía, pensamiento crítico y habilidades metodológicas para enfrentarse a realidades donde la formalidad y la tecnología no están garantizadas. 

Todavía hay mucho que estudiar en El Hueco: la feminización del comercio, la consolidación de redes empresariales de tercera generación, las oportunidades para la transferencia de conocimientos, estudios comparativos con otros centros de empresarismo informal en la región y análisis de la economía política de la informalidad.  

En suma, El Hueco es un laboratorio vivo de innovación social que invita a repensar la historia empresarial latinoamericana desde sus márgenes. 

 

 

Referencias 
  1. E07. Entrevista semiestructurada, 28 septiembre 2019, Medellín.
  2. E09. Entrevista semiestructurada, 20 febrero 2020, Medellín.

 

 

Autora

Natalia Gonzalez-Salazar

Investigadora de la Escuela de Administración EAFIT

 
Bibliografía recomendada
  • Baumol, W. J. (1990). Entrepreneurship: Productive, unproductive and destructive. Journal of Political Economy, 98(5), 893–921.
  • Baumol, W. J. (1993). Formal entrepreneurship theory in economics: Existence and bounds. Journal of Business Venturing, 8(3), 197–210.
  • Baumol, W. J. (1996). Entrepreneurship: Productive, unproductive, and destructive. Journal of Political Economy.
  • Baumol, W. J. (2004). Entrepreneurial enterprises, large established firms and other components of the free-market growth machine. Small Business Economics, 23, 9–21.
  • Schumpeter, J. A. (1911). The Theory of Economic Development: An Inquiry into Profits, Capital, Credit, Interest, and the Business Cycle. Harvard University Press.
  • Schumpeter, J. A. (1942). Capitalism, socialism and democracy. Harper & Brothers.
  • Schumpeter, J. A. (1968). Ensayos de Joseph A. Schumpeter.
  • Sombart, W. (1972). El burgués: Contribución a la historia espiritual del hombre económico moderno. Ediciones Castilla.
  • Sombart, W. (2005). El burgués: Contribución a la historia espiritual del hombre económico moderno (2.ª ed.). Alianza Editorial. 
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Autor
Natalia Gonzalez-Salazar
Edición
Agustín Patiño Orozco

“El tiempo es oro”, o cómo ahorrar nuestro recurso más limitado

La planeación y la optimización de procesos determinan en gran medida la eficiencia y la sostenibilidad de una organización. Para lograr una cadena de suministro óptima, es clave ajustar cada uno de sus eslabones para ahorrar tiempo y otros recursos valiosos.

Desde la Ingeniería Industrial, la analítica computacional y la Ingeniería de Construcción se ofrecen soluciones para invertir el tiempo con mayor eficiencia. 

 

La escena dura casi cuatro minutos: en ella, el protagonista de El curioso caso de Benjamin Button, interpretado por Brad Pitt, narra cada uno de los desafortunados sucesos que llevaron a Daisy —una bailarina interpretada por Cate Blanchett—, a romperse una pierna: una mujer que pierde un taxi, un conductor distraído, un hombre que no escuchó su despertador y una enamorada que rompe con su novio. Todos ellos determinan, sin querer, la suerte de la bailarina.  

El que maneja los hilos de esta historia se llama “Tiempo”, dueño y señor de este relato y de todo lo que sucede en la cotidianidad. De ahí que lo comparemos con el oro: “el tiempo es oro”, solemos decir. Y eso es verdad si nos referimos por ejemplo a los tiempos de adquisición, producción o distribución en la cadena de suministro... operaciones logísticas que, de no gestionar de manera óptima, pueden llevarnos a tener —no una pierna rota—, pero sí una productividad resquebrajada.

“En cualquier industria, el tiempo es fundamental, es el plazo en el que debemos llevar a cabo todos los procesos necesarios para que un producto llegue hasta las manos de un consumidor final”, indica Carlos Castro Zuluaga, Máster en Ingeniería Industrial y jefe del Pregrado en Ingeniería Industrial de la Universidad EAFIT.

 

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Fotografías de sectores industriales, logísticos y de la construcción en Colombia
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Construcción de la zona portuaria de Urabá en el departamento de Antioquia
Tan fuertes como el eslabón débil 

Optimización de procesos logísticos, de producción y de construcción. De esta manera la ingeniería y la innovación industrial aportan a eficiencia, productividad y sostenibilidad de las organizaciones. Y si el mayor reto es el tiempo, empecemos hablando de la gestión de la cadena de suministros para entender cómo el tiempo juega a favor —o en contra— de los objetivos de una empresa.  

“Una cadena de suministro está compuesta por todas las diferentes etapas de la fabricación de un producto o de la prestación de un servicio. Cada una de esas etapas implica tiempos que deben acortarse de manera que el producto o el servicio estén disponibles lo antes posible. Ese es uno de los fundamentos de la competitividad en cualquier industria: optimizar el uso del tiempo y entender cómo este afecta a la organización en el plano financiero”, anota el profesor Castro. 

Entre más demoras haya en los tiempos de fabricación, adquisición de materias primas, almacenaje y distribución de productos, más se verán afectados los ingresos de cualquier empresa. De acuerdo con Castro, “en toda organización las eficiencias se deben ver reflejadas en la disminución de costos y, por ende, en una mayor rentabilidad del negocio”.  

 

Estudiantes de la Universidad EAFIT en la "Fábrica de aprendizaje", un aula que simula una línea de producción industrial a escala reducida. Foto: Robinson Henao.

 

En esa línea, los ingenieros industriales deben gestionar las necesidades de una organización frente a las operaciones que afectan las cadenas de suministro, administrando adecuadamente los recursos y garantizando un alto nivel de servicio a los clientes.  

La gestión de la cadena de suministro es un proceso complejo en el que intervienen variables económicas, financieras y demográficas, entre otras, que hacen que las decisiones tengan diferentes alcances. Paula Alejandra Escudero, investigadora de la Escuela de Ciencias Aplicadas e Ingenierías de EAFIT, subraya que “en un ecosistema todo está conectado y cuando uno quiere optimizar una variable, debe pensar en esas conexiones para no afectar el funcionamiento de las demás. El proceso es sistémico, necesita una visión holística”.  

Aunque el tic-tac del reloj no se detenga, el gran objetivo siempre será la calidad, porque como dice la frase popular, “vísteme despacio que voy deprisa”. 

Nuevo Pregrado en Ingeniería Industrial EAFIT

“Los ingenieros industriales tienen un rol determinante en cualquiera de los eslabones de una cadena de suministro, ya sea proveedor, fabricante, distribuidor o comercializador. En EAFIT hacemos énfasis en la aplicación de la analítica computacional y el análisis financiero para la toma decisiones a lo largo de la cadena de suministro”. 

 

Carlos Castro Zuluaga, máster en Ingeniería Industrial y jefe del Pregrado en Ingeniería Industrial EAFIT.

 
El tiempo simulado es más barato 

Una de las mejores maneras de ahorrar tiempo en las organizaciones es hacer uso de otro recurso determinante: los datos. Las diferentes técnicas de analítica de datos sirven para tomar decisiones más inteligentes: “debemos convertir los datos en información que nos permita definir patrones de forma mucho más asertiva”, comenta el profesor de ingeniería Carlos Castro.  

En la actualidad existen herramientas como la analítica prescriptiva —el análisis de datos aplicado a proveer recomendaciones y orientar la toma de decisiones—, que facilitan el diseño y optimización de una cadena de suministros. 

Un buen ejemplo de esto es Progress, una metodología ágil diseñada por Planify Analytics para el desarrollo de herramientas computacionales enfocadas en la planeación de cadenas de suministro y la programación de operaciones en empresas de manufactura y servicios.  

Lo explica Mario César Vélez, investigador de EAFIT y cofundador de Planify Analytics: “muchas empresas planean y programan sus operaciones de manera empírica, en hojas de Excel o con software no especializado para su negocio, pero como investigadores y consultores sabemos que esto se puede hacer de una forma mucho más rigurosa, aplicando ingeniería y tecnología”. 

Entonces ¿Cómo optimizar procesos y ser más eficientes y productivos con el tiempo que tenemos? ¡Pues tomando decisiones! Mejor dicho: aprendiendo a decidir con criterio y responsabilidad. La investigadora Paula Alejandra Escudero, señala otras dos herramientas de analítica que son cada vez más utilizadas para orientar las decisiones en las empresas: la modelación y la simulación computacional.

 

Un ejemplo: ¿Cómo hacer una distribución eficiente de bebidas gaseosas en Medellín? 

1. Planea la producción

- Planea la cantidad y la frecuencia de la producción de bebidas gaseosas.

- Analiza la demanda de bebidas en tiendas y supermercados.

2. Estudia la demanda

- Identifica dónde y cuándo se consume más: ¿En el centro o en barrios periféricos? ¿Cerca de qué? ¿En qué momento?

- Conoce a tus clientes: ¿Qué población te compra? ¿Cómo son sus hábitos de consumo?

3. Diseña las rutas

- Define una ruta: ¿Al norte o al sur de la ciudad? ¿Dónde es la salida del camión de la planta?

- Optimiza la ruta: ¿Cuántos barrios, tiendas y supermercados debe cubrir cada camión? ¿Con cuántos dispongo? ¿Cuánto tiempo tardan?

- Ten en cuenta factores que afectan el ruteo: ¿En qué sentidos van las calles? ¿Hay restricciones de acceso o de horarios?

4. Optimiza la distribución

- Identifica estrategias para reducir costos y ahorrar tiempos.

- Acude a herramientas tecnológicas para lograr eficiencias.

- Diseña estrategias para asegurar el abastecimiento en tiendas y supermercados, garantizando la disponibilidad para los clientes.

 

Muchas organizaciones no cuentan con el tiempo o los recursos necesarios para permitirse realizar pruebas y aprender de los errores en escenarios reales. “Es difícil tomar decisiones solo a punta de experiencia”, reconoce la investigadora. 

"Si tengo un problema en la realidad, lo puedo representar —o ‘modelar’— mediante una estructura matemática o lógica que me permita entenderlo mejor y resolverlo. Hay modelos matemáticos que apoyan la toma de decisiones: modelos de optimización, de simulación y de pronósticos”, explica la investigadora. 

“Por eso usted debe estudiar cómo se relacionan las variables que intervienen la operación de su negocio, y todo esto en relación con el tiempo. La modelación matemática y la simulación computacional, por ejemplo, le permitirían evaluar sin mayores riesgos los escenarios futuros que se pueden derivar de ciertas decisiones en el corto, mediano y largo plazo, y que podrían comprometer la sostenibilidad de la organización”, concluye. 

Además, ya están a la vista tecnologías con inteligencia artificial que permiten construir modelos de aprendizaje automáticos y a la medida, que se actualizan constantemente y ayudan a tomar decisiones en tiempo real, y así responder de forma oportuna a los retos que enfrentan las empresas para la gestión de sus cadenas de suministro. 

 

Tiempo de construcción 

Según la Cámara Colombiana de la Construcción Camacol, se espera que en 2025 el sector de la construcción aporte el dos punto cinco por ciento del producto interno bruto del país. “La construcción es un sector industrial muy importante para la economía colombiana. Sin embargo, es uno de los más ineficientes”, señala Luis Fernando Botero, jefe del Pregrado en Ingeniería de Construcción de EAFIT. 

El docente Botero explica que, según la consultora Mckinsey & Company, en los últimos diez años la construcción en Colombia ha crecido a una tasa del uno por ciento en productividad, notablemente menor que en el caso de la manufactura, que ha venido creciendo a una tasa del dos punto seis por ciento[1]. 

“El sector de la construcción está en una desventaja grande, porque ha estado reacio a adoptar los desarrollos y los avances tecnológicos que la manufactura y la producción industrial han logrado. La construcción colombiana se caracteriza por ser todavía bastante informal, por utilizar mano de obra poco calificada y por no gestionar procesos de planeación claros. Obviamente el resultado no puede ser el mejor ni en calidad, ni en costos, ni en tiempos de entrega”, apunta Botero. 

De todo el tiempo dedicado a realizar un proyecto de construcción, solo una tercera parte es productivo. “La mayoría del tiempo, alrededor de un setenta por ciento, termina siendo ‘no productivo’ por ineficiencias o falta de planeación. La realidad del sector se ve reflejada en sus resultados”, concluye el profesor de EAFIT. 

 

Metodologías como el Lean construction proponen hacer más esbelto, productivo y eficiente el sector de la construcción en Colombia. En la foto vemos la construcción de infraestructura portuaria en el Urabá antioqueño. Foto: Robinson Henao.

 

Como magíster en Ciencias de la Administración y especialista en gestión de la construcción, Botero reconoce el reto que implica reducir las brechas tecnológicas y de conocimiento en el sector de la construcción en Colombia. Relata Botero: “en una importante empresa del país, hice parte de la implementación de una metodología que venía del sector de industrial: el Lean construction o ‘construcción sin pérdidas’, que es la aplicación de los aprendizajes de la metodología Lean —por ejemplo, la manufactura ‘esbelta’ de automóviles—, recontextualizados en el sector de la construcción”. 

Algunas empresas colombianas se han venido apropiando de metodologías como la Lean construction o el BIM Modelado de Información de Construcción o Building Information Modelling—, y en la actualidad, se destacan como organizaciones mucho más productivas y eficientes en el uso de recursos. “Sin embargo, por la altísima rotación de profesionales, estas mismas empresas enfrentan grandes retos de gestión del conocimiento y sostenibilidad de las innovaciones”, reconoce Botero. Por eso no se puede dar por sentado el avance: todavía falta mucho camino para implementar nuevas tecnologías y conocimientos en el sector constructor del país. 

Otra particularidad es que, aún con sus ineficiencias, la construcción en Colombia sigue siendo rentable. “Obviamente, la rentabilidad es cada vez más bajita, entonces el ejercicio es: si esto funciona aún con tantas pérdidas de tiempo ¿Cómo sería si nos las ahorramos?”, cuestiona Botero.  

Nuevo pregrado en Ingeniería de Construcción en EAFIT

“Este programa de formación en Ingeniería se destaca por su énfasis en la innovación tecnológica y la implementación de metodologías como BIM - Lean para la optimización de procesos en el sector de la construcción, combinando los más recientes avances para la gestión digital de procesos con los conceptos de manufactura avanzada aplicados de manera innovadora a los proyectos de construcción. Estos son aspectos clave en la actualización curricular del pregrado en Ingeniería Civil y la creación del nuevo pregrado en Ingeniería de Construcción de la Universidad EAFIT”. 

 

Luis Fernando Botero, magíster en Ciencias de la Administración y jefe del pregrado en Ingeniería de Construcción EAFIT. 

 

¿Has mirado el reloj? Ya han pasado algunos minutos desde que empezaste a leer y durante todo este tiempo alguien participó de una competencia de atletismo, alguien más envió un correo urgente y algún otro desafortunado perdió un vuelo internacional. “El tiempo es aliado o enemigo según las decisiones que tomemos”, concluye el profesor Carlos Castro. 

A diferencia de lo que sucede en El curioso caso de Benjamin Button, las organizaciones sí se pueden evitar un final triste. Gracias a la ingeniería y la analítica, pueden controlar con mayor precisión los tiempos cada eslabón de la cadena de suministro, contribuyendo al ahorro de tiempo y recursos valiosos, y cimentando su competitividad y sostenibilidad a futuro.

 
Referencias 
  1. Mckinsey & Company (2017) Reinventing construction: a route to higher productivity. Disponible en: https://www.mckinsey.com/capabilities/operations/our-insights/reinventing-construction-through-a-productivity-revolution  

 

 

Autores

Juan Carlos Luján Sáenz

Periodista y profesor de cátedra de la Universidad EAFIT

Robinson Henao

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Autor
Juan Carlos Luján-Sáenz
Edición
Agustín Patiño Orozco

Futuro de las finanzas regionales en Colombia 

En Colombia, los departamentos se financian mediante recursos propios y mediante transferencias del Gobierno nacional. A pesar del anhelo de descentralización fiscal, la mayor parte de los recursos con los que cuentan los gobiernos regionales provienen de transferencias del Gobierno central. El recaudo de impuestos y los ingresos de otras fuentes es minoritario. 

Para estudiar este fenómeno, se pueden medir los ingresos corrientes tributarios y no tributarios de las gobernaciones a partir de los datos oficiales del Departamento Nacional de Planeación (DNP) sobre las operaciones efectivas de caja, y luego compararlos con las transferencias recibidas desde el Gobierno nacional. 

Pese a que la brecha entre recursos propios y recursos provenientes de transferencias se ha venido acortando, los departamentos han recibido del Gobierno nacional en promedio 1,43 veces más de lo que están en capacidad de recaudar por sí mismos. En otras palabras, entre los años 2000 y 2023, los ingresos propios de los departamentos representaron en promedio el 41,29% del total de sus ingresos. Pero los datos ocultan una realidad mucho más compleja: la desigualdad en la proveniencia de los ingresos de los departamentos.  

Los departamentos de Colombia se clasifican en categorías fiscales: Cundinamarca, Antioquia y Valle del Cauca son de categoría “especial”, pues concentran una mayor población y obtienen más ingresos corrientes de libre destinación. Otros departamentos se clasifican en las categorías 1, 2, 3 y 4: la categoría 4 es la de menor población y menor nivel de ingreso.  

En los tres departamentos de categoría especial, los ingresos corrientes propios han superado a las transferencias recibidas desde otras entidades públicas. Estos departamentos se benefician de grandes aglomeraciones urbanas e intensa actividad económica, lo que les permite obtener un gran recaudo tributario e incluso desarrollar otras fuentes de ingreso.  

Todos los demás departamentos tienen una realidad distinta. En ellos, las transferencias superan a los ingresos propios. Para poner solo un ejemplo, mientras que Cundinamarca genera el 61% de sus recursos mediante ingresos propios, Amazonas no alcanza a generar el 10%.  

 

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Paisaje rural del departamento de Cundinamarca, Colombia
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Paisaje rural del departamento de Cundinamarca, en Colombia
Un país de regiones 

Las diferencias entre los departamentos de Colombia implican que un cambio en la política fiscal territorial del país puede tener impactos muy distintos en cada región.  

Por lo general, las medidas orientadas a aumentar la autonomía regional fortalecen a departamentos con mayor capacidad de generar recursos propios, como Antioquia, Cundinamarca y Valle del Cauca. Sin embargo, otras entidades territoriales no se beneficiarían en la misma medida, puesto que pueden enfrentar dificultades para incrementar su recaudo tributario. 

En contraste, mantener o fortalecer las transferencias desde la nación hacia los departamentos permite a los departamentos con menor autonomía acceder a recursos cuantiosos que de otra manera no lograrían conseguir.  

Esta opción puede verse como beneficiosa, ya que previene una mayor desigualdad en los ingresos de los departamentos. Sin embargo, los incentivos que este sistema genera no contrubuyen a fortalecer la eficiencia de las administraciones territoriales y pueden limitar la competitividad de los departamentos con mayor dinamismo económico.  

Además, la mayoría de las transferencias del Gobierno nacional tienen destinaciones específicas que limitan la capacidad de las gobernaciones para decidir los rubros en los que es más pertinente invertir estos recursos.

Figura 1. Relación entre Ingresos Corrientes Departamentales e Ingresos por Transferencias, 2000-2023. Las categorías fiscales de los departamentos se definan cada año a partir de datos sobre su población e ingresos corrientes de libre destinación. Elaboración propia a partir de datos del DNP.

 

Por lo anterior, además del debate sobre las fuentes de financiación —dar mayor autonomía para recaudar o fortalecer las transferencias—, también se discute la posibilidad de fortalecer la capacidad decisoria de los departamentos para asignar los recursos a distintas áreas, de acuerdo con las prioridades territoriales. 

Si bien es crucial mantener un adecuado financiamiento de los departamentos para fortalecer la igualdad entre las regiones del país, también lo es permitir que el recaudo propio se fortalezca, para incrementar la autonomía de los departamentos y tener un gasto público más orientado a las necesidades específicas de la diversa geografía nacional.  

En este sentido, nuestra estimación[1] es que un crecimiento del 1% en la producción económica de los departamentos generaría un 0,8% de aumento en el recaudo propio, principalmente a través de los ingresos no tributarios. Es decir, el crecimiento y el desarrollo económico de los departamentos es una buena forma de lograr que estos obtengan mayor autonomía.

 

Autonomía con buen juicio fiscal 

La Ley 617 de 2000 representa una herramienta fundamental para que los departamentos gestionen de forma más responsable sus recursos. Al exponer una categorización basada en dos factores concretos —la población y los ingresos corrientes de libre destinación—, la norma no solo busca ordenar las finanzas territoriales, sino también promover el equilibrio entre los recursos públicos que se recaudan y lo que se gasta en un año fiscal[2]. 

El Estado colombiano, mediante las normas de hacienda pública, orienta a los departamentos a conocer bien su capacidad fiscal y a ajustar su estructura administrativa en función de ella. La posibilidad de cambiar de categoría, según el desempeño financiero, introduce un incentivo claro: aquellos que gestionen sus recursos de manera eficiente tendrán más flexibilidad, mientras que quienes no lo logren, verán limitado su presupuesto destinado a la inversión.  

Es crucial destacar que los recursos que los departamentos pueden administrar con mayor libertad provienen, en su mayoría, de los ingresos propios que generan a través del recaudo de impuestos, por ejemplo, gravando productos como la cerveza, los licores, los cigarrillos y el tabaco, los cuales aportan una parte importante de los ingresos corrientes.  

Los gobiernos departamentales también generan ingresos por concepto de registro y anotación, y mediante el recaudo de impuestos a vehículos automotores. Además, la sobretasa a la gasolina cumple un rol clave, junto con otros ingresos que ayudan a completar el recaudo departamental.

Figura 2. En este mapa, los departamentos de Colombia se muestran más grandes o pequeños según su nivel de Ingresos Propios (Tributarios y No Tributarios) como Porcentaje del Total de los Ingresos Departamentales. Elaboración propia a partir de datos del DNP [4]. 

 

El Artículo 4 de la Ley 617 de 2000 fija topes a los gastos de funcionamiento de los departamentos según su nivel de ingresos. Un departamento de categoría especial puede gastar en funcionamiento hasta el 50 % de sus ingresos de libre destinación, mientras que uno de categoría 3 o 4 tiene que mantenerse dentro del 70 %[2]. 

La normativa también es clara en cuanto a qué ingresos pueden considerarse de libre uso, excluyendo aquellos que ya tienen un destino específico, como las regalías o las transferencias. Estos recursos solo pueden ser usados para un fin determinado y no pueden ser redistribuidos por el Gobierno nacional. Aun así, es necesario darles un manejo adecuado para asegurarse de que realmente respondan a las necesidades actuales. 

Por su parte, las rentas nacionales tienen un destino específico y pueden utilizarse de manera flexible según las prioridades del presupuesto general[3]. Solo existen tres excepciones: las participaciones que la Constitución asigna a departamentos, distritos y municipios; los recursos para inversión social —salud, educación y programas para combatir la pobreza—; y aquellos que deben destinarse a entidades de previsión social o a las intendencias y comisarías.  

En suma, mejorar la forma en que se planea el presupuesto nacional y los presupuestos territoriales es determinante para que los recursos sin un uso fijo se aprovechen al máximo, especialmente en áreas como salud, educación y reducción de la pobreza, sin perder la capacidad de adaptarse a las necesidades actuales.

 

 

Notas
  1. Arias Mejía, J. M., Caicedo Esper, G. F., Acosta Ochoa, S., Salazar Aguirre, J., y Echeverri Valencia, M. F. (2024). Realidades de la descentralización fiscal de los departamentos. En Descentralización y autonomía territorial: El camino hacia adelante. Valor Público, Universidad EAFIT. Disponible en https://universidadeafit.widen.net/s/qpmwlrqldz/descentralizacion-autonomia-territorial
  2. Congreso de Colombia. (2000). Ley 617 de 2000. Esta Ley ajusta aspectos clave de la Ley 136 de 1994 y de la Ley Orgánica del Presupuesto, con la intensión de fortalecer la descentralización y mejorar el manejo fiscal en municipios y departamentos.
  3. Constitución Política de Colombia. (1991). Artículo 359. Establece el principio general de no asignación específica de las rentas nacionales, salvo las excepciones.
  4. Departamento Nacional de Planeación (DNP) TerriData. Disponible en TerriData :: DNP

 

 

Autores

José Miguel Arias-Mejía

Estudiante de la Maestría en Economía de la Universidad EAFIT

Gonzalo Felipe Caicedo-Esper

Profesor de cátedra de la Escuela de Finanzas, Economía y Gobierno EAFIT

Luis Miguel Ocampo-Marín

Experto en CAD y lider de proyectos en urbam EAFIT

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Autor
José Miguel Arias-Mejía; Gonzalo Felipe Caicedo-Esper
Edición
Agustín Patiño Orozco

El camino de la sostenibilidad en diez pasos

Sostenibilidad es lo que nos permite satisfacer necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades. Frente a la amenaza del cambio climático debemos asegurar que el desarrollo actual no impacte de forma negativa a las generaciones futuras.

En este escenario, las empresas, sin importar su tamaño, son protagonistas. Una estrategia sostenible les permite a las empresas ser más competitivas y crecer en los tres pilares del desarrollo: el económico, el social y el ambiental.  

La Guía de implementación para el diseño y comunicación de la estrategia sostenible para pequeñas y medianas empresas en Colombia es una metodología que se desarrolla siguiendo diez pasos, cada uno con una serie de herramientas que les permite a las empresas materializar su estrategia sostenible. 

Accede a todas las herramientas anexas de esta metodología aquí.

 

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Un grupo de representantes de las universidades de la Alianza 4U recorren la quebrada La Volcana en su paso por el campus de la Universidad EAFIT
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Un grupo de representantes de la Alianza 4U recorren la quebrada La Volcana en su paso por EAFIT
1. Mira hacia adentro

Evalúa y prioriza las áreas de mejora en tu estrategia de sostenibilidad mediante una herramienta de autodiagnóstico para la pequeña y mediana empresa. 

 

2. Construye propósito

Identifica tu propósito superior o “razón de ser”. Más que responder “qué” o “cómo”, el propósito responde “para qué” te comprometes con resolver un problema social, creando un valor financiero significativo. Te recomendamos leer el “Manual del propósito: poner en práctica el propósito con valor compartido” de la Iniciativa de Valor Compartido (Shared Value Initiative).

 

3. Mira tu entorno

Reconoce los factores políticos, económicos, sociales, tecnológicos, ecológicos y legales que podrían incidir en tu contexto para identificar los potenciales riesgos y oportunidades para tu negocio. Aquí te proponemos una herramienta basada en el Análisis PESTEL. 

 

4. Define la materialidad de tu negocio

La “materialidad” se refiere a los temas ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) que debes priorizar en tu estrategia empresarial, en línea con los objetivos del negocio, para responder a las oportunidades y riesgos del entorno. Aquí te proponemos una herramienta para identificar y priorizar estos temas.

 

5. Define objetivos de sostenibilidad

Establece objetivos claros, inteligentes y relevantes para tu estrategia de sostenibilidad empresarial. Te proponemos definir objetivos SMART —llamados así por su acrónimo en inglés—, puesto que son específicos, medibles, alcanzables, relevantes, y limitados por el tiempo.


6. Conecta con tus grupos de interés

Un grupo de interés es una parte interesada: un grupo interno o externo, empresa, organización, miembro o sistema
que puede afectar o verse afectado por las acciones de tu empresa. Aquí te proponemos una herramienta para identificar y priorizar acciones con grupos de interés según tus objetivos de sostenibilidad.
 

7. Emprende iniciativas clave

Define iniciativas clave, con indicadores y metas, que contribuirán al cumplimiento de tus objetivos de sostenibilidad, alineando las operaciones con los temas materiales identificados.
 

8. Alinea la estrategia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)

Aquí te proponemos una herramienta que ha sido usada por miles de organizaciones en el mundo con muy buenos
resultados: SDG Compass, la guía por excelencia para la acción empresarial en sostenibilidad, conocida en español como la “Brújula de los ODS”.


9. Comunica tu estrategia sostenible

Diseña un plan para comunicar la gestión de la sostenibilidad en tu empresa. Debe ser un proceso flexible, acorde a las necesidades de la organización, y estar alineado con sus estrategias de comunicación interna y externa.
 

10. Reporta los hallazgos

Un reporte de sostenibilidad te permite rendir cuentas a tus grupos de interés sobre el desarrollo sostenible de tu empresa. Reporta las contribuciones positivas y negativas, así como los retos para el corto y largo plazo.

 

 

Autoras

Mariana Henao Alarcón

Magíster en sostenibilidad

Natalia Mesa Jaramillo

Magíster en sostenibilidad

Robinson Henao

Fotografía

 
 
Bibliografía recomendada
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Escuela o área Noticia
Autor
Mariana Henao Alarcón; Natalia Mesa Jaramillo
Edición
Agustín Patiño Orozco

#MadeInEAFIT | The Light Is On, conoce el proceso desde cero!

Marzo 5, 2025

Desde hace una década, nuestros estudiantes de segundo semestre del pregrado en Ingeniería de Diseño de Producto (@eafit.idp) han realizado una muestra, que también se ha convertido en una tradición la cual dos veces al año llena de luz  y belleza diferentes espacios de nuestro campus. Se trata de The Light is ON, la muestra de aprendizaje experiencial en la que los estudiantes realizan una luminaria con el propósito de diseñar un producto de complejidad media en ingeniería y diseño. En este proceso empiezan de cero, desde su conceptualización  bajo una temática escogida previamente, la elección de materiales, bocetean los diseños, hasta llegar a su materialización en la que pasan varias horas de la semana trabajando con las máquinas del Taller de Maderas. Para la más reciente edición de esta muestra, y conmemorando sus 10 años de existencia , la exhibición adquirió un nuevo significado con la alianza entre la Universidad y Cueros Vélez @velezartisan, integrando el cuero reciclado  como un material clave en las creaciones. El resultado: 50 lámparas de mesa portátiles diseñadas y fabricadas por nuestros estudiantes, combinando creatividad, funcionalidad y sostenibilidad bajo el concepto de la gramática del arte. Cada diseño incorporó al menos un 30 % de cuero reciclado, junto con madera reutilizada y otras innovaciones tecnológicas como la impresión 3D. Seguro ya conoces el resultado final, pero hoy te contamos cómo fue el proceso qué hubo detrás, a cuáles retos se enfrentaron, cómo llevaron sus ideas del papel a la materialidad y cómo las organizaciones pueden ser aliadas de la academia para darle un nuevo uso a sus residuos, mientras se produce conocimiento aplicado.

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#MadeInEAFIT | The Light Is On, conoce el proceso desde cero!
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Posesión de las mesas directivas de los Grupos Estudiantiles 2025

Marzo 4, 2025

Durante la semana pasada vivimos en #EAFIT uno de los eventos que más nos llena de orgullo, pues representa el liderazgo temprano que hace parte del ADN eafitense. Se trata de la posesión de las mesas directivas de los Grupos Estudiantiles. En este ritual le dimos la bienvenida a una nueva generación de eafitenses que estarán a la cabeza de nuestros 14 Grupos Estudiantiles y que complementarán su formación académica con una experiencia universitaria en la aprenderán cómo trabajar en equipo, organizar grandes eventos, gestionar situaciones de crisis, y sobre todo, potenciar esas habilidades que debe tener todo líder como aprender a escuchar y construir con las ideas de todos. Conversamos con ellos al finalizar su posesión para preguntarles por sus expectativas al iniciar esta nueva etapa en sus grupos. ¡Esto nos contaron!

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Línea de atención: (57) 604 2619500​, ext. 9188

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